Diana Cavendish Pov
—Eso es una terrible decisión Diana, eres una malagradecida, te di la oportunidad de vivir.
—Y t-tu pagaras por lo que hiciste.
—Me mira confundido— ¿hablas de la persona que esta muerta y estabas llorando encima de su cuerpo hace unos minutos? bueno, déjame decirte que no me arrepiento—sonríe por un momento y luego borra su sonrisa—mantela.
Los arqueros se dispersaron, dos fueron hacia la derecha y el otro a la izquierda, mire como los cuatro con espadas se acercan, los demás se quedaron quietos; al parecer creen que con estas personas me van a vencer, patéticos, tengo mucha energía gracias a mi enojo, la adrenalina de este momento, corren por mis venas y el deseo de la dulce venganza...pero estoy en desventaja con los arqueros que me tienen en la mira, necesito un escudo para cubrirme.
Los hombres con espadas se acercaron corriendo, me aleje de los reyes y corrí también, el primero trato de cortarme, pero, lo esquive cortando su abdomen profundamente causándole la muerte, me agache un poco esquivando otro ataque, di una vuelta estando aun agachada y lo patee con mi pierna izquierda, gracias a mi reflejos pude esquivar una flecha pero, estuvo muy cerca de darme en la cabeza.
Otra flecha fue lanzada, atravesando mi pierna derecha, mire enojada y con dolor mi herida, los hombres se acercaron a mi nuevamente, tome un escudo del suelo y se lo lance a uno, saque la flecha de mi pierna con fuerza y se la lance a mi enemigo, clavándola en su ojo izquierdo. Me di la vuelta y empece a correr separándome de ellos; no dejare que se amontonen o podría acabar como Amanda y Sir.Kay.
Al estar a una distancia lejos, me prepare, uno por uno fueron llegando donde me encuentro, pero, los hombres con la ballestas y el mazo se comenzaron a mover; ellos notaron que no solo con cuatro hombres podrán derrotarme. El primero que se acerco causo que nuestras espadas chocaran, luego pateo mi abdomen tirándome al suelo, es muy difícil pelear cuando tienes muchas heridas en el cuerpo, pero, aun puedo luchar.
Me levante rápidamente ignorando el dolor que recorre por todo mi cuerpo, agarre su brazo con la espada y lo doble, el soltó su arma y le di la vuelta cubriéndome de las flechas; quedan cuatro. Solté su cuerpo sin vida y me prepare para los otros, el ultimo que queda con la espada en mano lleva un escudo de hierro y su arma tiene magia, agarre la espada de mi enemigo fallecido teniendo dos, para después atacarlo, el se cubrió con su escudo y de un movimiento rápido me dio un golpe fuerte con el, lanzándome lejos.
En una guerra no podrás descansar ni tendrás tiempo para tomar agua o limpiarte las heridas, escucharas mucho gritos, veras sangre por todos lados y a cada momento alguien vendrá para matarte.
Recuerdo muy bien mis palabras y mis pensamientos, no puedo pensar en un plan, estoy rodeada y ¡no tengo tiempo para quedarme quieta!. Caí de pies aguantando el calambre de mi pierna derecha, mis manos tiemblan por las cortaduras de mis hombros, aun sostengo las dos espadas, una en cada mano. Lo volví a atacar, pero se protegió con su escudo de todos los ataques que hice, nuestras espadas chocaron y moví mi cabeza aun lado, esquivando y con la punta de mi espada le cause una cortada en la mejilla, el hombre con el mazo aprecio detrás de mi espalda, alzo su arma y antes que llegara a tocarme, me moví, su mazo golpeo fuertemente el suelo creando un hueco profundo.
Otra flecha paso cerca mio y las ballestas comenzaron a soltar las suyas; ¡maldición! el del escudo es fuerte y tengo arqueros que evitan que luche libremente, debo deshacerme de ellos. Tome un escudo de madera del suelo y corrí alejándome de mis otros oponente, me acerque a uno de los arqueros y cuando intente matarlo, el se protegió con el arco, pero con mi pierna izquierda lo rompí de una patada y mi espada fue enterrada en su pecho. Me di la vuelta protegiéndome con mi escudo del mazo; el enemigo es rápido y fuerte, creo que los subestime demasiado...rayos.
