Diana Cavendish Pov
Me falta aprender a pelear cuerpo a cuerpo, si pierdo mi espada en una batalla, tengo que saber defenderme para no morir y volver a recuperar mi arma o podría matarlo con mis propias manos. Tengo la suerte de tener Amanda para ayudarme, hicimos unos muñecos con paja y bolsas, su nombre es espantapájaros, lo usan para espantar a las aves en los campos llenos de maíz o frijoles, pero para esta ocasión lo usare para practicar mis golpes, en el libro que leí sobre defensa personal para principiantes, tiene muchas posiciones y contraataques, espero lograrlo todos.
– En este entrenamiento quiero practicar contigo– dice Amanda llegando a mi lado.
– ¿A que se debe el interés? – la miro de reojo comenzando a relajar los músculos de mí cuerpo.
– Quiero defenderme ante un criminal y poder ser tan fuerte y respetada– levanta sus brazos enseñando sus ''músculos''.
– Si quieres lograrlo, tienes que poner tu cuerpo en forma primero, se te ve la pancita– camino hacia el muñeco.
– Está bien, ¿Qué hago primero? – pone sus manos en las caderas.
– Relaja tus músculos, después comienza a hacer sentadillas y levantar esas rocas de allá– señalo las rocas que levanto cada tarde de entrenamiento que he estado en este bosque.
– ¿Por cuánto tiempo? –
– Dos meses como mínimo– miro el muñeco y me pongo en posición de pelea.
– ¿Porque tanto? – se sienta en el césped.
– Si hubieras comenzado conmigo a entrenar desde un comienzo, podrías haber lograr lo que yo tengo aprendido hasta el momento, pero si quieres aprender algo en estos 2 años antes de entrar a la academia de caballeros, comienza a poner en forma ese cuerpo– le doy una patada al muñeco en su pierna derecha.
– Lo que digas– hace sentadillas.
Recuerdo lo que dice el libro, Si tu atacante trata de tocarte del cuello, con el dedo índice de mi mano pico su garganta a la vez que lo presiono para caminar hacia atrás. Tomo el cabello de mi agresor y lo jalo hacia abajo, mientras levanto la rodilla y le propino el golpe en la cara. Si me toman por la espalda, además de dar un pisotón puedo dar un codazo con toda mi fuerza o incluso morderle el brazo para liberarme. Las patadas en la rodilla o pierna pueden ayudarme a dejarlo inmovilizado por unos segundos y aprovechar para huir o atacar. Eso es lo básico que puedo manejar por ahora.
Pase unas tres horas practicando mis movimientos con el muñeco y golpeándolo para aprender a manejar mi fuerza, si me paso podría matar a la persona sin querer, controlar mi respiración fueron otras de mis prácticas, si estoy persiguiendo a alguien tengo que regular mi aliento y apretar un poco mis pulmones para no desmayarme si el criminal no deja de correr y poder atraparlo, también si me encuentro muy cansada controlar mi modo de respirar.
– Diana– pone su mano en mi hombro– no siento mis piernas, ni los brazos.
– Te acostumbrara, toma un descanso y bebe agua, mañana podrás continuar.
– Para solo estar dos años de entrar a la academia, siento que pasaras la prueba con facilidad– se sienta en el césped– ¿Has pensado en cómo decírselo a tu madre?, sobre que entraras a la academia de caballeros y estudiaras al mismo tiempo que prácticas.
– Aun no– agarro mi camisa y me seco mi rostro sudado– espero que me apoye cuando se lo diga.
– No es por ser pesimista Diana, pero prepárate mentalmente para un posible rechazo– se levante del césped.
– Lo haré, gracias Amanda– me pongo la camisa.
– Ella vendrá en unos minutos, será mejor que la esperemos– comienza a caminar.
– Asiento con la cabeza y la sigo–
Siento que mi madre sabe como llegue al orfanato, debe ser obvio, no creo que ella me haya tenido, tal vez tiene conocimiento de quien es mi verdadera madre y en donde estuvo mi familia, tantas preguntas que quiero hacerle y no me atrevo en absoluto.
Mi madre me paso a recoger a la hora de siempre, llegue al orfanato y me di un baño, después cene y le desee las buenas noches a mi madre, para luego encerrarme en mi cuarto y acostarme en mi cama.
Cierra los ojos y trata de pensar cosas positivas...
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Abro mis ojos asustada, estoy sudando, ¿Qué hora es?, otra vez tuve esos sueños. Me levanto de mi cama y enciendo una vela que esta en mi mesita, saco mi cuaderno debajo del colchón y comienzo a dibujar lo que vi antes que se llegue a olvidar.
Atsuko Kagari Pov
Es genial que lotte viva conmigo por un tiempo, ahora jugamos juntas, pero asistimos a las mismas responsabilidades, al aparecer le ponen a hacer las mismas cosas que a mí, sobre como comer, hablarle a un superior o a un inferior, los pasos de bailes, saber que vestido usar para cada ocasión, maquillarme sola, aprender historia, números, y muchas otras cosas más.
Tengo 7 años y aun no he olvidado eso ojos azules como el mar del bote donde estuve hace un año atrás, ¿De qué color será su cabello?, he comenzado a imaginarme un futuro donde la vuelva a ver, al tan solo tenerlo en mi mente y pensarlo, mi corazón late rápidamente de alegría y se quede algo más, pero ¿que sera?.
