La gran mentira (Harry Styles y Kenny) EDITANDO

Capítulo 83

-¿Seguro que ya tienes todo listo?- preguntaba Kenny por quinta vez.

-Sí. Puedes estar tranquila princesa -

-Es sólo que me preocupo por ti-

-Lo sé, y no sabes cuanto te lo agradezco... Oye, tengo que colgar; estoy por entrar a la reunión-

-Pasarás a despedirte, ¿Verdad?-

-Por supuesto. Te amo bebé-

-Yo también te amo- después de una despedida interminable Kenny colgó. Soltó un respiro y observó a su alrededor. Estaba demasiado nerviosa.

Por la noche ella daba de vueltas por su casa. Harry no había llegado y tampoco contestaba el celular. Pero estaba segura de que él no sería capaz de no despedirse de ellos. Llamó a casa de éste y Rita le confirmó que aún no había llegado. Tomó las llaves de su auto y salió hacia allá.

Minutos más tarde estacionaba su auto en el garaje y entró a la casa. Todo estaba en silencio y las luces ya se encontraban apagadas; se encaminó a las escaleras y subió a la habitación.

Ella se encontraba buscando algo en el closet, cuando una luz se encendió de repente tomándola por sorpresa al momento que una sombra aparecía. Ella cerró un poco las ojos para observar mejor mientras se recargaba del marco de la puerta del closet, y entonces se dio cuenta. Era una figura femenina la que se encontraba frente a ella, con un baby doll exageradamente pequeño y ridículo para su parecer. Aquella mujer, quien aún no se había dado cuenta quién era la verdadera persona que se encontraba en la habitación, comenzó a bailar suavemente al meciendo su cadera suavemente. Giraba y movía sus brazos de un lado a otro. Algunas veces pasaba sus manos por su suelta cabellera mientras se seguía moviendo provocativamente. Kenny recargó su cabeza del marco y sonrio burlonamente.

Penélope sonrio para sí misma. No la había rechazado y eso significaba dar el siguiente paso. Observó como Harry recargaba su cabeza en el marco y eso la hizo sentirse más segura.

Comenzó a desamarrar lentamente su bata intentando hacerlo provocativo...

-Para- ¡Esa voz no era de Harry!- Para que yo no soy lesbiana- le dijo al momento que salía y encendía la luz.

Penélope abrió demasiado los ojos cuando se dio cuenta que era Kenny quien se encontraba en la habitación y no Harry. Ella la miraba burlonamente y Penélope lo notó.

-¿Se puede saber a qué se debe tal exhibición?- preguntó Kenny mientras caminaba alrededor de la empleada. Más Penélope no contestó.

-Porque  no creo que el numerito haya sido para mí... ¿O sí?- ella siguió sin contestar y eso a Kenny la irritó.

-No se necesita pensar tanto para saber para quién era- Kenny se paró de frente a ella y la miró con frialdad- No vuelvas a intentar hacer esta porquería ni nada parecido con Harry porque me vas a conocer. Ahora largate de aquí- Penélope salió de la habitación llena de coraje. Había desperdiciado su plan en una estupidez.

Ya eran las diez de la noche cuando Harry iba llegando a su casa. Entró y se llevó una sorpresa cuando vio a Kenny sentada en la sala. Estaba leyendo un libro. Se acercó sigilosamente hacia ella y la abrazó por la espalda.

-Estás completamente hermosa- le susurró al oído. Kenny le sonrio y le dio un beso en los labios.

-He venido por ti-

-¿Por mí?- preguntó sorprendido.

-Pensé que ya no irías a casa-

-¡Y no despedirme de mi esposa y mis hijos! Estás muy equivocada mujer-