Recibí un golpe en mis costillas, escupí sangre y caí al suelo, su pie izquierdo intento aplastarme, pero, lo sujete haciendo fuerza, poco a poco fui levantándolo y parando mi cuerpo, el alzo su mazo para matarme de una vez y antes que llegara alce su pierna fuertemente, tumbándolo a la tierra, agarre una de mis espada que cayo al suelo rápidamente y lo mate. Respire con dificultad por mi boca, tratando de componerme, pero una flecha atravesó mi hombro derecho, haciendo que soltara la espada, me tambalee un poco sin perder el equilibrio. Mire de reojo a las personas que están de espectadores, al igual que los reyes y las princesas, siguen con miedo...tome la flecha en mis manos y la quebré dejando solo una parte en mi hombro, que luego la saque dejándola en el suelo.
tengo que aprender a no tenerle miedo a la oscuridad, aunque ah eso no le tengo miedo, otros entrenamientos serán la fuerza, resistir en el fuego al pasarlo con un salto y otras cosas más, pero lo más importante es no tenerle miedo a morir o ver a alguien morir al frente de tus ojos.
Es cierto...aun puedo luchar...mire a mis oponentes restantes y levante mi espada, ellos al ver que tengo fuerzas aun se lanzaron contra mi, al acercarme a mi enemigo con el escudo de hierro, me surre en el suelo con mis rodillas inclinando mi cabeza hacia atrás, esquive perfectamente su ataque y lance mi espada a uno de los arqueros matándolo enseguida, el de las ballestas se acercaron disparando sus flechas, rápidamente agarre un escudo de madera y me cubrí, pero, una logro rosar mi costado izquierdo.
Debo entrenar mas y prepararme, Amanda también tiene que hacer lo mismo si quiere pasar la prueba junto conmigo.
Entrenamientos, preparación, toda mi vida me la pase entrenando, no aprendí magia como debería, no tengo experiencia, ni se hacer hechizos básicos, soy una inútil como bruja, pero, lo que si se hacer bien, es luchar y ser un caballero que proteja a los inocentes, ¡Incluyendo a los reyes!. Me puse de pies, corriendo hacia los dos con ballestas, ellos se alejaron y recargaron sus flechas, con mi escudo aun en mano me cubrí, patee a uno en la rodilla haciendo que se arrodille, tome su arma recargada y salte sobre su espada, apunte de inmediato al otro y lance la flecha estando en el aire, atravesando su cabeza.
—Caí de rodillas soltando la ballesta—
—Maldita...—mira al hombre con el escudo y espada— ¿¡Que estas esperando!? ¡Acaba con ella!
Clave mi espada en mi enemigo que patee su rodilla; aun quedan dos arqueros, el mas fuerte es el que tiene el escudo de hierro, lo dejare de ultimo, tratare que no estorbe, pero, ¿como puedo llegar a donde están esos dos arqueros?
—Les he comprado este libro también, pueden aprender a como defenderse y ser unos grandes caballeros, pero no es de principiantes, deben comenzar a practicar algo mas difícil para estar delante de los demás niños que verán en esa academia y así humillarlos, ya que serán discriminadas por ser mujeres—nos mira con seguridad.
El libro... ¡recuerda las paginas!
—Confió en ustedes, mis niñas...
Señorita Merides...
—Me mira confusa— ¿Quieres que golpeemos unos troncos?
—Tenemos que esquivarlos, después que lo logramos, hay que contratar y por último, lo vamos a frenar con nuestras manos.
¡Los troncos!, imagine a los arqueros como unos, incluyendo, al mas fuerte de ellos, corrí a donde se encuentran, el hombre con el escudo se puso al frente, fruncí el ceño y lance mi espada en sus piernas, recibió una pequeña corta que hizo que se agachara un poco, aproveche y salte en su escudo pasando arriba de su cabeza, caí de pies inclinando un poco mis rodillas y seguí corriendo, esquive las flechas como si fueran troncos, al llegar tome uno de sus arcos y lo puse en su cabeza para después, doblar su cuello quebrando su arma, mire al otro que esta asustado, me acerque y con mis manos lo mate.
