Diana Cavendish Pov
Cinco meses han pasado desde que entre a la academia Luna Nova para caballeros, en el primer mes nos pusieron unos entrenamientos básicos y fáciles que pasamos Amanda y yo sin dificultad. Al segundos mes las cosas se fueron complicando para nuestros compañeros que se veían muy cansados y exprimidos, la academia no es para niños débiles, oh bueno eso dijo nuestro entrenador. Cuando se cumplió el tercer mes un niño me comenzó a coquetear y insultar a la vez, diciéndome cosas como ''Tu cuerpo frágil no podrá resistir los otros ejercicios, déjame ayudarte y pasamos un tiempo a solas ¿Te parece?'', y muchas otras palabras mas, por mi parte le respondí de buena manera, no quiero recibir castigos de mis superiores por tratar mal a un compañero de batalla. Al cuarto mes mi vista se puso borrosa por el sobrepeso que cargaba en mi espalda, era un tronco de un árbol que habían talado para hacernos mas fuertes, lo teníamos que cargar por treinta minutos dando una vuelta entera al patio trasero, aclarando que es muy grande este lugar, el campo de entrenamiento también lo es, pero gracias a que controle mi respiración mis pulmones manejaron muy bien el aire que inhalo y exhalo y pude lograr mis entrenamientos, tuve que ayudar a Amanda un par de veces, ella sentía los huesos de sus piernas debilitarse.
Al fin he llegado a presentarme para la prueba final, tengo que luchar contra mi entrenador, el nos ha enseñado muchas técnicas pero ninguna que no conozca, estoy muy informada gracias a los libros que he leído en la biblioteca del orfanato. Tengo una espada de madera y un poco de armadura en mi cuerpo, estoy lista para batallar.
— ¿Emocionada? —pregunta uno de los niños que se encuentran esperando su turno al igual que yo.
—Mucho—sonrió.
—Se sonroja—es impresionante que hayas llegado hasta este punto—extiende su mano— mucha suerte.
—Estrecho su mano—igualmente, espero verte en reino de la baja Borgoña conmigo Frank.
—Ahí te veré—acerca sus labios a mi mano y deposita un beso pequeño.
—Quito mi mano y sonrió algo incomoda—
Frank se retira con sus amigos y me deja sola. Algunos chicos son muy amigables y dan buenos ánimos, no todos son malo y Amanda ha echo unos cuantos amigos, por mi parte solo conozco a Frank y Lucas, aunque Frank la mayoría del tiempo me dice unas que otras palabras románticas, si tan solo supieran que no me atraen los hombres.
—Volví—llega Amanda a mi lado y apoya su codo en mi hombro— ¿De que me perdí?
—De nada, solo lo mismo de siempre—quito su codo de mi hombro.
— ¿Cuando le dirás de tus gustos?, se ve desde lejos que le gustas.
— No solo yo tengo esos gustos—pongo mi dedo indice en su pecho.
—Es cierto— sonríe—me siento mas hombre que mujer y no lo digo porque he estado en esta academia por cinco meses, desde que era mas pequeña siempre me he sentido de esa manera, pero por fuera soy mujer y lo acepto, no me molesta—apoya su codo nuevamente en mi hombro— ¿Y tu como te sientes?
—Un poco parecido a lo tuyo, tengo costumbres femeninas como masculinas, puedo ser las dos cosas al mismo tiempo, mi personalidad me gusta mucho, es algo que no cambiara y se que al pasar el tiempo mejorare como persona y como caballero—quito su codo otra vez.
—Vuelve apoyar su codo en mi hombro—
— ¿Que tienes con mi hombro? —la miro molesta.
—Es cómodo—sonríe con burla.
—Ya quítate—le doy un empujón suave.
— Diana O'neill, Amanda O'neill, preséntense ahora en el área de entrenamiento—dice un caballero pasando lista.
— ¿Lista? —miro a Amanda.
—Siempre—sonríe segura enseñando su mano derecha en forma de puño.
Aun tengo curiosidad del porque no puedo usar mi apellido, me parece muy extraño, mi madre siempre me dijo que le diga mi nombre completo a una persona de confianza y las únicas personas que confió es la familia de Amanda y ella.
Camino a pasos lentos al patio donde haremos la prueba, antes de llegar mi cabeza dolió de repente, pare en seco y me sujete con fuerza. ¿Que esta pasando?
Diana, lo que te enseñare no se lo debes mostrar a nadie, ¿lo prometes mi niña?
Si mama.
¿Que me enseño en ese momento? no recuerdo, ¿Porque tengo que esconderlo?
¿Donde están mis dos bellas damas?
Esa voz, siento que la he escuchado antes pero ¿de quien era?
¡Te odio!, eres la causa de todo lo malo que ha pasado!
¿Quien me esta diciendo esas palabras?
—Diana, ¿estas bien?—chasque sus dedos al frente de mis ojos.
—Si—miro desconcertada el suelo—solo fue un pequeño recuerdo—arreglo mi postura.
— ¡Diana O'neill y Amanda O'neill!—grita el caballero.
— Pone su mano derecha en mi hombro—me lo contaras después, si te sientes mal avísame— me da pequeñas palmadas en la espalda—vamos.
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— Las reglas son simples, el primero que golpee con la espada a su oponente ganara, pero aparte de eso tienen que impresionar al caballero, sus habilidades, estrategias y pensamientos a la hora de combatir dependerá si pasan la prueba o no—voltea a verme—Diana pelearas con el caballero Gareth y Amanda—la mira—iras con el caballero Balan— guarda su listado—mucha suerte—se retira.
— Se acerca a mi oído- ¿como se cual es cual?- dijo susurrando.