– ¿Sigues pensando otra vez en esa niña? – dice Lotte.
– ¡Lotte! – me siento en mi cama– ¿cómo entraste?
– Arque una ceja– Por la puerta.
– Sacudo mi cabeza– quiero decir, ¿Cuándo entraste?
– Hace un momento, estabas tan concentrada pensando en la niña que solo viste una vez hace un año, que no te diste cuenta de mi presencia– se sienta a mi lado.
– Nunca la olvidare, menos el color de sus ojos, mi mama dijo que–
– Si el destino lo quiere, la volverás a ver, pero tienes que desearlo con todo tu corazón para que se cumpla– me interrumpe.
– Exacto– le sonrió.
– Yo digo que tienes que tener mucha paciencia y que no debes esperarlo, dicen que las cosas llegaran cuando menos te lo esperas– se baja de la cama– ahora tenemos que irnos a bañar, las clases de aprendizaje comenzaran en 30 minutos.
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Paso por paso, sin puyarme lograre hacer una funda para almohada con lana de oveja, poco a poco estoy aprendiendo, pero, ¿Que tan importante es esto para ser una reina?, ¿Para que debo aprender a coser?, es completamente aburrido.
Mire lo que hace Lotte y es una cobija, es mas complicado de lo que hago ahora mismo. Tengo muchas preguntas sin responder, lo que paso hace un año, ¿Quién causó el desastre en el castillo de Lotte? ¿Por qué motivo lo hizo?, ¿Cuáles serian sus verdaderas intenciones?, el reparamiento del palacio tomará un año mas en terminarse y la del pueblo estará terminada en un dos años por lo mucho, hay bastantes trabajadores haciendo su mayor esfuerzo.
Mi madre esta comenzando a estar mas atareada cada vez, no ha parado de viajar al igual que mi padre, ya no tienen tiempo para pasarla en familia, el comedor se siente muy solo ahora. Quisiera que las cosas volvieran a hacer como antes, pero debo entender que ser rey o reina tiene mas responsabilidades que ser una princesa.
Mi mayor tiempo lo paso con mi amiga, jugamos con los pocos minutos que nos quedan y en las noches tenemos de esas charlas nocturnas donde hablamos sobre lo que queremos lograr o nuestras inseguridades, nos escondemos debajo de la manta de mi cama con una lampara parafina, Lotte me habla mas sobre un libro que no leído, es su favorito y espera la siguiente entrega de esa escritora, por mi parte solo le sigo hablando sobre los dulces y como me encantaría saber preparar uno, también le cuento sobre mi sueño, explorar todos los reinos sin causar una guerra o problema con mi presencia, ¡seria grandioso!.
Son las seis de la tarde, nuestra hora de dormir es a las ocho, pero como nos quedamos charlando a escondidas, dormimos a las diez. Estoy en el patio trasero terminando mi gran proyecto de construcción, un caballo echo con paja y tablas, uno de los encargados de cuidarnos me ayuda a partir la madera y ponerla de la forma que la quiero, Lotte lee un libro y me mira de vez en cuando.
– Buenas tardes princesa Atsuko, es un gusto conocerla al fin– dice un niño detrás de mis espaldas, ¿Cuándo llego?
– Buenas tardes...– me volteo– príncipe...
– Thomas– dice.
– Príncipe Thomas– me corrijo– es también un gusto conocerlo, al parecer hizo una visita inesperada a mi hogar.
– ¿No estabas informada de que vendría? – me mira confundido con sus manos detrás de su espalda.
– No, pero ahora que se encuentra aquí, me encantaría presentarte a la princesa Lotte Yason– camina a dónde está mi amiga– princesa Lotte– le pongo mi mano en su hombro.
– Baja su libro– ¿Me llamaste princesa? –me mira confundida– somos amigas puedes llamarme solo por mi nombre.
– La miro y con mis ojos señalo al niño que esta parado–
– Oh...– se levanta y deja el libro en la mesita de alado– Mucho gusto príncipe Thomas.
– ¿Lo conoces? – le susurro cerca de su oído.
– Si, fue a una de las fiestas de mi mama– responde con un susurro cerca de mi oreja.
– Es un placer verla nuevamente princesa Lotte, espero mi visita no las incomode– sonríe.
– Para nada príncipe Thomas, ¿Nos acompañarías a cenar esta noche? – dice Lotte.
– Muchas gracias por la invitación, pero debo volver antes del anochecer, mi padre solo vino a buscar lo que el rey Zack le ha dicho que revisara– hace una reverencia– con permiso– se retira.
– Lo miro irse– es muy...
– Apuesto, inteligente, un buen bailarín y le gusta cantar, es el príncipe perfecto para ti– me mira con una sonrisa.
– No quiero un príncipe– hago un puchero.
– ¿Que deseas? ¿A la niña que viste hace un año? – arquea una ceja.
– No lo sé...– digo en voz baja.
– Akko, somos princesas, estamos obligadas a casarnos con un príncipe, son las reglas y la línea de tiempo que seguimos– sonríe.
– Tal vez pueda cambiar esa línea de tiempo que dices– suspiro.
– Puedes tratar, pero vendrán muchas controversias con tu decisión.
– Ya veremos, a mis 10 años conoceré a más chicos y podre salir al pueblo.
– Estaré para apoyarte siempre– me pone su mano en mi hombro– si algunas vez te llegas a enamorar, no dudes en contármelo.
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Fin del Cap. 5