Capítulo cuarenta y tres

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Blake es lindo. De hecho, quizás sea el chico más lindo que jamás he visto: es alto, de ojos claros y sonrisa adorable, tiene un hoyuelo en la mejilla izquierda y su cabello color azabache roza sus hombros anchos y atléticos.

—Melody, estás tan despampanante como siempre —me halaga tras saludarme con un pico.

—Y vos estás hecho todo un abogado —replico—. Antes me habrías dicho que estoy re buena.

Me guiña un ojo con aire juguetón.

—No habría mentido.

Chris parece habernos escuchado, porque sale de su habitación con aire de desentendido y me dirige una mirada extraña.

—Hola, amigo. Se ve que recibiste mi mensaje —farfulla.

—¿Qué mensaje?

—Chris me contó que los descubriste a él y a su peor-es-nada en acción y vine a hablar con él en persona —explica Blake, que parece estar excesivamente feliz—. No me esperaba llevarme una sorpresa tan... exquisita.

—No le digas así.

—Lamento tener que ser yo quien te diga que ti hermana es una exquisitez, Chris.

—No lo digo por eso —corrige él—. Hablo de lo de peor-es-nada.

Blake suelta una risita.

—Veo problemas maritales por aquí…

—Supongo que el hecho de que haya pensado que Melody era mi novia oficial y que yo se lo había estado ocultando todo este tiempo es un problema, sí.

La sonrisa de Blake se desvanece ante el tono agrio de mi hermano, que parece estar a punto de explotar en llanto.

—Mierda, no me habías contado esa parte. Creo que será mejor que entremos. —Señala la puerta abierta de la habitación; probablemente tiene la misma sensación que yo de que Chris va a crear su propia laguna.

Entramos rápidamente y mi hermano comienza a poner al día a Blake sobre lo sucedido con Leander mientras yo veo si hay algo interesante en Instagram.

—Chris, tenés que entenderlo —dice su amigo cuando escucha toda la historia—. Si vos hubieras estado en su lugar, habrías...

—No —lo interrumpe mi hermano con fiereza—. Yo nunca habría podido tener una relación con alguien en quien no confío, pero él sí lo hizo. Todo este tiempo pensó que estaba metiéndose en medio de una relación y, en vez de hacerse a un lado como corresponde, aceptó ser "el otro" y nunca siquiera se le ocurrió preguntarme sobre mi supuesta novia.

Tratando de no ponerme roja, agarro otra porción de la pizza que está sobre una silla y le doy un gran mordisco. A este paso probablemente saldré rodando, pero aunque pese cien kilos estaré hermosa y será mucho mejor que mi hermano vea mi cara de culpable.

Blake, que está sentado a mi lado, apoya su mano en mi muslo y lo aprieta suavemente.

—Si querés a alguien buscás la forma de estar con esa persona a pesar de las circunstancias. ¿No es así, Melo?

La ceja izquierda de mi hermano se arquea sarcásticamente.

—Creo que no es la pregunta adecuada para ella, Blake. Mi hermana nunca estaría con alguien que tiene novia.

"Con uno que tiene novia, no; esposa, sí", pienso.

Sus miradas estupefactas me hacen saber que estúpidamente lo he dicho en voz alta.

—Es una broma, chicos. Así que, ¿que vas a hacer, Chris? —me apresuro a cambiar de tema.

—Dormir —es la escueta respuesta—. No tengo ganas de hacer nada más por ahora.

Los Secretos Y Mentiras De Melody Vecchio (+18) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora