The Daily Task of Preventing My Disciple from Turning to the Dark Side

Capítulo 31 (Parte II): ¡El pequeño Maestro pensó que me volví impotente!

Capítulo 31 (Parte II): ¡El pequeño Maestro pensó que me volví impotente!

Incapaz de contener la agitación en su corazón, Gu Yunjue agarró la mano de Mu Chen, se la llevó a la boca y la mordió sin ceremonias. Estaba renuente a lastimar a Mu Chen. Solo un ligero mordisco con unas pocas marcas de dientes lo habían obligado a calmarse. "¡Maestro!" Gu Yunjue gruñó, "¡Si algo va mal conmigo, lo lamentarás por el resto de tu vida!" Dejando esas palabras, Gu Yunjue se dirigió a la cascada detrás de las montañas y se sumergió en el estanque helado para que la frialdad amarga apagara el calor ardiente en su cuerpo.

'¡Qué pecado! ¡Tú amado te alimenta con una poción, pero no puedes tocarlo!'

Mu Chen miró el dorso de su mano blanca, con varias marcas de dientes profundos que le llamaban la atención. No pudo evitar fruncir el ceño, con el rostro teñido de tristeza. ¡Su joven discípulo acababa de morderlo! '¿Así que me odiaba tanto?' Al pensar en el tono de Gu Yunjue, Mu Chen sintió una punzada en el corazón. El joven discípulo que tanto apreciaba ¿debería hablarle de esa manera? Ciertamente, él fue el culpable. Siempre consideró a Gu Yunjue como un niño, pero descuidó las ideas personales de su pequeño discípulo. Simplemente metió la píldora en la boca de Gu Yunjue sin comunicarse con él o considerando sus opiniones.

Al pensar en eso, Mu Chen se sintió cansado y se frotó la frente. "Mi pequeño discípulo realmente ha crecido; es mejor que lo evada a veces en el futuro". Su corazón se sentía vacío. Aunque sabía que Gu Yunjue crecería algún día, no esperaba que el día llegara tan rápido.

El pequeño discípulo, que quería acurrucarse y mantenerse en alto en el aire, había crecido.

Cuando Gu Yunjue regresó, descubrió que Mu Chen había vuelto a entrar en la sala de alquimia y había establecido un límite en el exterior, y parecía que no saldría en poco tiempo. ¡El rostro de Gu Yunjue se volvió horrible y pálido! ¡El Maestro se escondió de nuevo!

Cada vez que el Maestro empezaba a hacer píldoras, tomaba al menos una docena de días.

"Prometió darme un entrenamiento de cultivación, ¡pero se atrevió a olvidarlo!... ¿Qué más se atreverá a olvidará? ¡Realmente... se está volviendo travieso!"

Al día siguiente, Liu Hanzhi, de rostro helado, llevó a Chu Qianshaung en la mano y cruzó el Palacio Yanyang. Le dijo a Gu Yunjue: "Sígueme" y dejando a Gu Yunjue con la espalda recta. Asustados por la intención tiránica de su espada, los transeúntes huyeron y tuvieron miedo de acercarse.

Gu Yunjue entrecerró los ojos. Su intención de una pelea despertó, tomó su espada y siguió a Liu.

Chu Qianshuang gimió y saludó con una mirada de desolación: "Vamos, entrenémonos juntos y pasemos un día entero siendo golpeados. Nos golpean por perder una pelea, por un progreso lento, por una guía incorrecta del poder espiritual y por un mal uso de los movimientos. De todos modos, no importa lo que está mal o lo que no está mal, ¡solo somos golpeados mientras nuestro Maestro esté insatisfecho!"

Liu Hanzhi: "Tu Maestro me dijo que te entrenara".

Gu Yunjue: "Oh".

Liu Hanzhi: "Saquen sus espadas, los dos".

Gu Yunjue: "Eh".

Medio mes después, Mu Chen terminó su reclusión. Se disgustó instantáneamente cuando vio las heridas en su discípulo. Levantó su espada y fue a preguntarle a Liu Hanzhi: "Solo pedí tu ayuda para entrenarlo. ¿Qué has hecho? ¿Por qué golpearlo?"

Liu Hanzhi respondió con voz fría: "Todos los Maestros golpearon a los discípulos en entrenamiento. Tú también, ¿no?"

Mu Chen lo negó con rectitud: "¡No lo hago! ¡Nunca le pegue a mi discípulo con armas, lo pateé como máximo!"