Harry llegó a Torreslanda. Enseguida localizó a Kenny, quien se encontraba hablando con Claudio y James. Con una mirada ella le indicó que la esperara y él lo comprendió.
Al poco tiempo le llegó un mensaje, “Espérame en mi oficina”, levantó su mirada y Kenny le dedicó una sonrisa mientras se iba con Claudio. Se las había arreglado para mandarle aquel mensaje. ÉL hizo lo que Kenny le había pedido, se dirigió al elevador y subió.
Kenny abrió la puerta de su oficina y la cerró con seguro, Harry bajó el periódico que estaba leyendo y sonrió. Ella se dirigió hacia él y se sentó sobre sus piernas, inmediatamente él la abrazó por la cintura.
-Estás precio…- Kenny le dio un inesperado beso sin dejarlo terminar de hablar, beso al cual él no se negó y siguió hasta que se quedaron ambos sin aliento.
-Te he extrañado demasiado- le dijo ella.
-Yo también te he extrañado demasiado y por eso he venido. Me dijo Juanita que tal vez llegarías más tarde a comer-
-O tal vez ni pueda ir- él la observó confundido.
-¿Por qué?-
-Hay mucho trabajo aquí, lo más probable es que todos ordenemos comida- Harry hizo un puchero pero asintió.
-Hace un rato intente llamarte-
-Sí, lo siento. Tuve que colgar porque estábamos en reunión. Hasta ahora tengo un momento libre-
-No te preocupes, me lo supuse. Sólo vine porque quería saber si ibas a ir o no. Ya me dijiste que no- Kenny colocó sus manos en las mejillas de él.
-Haré todo lo que pueda para llegar- Harry la besó suavemente.
-No te estoy reclamando nada. También lo hice porque quería verte. Los niños y yo lo comprendemos-
-¿Se han estado divirtiendo?-
-Los he puesto a hacer tarea. Ya han jugado demasiado-
-¿Y qué dijeron?- Harry sonrió.
-Que qué les iba a comprar- Kenny miró mal a Harry y le jaló un mechón de cabello no tan suavemente.
-¡Auch! ¿Y eso por qué fue?-
-Te dije que no los consintieras demasiado, que los ibas a mal acostumbrar-
-¡Pero les dije que no les iba a comprar nada porque hacer tareas era su obligación!-
-¿Y?-
-Me preguntaron que qué era una obligación y tuve que improvisar una clase de cívica y ética- Harry sonrió orgulloso- Ahora ya saben qué es un derecho y una obligación-
-Eres un excelente papá- Kenny lo volvió a besar como premio.
-¿Te he dicho lo elegante y hermosa que te vez con ese vestido?- dijo mientras le acariciaba las piernas.
-Sí. Toda la mañana te la pasaste diciéndolo- Kenny llevaba un vestido blanco de encaje que le quedaba arriba de las rodillas.
-Sólo espero que los hombres no te observen de más, cosa que veo imposible-
-Sí- dijo ella con repugnancia- El asqueroso de Marino…-
-¿Marino?- la interrumpió. Kenny se quedó callada. Había hablado de más.
-¿Dónde viste a Marino, Kenny?-
-Hoy le hice una pequeña visita…- por reacción Harry intentó levantarse haciendo que Kenny se tambaleara un poco pero rápidamente la sostuvo.
-¿¡Por qué fuiste a ver a Marino!?-
- Porque tenía un asunto importante con él-
-¿¡Y tenías qué ir vestida así!? Sabes perfectamente las intenciones que tiene ese tipo contigo-
-No fue una visita planeada, y en lugar de proponerme algo amoroso me declaró la guerra- Harry intentó tranquilizarse.
-¿Por qué fuiste?-
-Porque estoy casi segura que él fue quien robó el dinero a la empresa, y que él fue quien metió ese dinero robado aquí mismo la primera vez-
-La primera suena probable… pero la segunda, por qué lo haría si él aún trabajaba aquí-
-Eso es lo que no sé. Y fui a advertirle que lo desenmascararé, que no siempre va poder seguir ocultando la verdad-
-¿Y qué te dijo él? ¿Intento hacerte algo?- Kenny comenzó a acariciarle la cabeza para relajarlo.
-Al principio me baboseo con la mirada el muy asqueroso- Harry comenzó a apretar la mano que tenía sobre la pierna de ella.
-Mira que si sigues apretando me dejarás una marca- Harry la soltó rápidamente.
-Lo siento, no me di cuenta- Kenny inspeccionó su pierna… nada, no tenía nada. Ciertamente el agarre no había sido fuerte, pero por el color de su piel era muy fácil dejarle una mancha roja.
-Lo siento- se volvió a disculpar Harry apenado.
-No lo dije porque me lastimaras. Lo dije por lo fácil que me marco con un simple apretón- Harry asintió.
-¡Dime que no te hizo nada!-
-No me hizo nada. Le dije que era totalmente repugnante y que ya sabía la verdad y que no iba a descansar hasta refundirlo en la cárcel- él la observó preocupado- Me dijo que no me metiera en lo que no me importaba y que lo dejara en paz, pero la verdad es que esto si me importa y por lo tanto me meto. Quiso asustarme diciendo que lamentaría todo lo que estaba diciendo, además de que me iba hacer pagar lo del pasado, pero no le tengo miedo y se lo dejé bien en claro-
-Decidido. Iré a romperle la cara a ese tipo- Harry intentó levantarse pero Kenny se lo impidió.
-Perro que ladra no muerde amor mío-
-Aún así no me quedaré tranquilo-
-Nada va a pasarme. Sabe que si intenta algo se atiene a la furia de mis tíos-
-Y a la mía-
-Y a la de mi querido esposo- Kenny comenzó a desabrochar la camisa de Harry- Dejemos de hablar de Marino y pensemos en nosotros- ella se dirigió hacia su cuello y comenzó a dejarle pequeños besos por todo este. Harry comenzó a acariciar sus pechos por encima del vestido.
Un golpe se escuchó en la puerta.
-Maximino nos quiere en su oficina- dijo al otro lado Axel. Kenny bufó molesta y se levantó de las piernas de Harry.
-¡No te vayas!-
-Prometo recompensártelo en la noche- dijo de manera coqueta. Harry sonrió satisfecho.
-No te prometo descanso- él se levantó de su asiento y la abrazó al momento que la besaba intensamente. Kenny pasó sus brazos por su cuello y se abandonó al momento.
-Creo que alguien llevará los labios hinchados a la reunión- le dijo de manera burlona mientras acariciaba el labio inferior de ella. Kenny abrió los ojos como platos. Harry sonrió satisfecho, la hizo girar y le dio una nalgada indicándole que se fuera.
***Hola chicas aquí les dejó capi, la verdad no me gusto nadita pero es que uff... no tengo nadita de imaginación... por más que me esforzé no se me ocurrió nada- Lo siento.
PD: Este capí va dedícado para la queridísima de Fer :), gracias por leer mi nove guapa!