Camine lento y despacio al ultimo contrincante, Andrew no sera un problema, pero, la batalla se complico con el hombre, su espada se volvió de color azul; usaron la poción otra vez. Con mi cuerpo lastimado tome dos espadas del suelo, mis manos tiemblan, pero, las sujete con fuerza, mire a mi oponente enojada y cansada. El me sonrió y se acerco, su espada demorara diez minutos en ese color, necesito que la suelte.
Comencé a dar ataques directos a su rostro, pero todos los cubrió con el escudo, seguí atacando y en una intento cortarme, esquive su espada; eso estuvo demasiado cerca. Me impulse desde atrás y con mis dos piernas patee su escudo cayéndome al suelo de espalda, el lo soltó por fin y me ataco nuevamente con la espada, di un giro en el suelo y su espada se enterró en la tierra.
Me levante y comencé a botar sangre por mi boca; creo que mi cuerpo esta llegando a su limite. Recibí un golpe en mi abdomen, sacándome el aire, mas sangre comenzó a salir de mi boca, apreté mis dientes con fuerza y grite, agarre el brazo que tiene su espada frenando su ataque, el me miro sorprendido y con su pierna pateo fuertemente mi abdomen, pero, no me moví, lo aguante y seguí haciendo la mayor fuerza posible para quitarle su arma. Otra patada impacto en el mismo lugar, haciendo que bote mas sangre de mi boca, con mi cabeza golpee la suya, el retrocedió y soltó su espada, tome una del suelo y la clave en su abdomen.
Alce mi mirada y me acerque a pasos lentos donde se encuentra Andrew; vencí a mis enemigos, solo queda el y todo esto acabara con su muerte. Cuando llegue lo apunte con mi espada.
—E-espera Diana, v-vamos a hablar—dijo nervioso.
—No d-debiste comenzar esto—escupo la sangre—p-pagaras por lo que causaste—levanto mi espalda.
—Mira encima de mi hombro y sonríe—no, tu lo harás.
Lo miro confundida y al voltearme, un golpe fuerte con un escudo levanto mi cuerpo bruscamente en el aire, para después caer al suelo nuevamente de espalda; aun sigue con vida...los músculos de mi cuerpo se debilitaron, mi vista se volvió borrosa y mi respiración se vuelve cada vez mas lenta.
—Jajajja, ¿¡creíste vencerme!? ¡la victoria es mía! ¡Gracias a la poción y magia de tu madre muerta los matare a cada uno de ellos!
No...no puedo dejar que eso pase...levántate Diana...
''Tu cuerpo frágil no podrá resistir los otros ejercicios, déjame ayudarte y pasamos un tiempo a solas ¿Te parece?''
N-no soy f-frágil...
Es hora de tranquilizar mis músculos y mis nervios, esto ya no es un muñeco echo de paja, tampoco son troncos, yo puedo hacerlo, voy a ser un caballero igual que los grandes.
T-tranquilizar...y...c-controlar mi r-respiración...
—Así es la vida, nacimos para morir...
Amanda...
—Diana...
Madre...
No olvides que estoy orgullosa de ti y que te amo mi niña fuerte.
Lograras grandes cosas mi Diana.
Arriba.
Levántate Diana...a-abre los ojos, a-aun...p-puedo...luchar.
—Confía en mi.
Confiar...t-tengo que levantarme, ese golpe me aturdió mucho y las heridas de mi cuerpo, mas la sangre que perdí, me hacen querer quedarme en el suelo, pero, no puedo d-descansar ahora. Moví mi cabeza aun lado y observe como el rey tomo una espada; n-no...t-tengo que p-pararme.
Cerré mis ojos por unos cortos segundos, calmando mi respiración y controlandola para bajar un poco el dolor, me puse de rodillas sin que nadie lo notara, al momento de pararme, corrí, y cuando vi al hombre levantar su espada color azul para matar al rey, me le lance, tumbándolo al suelo junto conmigo.
Las personas y los reyes me miraron con sorpresa por mi tan repentina presencia, me subí arriba del hombre y comencé a golpearlo; soy fuerte, aguantare todo lo que sea posible y ganare esta guerra...
