The Daily Task of Preventing My Disciple from Turning to the Dark Side

Capítulo 35: Mu Chen respondió con un *Hum*...

Capítulo 35: Mu Chen respondió con un *Hum*, las puntas de sus orejas se pusieron rojas en contraste de su cara fría.

Chu Qianshuang se sobresaltó.

'¡Tengo una boca tan grande! Ahora acabo de atraer hacía el Gran Tío Marcial un perseguidor cuyos ojos están prácticamente llenos de obsesión. Esta persona se ve exactamente igual que el Segundo Tío Marcial cuando se enoja con el Maestro.'

Pensando así, Chu Qianshuang inmediatamente junto sus talones y se apresuró a reportar con un mensaje a Mu Chen.

'¿Y si la persona vestida de rojo fuerza al Gran Tío Marcial? ¡El Gran Tío Marcial es tan cálido que ciertamente sufrirá! ¡Es terrible!'

Mu Chen acababa de terminar de revisar la condición física de su discípulo cuando Chu Qianshuang aterrizó a su lado con una mirada preocupada.

Liu Hanzhi también se volvió para mirarlos.

'Mi propio discípulo, a quien he criado yo mismo, no es íntimo conmigo, pero se lleva bastante bien con Mu Chen y Duan Mufeng. La hierba siempre es más verde al otro lado de la cerca. Un niño tan poco filial necesita una paliza.'

Chu Qianshuang miró a su alrededor y estableció un límite para bloquear la visión de los extraños. Luego le contó a Mu Chen todo su entendimiento sobre el asunto de una sola vez. Le recordó amablemente a Mu Chen que fuera lo más discreto posible para evitar al hombre vestido de rojo, en cualquier caso, "El hombre usa una túnica roja, muy parecida a la llamada 'perra coqueta' de la que es difícil deshacerse. Si en cualquier caso el Gran Tío Marcial es molestado por él, ¡recuerde enviar una señal de socorro!"

Mu Chen sintió un terrible asco en todo su cuerpo. Aunque no le creyó a Chu Qianshuang, decidió patear a quien sea en rojo y tratara de molestarlo.

A medianoche, la presión algo baja y las nubes oscuras que rodaban en el cielo implicaban que una fuerte lluvia estaba a punto de caer. Mu Chen se paró junto a la ventana y miró el paisaje; la noche oscura agregaba solemnidad al bermellón del Palacio Yanyang para que todo a su alrededor luciera más tranquilo.

Desde que Jing Ming se fue, el Palacio Yanyang de repente se calmó, por lo que Mu Chen se había sentido un poco desacostumbrado.

Huevo Negro agitó sus alas hacia atrás después de buscar comida en algún lugar. Sabiendo que venía la lluvia, se paró en el alféizar de la ventana para descansar, con los ojos cerrados. Al sentir a Mu Chen aturdido, abrió un ojo para mirar, luego sacó una perla dorada escondida debajo de sus alas y se la pasó a Mu Chen con sus alas.

Mu Chen se sintió perplejo, "¿Qué es esto?"

Huevo Negro susurró: "El núcleo demonio de una Serpiente Dorada, que escuché puede usarse para elaborar píldoras. ¡Es para ti!"

Mu Chen lo pellizcó para echar un vistazo, abundantes elementos dorados convergían en la palma de su mano. Los núcleos de demonio eran más estables y menos propensos a disminuir la eficacia que muchas píldoras espirituales. Por lo tanto, muchos alquimistas de píldoras criaban deliberadamente bestias espirituales en cautiverio para ese propósito, y luego los matarían para cosechar el núcleo siempre que hubiera nacido uno, lo cual Mu Chen siempre había despreciado.

'Solo los tontos usarían un método tan sangriento para matar vidas espirituales por núcleos. Un Cultivador de Píldoras verdaderamente talentoso puede traer maravillas con cosas sin espíritu, sin la necesidad de matar criaturas que han sido fomentadas con elaboración'.

Huevo Negro miró a su alrededor y descubrió que Gu Yunjue no estaba ahí. Luego se atrevió a hablar sin inhibiciones, alardeando con mucho orgullo, "Primero hice esto..., luego yo... y... *¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!*... Finalmente terminé a la serpiente en Etapa de Formación del Núcleo. Se arrastró alrededor de mis muslos llamándome 'papá... papá' para pedir piedad, sin embargo, no le di ninguna oportunidad de escapar de mi palma, ya que soy un pájaro tan justo". Imaginando a una serpiente abrazando sus garras llorando por misericordia, Huevo Negro sacudió sus patas hacia arriba con satisfacción.