—Ese tire rostro de que sea Balan, el mas grande debe ser Gareth—le respondo con un susurro también.
—Bien—sonríe—suerte Diana—camina a donde se encuentra el caballero Balan.
—Igualmente Amanda—le devuelvo la sonrisa y me dirijo donde esta el caballero Gareth.
Tengo que impresionarlo y empuñar mi espada en el, aunque es de madera y se que no lo va a atravesar, pero es solo una prueba no un combate a muerte. Es hora de tranquilizar mis músculos y mis nervios, esto ya no es un muñeco echo de paja, tampoco son troncos, yo puedo hacerlo, voy a ser un caballero igual que los grandes.
Atsuko Kagari Pov
Estoy en el patio de atrás del castillo, me encuentro acompañada del príncipe Felix enseñándome uno de sus trucos de ''magia'', mi aburrimiento es notable, lotte esta dentro del castillo con su madre acompañada de la reina de este lugar, si mi madre por fin ha llegado a su palacio y estoy obligada a pasar tiempo con este poco hombre.
— ¿Te gusto? —me mira sonriente.
—Si...claro—aplaudo sin mirarlo.
— ¿Me estas prestando atención?—pone sus manos en las caderas.
—Algo así—digo sin interés.
—Suspira— Akko.
—Atsuko para ti—lo miro molesta.
— ¿Quieres hacer algo mas? en unos minutos tengo que irme, ¿Porque no me vienes a visitar cuando te den permiso de salir?—se acerca a pasos lentos.
— No quiero perder mas mi tiempo contigo—me levanto de mi asiento.
— La pasaras bien, lo prometo, podremos dormir juntos—agarra mi mano.
—Suelto su agarre bruscamente—ni en tus sueños—suspiro y lo volteo a ver—no sabes cuando rendirte ¿Cierto?, me impresiona tu capacidad de hacerle creer a mis padres sobre tus mentiras, ¿Cuando te he golpeado? ¡Jamas!, ¿Te he insultado? ¡Nunca!—lo miro enojada apretando mis dientes—por tu culpa me han quitado el poco tiempo libre que tenia y ¡cada vez que vienes quieres meterte en mi vida y solo estorbas en mis deberes!—formo mis manos en puño—no te quiero ver ni en pintura, ¿Lo entiendes?
—Sonríe—me gusta cuando te enojas—pone su dedo pulgar en mi mejilla.
—Quito su mano—no me importa tener mas responsabilidad si eso incluye no verte—me doy la vuelta.
—Puedo hacer que disminuyan si aceptas ir a mi castillo—extiende su mano.
—No—arreglo mi vestido—después de hoy me asegurare de que no vengas mas.
—Eso no sera posible, recuerda que estas obligada a salir conmigo cuando cumplas tus diez años— me abraza por la cintura.
— No saldré—me separo bruscamente.
— ¿Que? —levanta una ceja— ¿No es tu sueño? —pregunta confundido.
—Lo miro de reojo—lo era, hasta que lo arruinaste—camino a la entrada trasera del castillo dejándolo a el solo.
Esta sera la ultima vez que estará a mi lado, no lo quiero cerca, se crean rumores extraños dentro del castillo, porque los ciudadanos del pueblo no saben lo que ocurre y es mejor que ni lo sepan, no soportaría que alguien mas me mire con indiferencia, suficiente con mis padres.
Me dirijo a donde se encuentran la reina y mi amiga con su madre, quiero un poco de compañía agradable como la de lotte, ella no cree los ''maltratos'' que le doy al príncipe, todos esos rumores no son verdades para mi mejor amiga, la que me conoce desde que eramos unas niñas de dos años.
Cuando llegue salude adecuadamente y me senté alado de lotte quien de inmediato me sonrió. Le devolví la sonrisa algo cansada.
—Akko ¿No tienes cosas que hacer?—dijo mi madre.
Adiós tranquilidad.
—Como veo que no estas con el príncipe Felix, puedes seguir con tus responsabilidades—voltea a ver a una de los caballeros—Sir. Kay.
—Se acerca rápidamente—Mi reina—hace una reverencia.
—Lleve a mi hija al salón de pintura, asegúrese de que llegue y no escape, Anna la estará esperando para sus enseñanzas.
—Lo que ordene mi reina—me mira—princesa—extiende su mano.
—Tomo su mano y me levanto con una expresión de cansancio—
Me despedí de la reina Marien y de lotte con una sonrisa fingida, no me tome la molestia de mirar a mi madre, ella esta enojada conmigo y se nota desde lejos, espero que no piense como mi padre.
Camine por el pasillo junto al caballero, esta tarde es muy bonita deseo mucho poder estar afuera sola disfrutando de ese atardecer debajo de un árbol recibiendo fresco y respirando aire puro. Mis esperanzas de encontrar a la chica de ojos azules como el océano, han desaparecido totalmente, no saldré del castillo para no ver al príncipe Felix y eso me enoja mucho, ojala nunca lo hubiera conocido.
Alce mi mirada y mire como uno de los caballeros lleva amarrado a un chico de cabello negro y ojos violeta, ¿Quien sera?, le calculo unos 15 años, esta muy sucio y con una ropa desgastada, me dio curiosidad saber mas de el y del porque esta en el castillo, ¿Sera una persona muy importante?, si es así, ¿Porque nunca lo he visto antes y hasta ahora lo veo? Muchas preguntas sin respuesta y no las sabre nunca, la reina y el rey me ocultan cosas de gran importancia. Presiento que algo malo puede pasar en cualquier momento, espero que ese presentimiento desaparezca, me da escalofrió por las noches.
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Fin del Cap. 9