La palma de su mano tapo mi rostro por completo, separándome, el se levanto y me alzo sujetando mi cabeza con una mano.
—Me sorprende que aun sigas con vida—dijo con una voz ronca, escupiendo la sangre, para después apretar mis cabeza.
Mis piernas no tocan el suelo y la presión es muy grande, agarre su muñeca y con mis piernas me balancee impulsándome, enrolle mis piernas en su brazo dando una vuelta, tumbándolo nuevamente al suelo conmigo. Cuando la palma de su mano dejo mi rostro, tomo una espada y al momento de querer cortar su cuello, me freno, haciendo fuerza, apreté mis dientes nuevamente y regule mi respiración, poco a poco la espada se fue acercando cada vez a su cuello.
—¡N-nunca d-debieron!
—Me mira con enojo—
—¡TOCARLA!
Grite llena de ira y corte su cabeza, su sangre salpico mi rostro, me separe quitándome encima de su cuerpo, también limpie un poco mi rostro. Me levante con la respiración aun controlada, mire a Andrew y me acerque, el me miro con miedo y saco su espada, antes que rociara la poción encima, golpee su mano haciendo que se rompa en el suelo.
Con mi espada aun en mano lo ataque y nuestras espadas chocaron creando un fuerte ruido, mi vista se comenzó a nublar; mi cuerpo no aguantara mucho tiempo mas, terminare esto rap-
Una espada se enterró en mi abdomen, abrí mis ojos en grande mirándolo asombrada; ¿c-como?... ¿p-paso?... ¿sera p-porque mi vista se nublo?, sangre salio por mi boca y un grito de Akko se escucho entre la multitud.
—Perdiste...—susurra.
La espada aun sigue en mi abdomen, pero, no ha traspasado mi cuerpo, con mis manos la tome, creándome cortadas profundas en las palmas, luego con mi ultimo esfuerzo la rompí, doblándola hacia un lado, dejando la mitad dentro de mi estomago,
Me he preguntado siempre, ¿Quienes son mis verdaderos padres?, Me pregunto ¿El porque me dejaron en este lugar?
El orfanato donde me criaron...lo recuerdo.
Mi sueño es ser caballero, ¡poder convertirme en alguien muy importante y que mi apellido se dé a conocer por todo el mundo!
Agarre mi espada del suelo, escuche muchas palabras y gritos de ánimos, las personas están dejando su confianza en mi.
Quiero que los superiores me respeten cuando me convierta en un caballero ejemplar con una armadura resplandeciente y que defienda a una linda princesa o reina, porque solo los más fuertes son los encargados de hacer esa orden.
Mire a Andrew con enojo y levante mi cabeza ¡¡Demostrando mi superioridad!!
—Sonríe— estoy orgullosa de lo que has logrado, sigue así.
M-madre Finnelan...g-gracias por tus palabras.
El orgullo es importante, nunca olvidar que eres caballero o intentar hacerte de menos, porque la estima hará que otros se sientan más cómodos.
El tomo una espada del suelo, pero, en un movimiento rápido, atravesé mi espada en su abdomen, su rostro demostró dolor y enojo, luego sujeto mis hombros con sus manos queriendo detenerme, pero seguí profundizando mi espada poco a poco.
La amistad, la calidad de vida dependerá, en gran medida, de con quien hayas decidido pasar tu tiempo.
Mi espada lo atravesó completamente y sus ojos se fueron cerraron, al sacarla, su cuerpo callo de espalda, las personas gritaron en victoria, los reyes celebraron junto a ellos, mire el cuerpo sin vida de Andrew unos segundos y levante mi cabeza. La espada que sostengo en mi mano callo al suelo llamando la atención de todos, escuche varios pasos acercarse lentamente, el cielo comenzó a llover mojando mi ropa de pocos. Los parpados me pesan mucho y en mi mente la imagino a ella.
— ¿Lo logramos?
—La miro— si.
—Sonríe enseñando sus dientes— ¡Somos las mejores!
—Le devuelvo la sonrisa—
Si que lo somos...
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Fin del Cap. 36