Capítulo 94

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Sonia seguía golpeándola y sus lágrimas parecían no importarle.

-¡Basta!- Sonia disfrutaba cada ruego- ¡Basta por favor!-

-¡Cabrona!- se escuchó por detrás. Marino entró rápidamente y empujó con dureza a Sonia- ¡Pero tú estás estúpida!- Sonia sólo sonrió y se retiró dejándolos allí. Kenny sollozaba, sus brazos estaban completamente rojos y le ardían al igual que sus piernas. Él se inclinó hacia ella y la revisó.

-¡Maldita!- exclamó en voz baja mientras le tomaba la barbilla suavemente- Pero esta me la va a pagar- Kenny lo miró sorprendida.

-¿Qué quieres decir?-

-Le pagaré con la misma, y donde también le duele- ella reaccionó momentos más tarde.

-¡Ni se te ocurra tocarlo!- le gritó al momento que lo golpeaba en el pecho. Marino se levantó sabiendo que ella se refería a Harry.

-Eso es mi problema-

-¡Marino!- le rogó ella mientras seguía sollozando- A él déjalo por favor- él sólo la levantó y limpió sus mejillas.

-Te llevaré de nuevo con tus hijos- se inclinó a desamarrarle los pies y la dirigió arriba una vez más. Cuando se encontraron frente a la puerta le desató las manos con cuidado mientras se detenía nuevamente a observar las marcas en sus brazos.

-Te mandaré pomada para que te untes- ella asintió pero cuando estaba por entrar su estómago reprochó el alimento que aún no le era dado.

-¿Desayunaste?-

-La comida no fue suficiente- él tensó la mandíbula.

-Entra ya- ella lo hizo no sin antes haberse limpiado el rostro.

Los niños levantaron el rostro y sonrieron en cuanto la vieron entrar. Kenny se abrazó fuertemente a ellos.

Momentos después, una joven entró a la habitación con comida suficiente para los tres. Sonrió tímidamente a Kenny y dejó la bandeja en la mesita.

-El señor Marino ha mandado esto para que coman- sacó algo de su bolsillo delantero y se lo entregó a Kenny- también a dicho que se la ponga-

Ella observó la pomada que la joven le estaba entregando, Marino estaba cumpliendo su palabra. Kenny pudo observar como ella miraba con ternura a sus hijos y se preguntó quién era. Momentos después la chica se excusó y se retiró, Kenny observó con humor el hecho de que Darién seguía sin despegar la mirada de la puerta. Ella movió su mano frente a su rostro repetitivamente para poder captar su atención.

-¿Qué miras?- le preguntó en un susurro. Él niño negó con la cabeza mientras le sonreía coquetamente a su madre.

Instantes después Kenny se levantó y se dirigió al baño, examinó las marcas que Sonia le había hecho y soltó un pequeño sollozo cuando observó las que tenía en el resto de su cuerpo.

Por la noche, Kenny arrulló a sus hijos para que pudieran conciliar el sueño y cuando estos lo consiguieron se acurrucó suavemente junto a ellos más en ningún momento dejó de pensar en Harry. Quería verlo, quería abrazarlo, quería besarlo. Pero lo que más quería era devolverle a sus hijos, su mayor adoración. También se prometió hacer todo lo posible por mantenerlos a salvo pero le daba miedo perder el bebé que llevaba en su vientre. Dirigió su mano hacia él y lo acarició, Harry también se moriría si le pasaba algo a él. A pesar de que fuera tan pequeño y aún sin conocerlo los dos lo amaban tanto como amaban a Darién y a Darcy. Ella soltó un pequeño sollozo, no sabía como salir de allí y la desesperación comenzaba a apoderarse de ella.

Varios días pasaron y la misma escena se repitió varias veces. Sonia aprovechaba los momentos en los que Marino no estaba para maltratar a Kenny.

-Por favor ayúdanos- le dijo en un susurro Kenny a la joven muchacha. Ésta la miró asustada y el miedo se hizo notar en sus ojos.

-Yo… yo no puedo-

-Por favor- Kenny la tomó de las manos- No puedo seguir teniendo a mis hijos aquí- la muchacha se retiró inmediatamente.

-Lo siento, pero yo no puedo hacerlo. Si lo hago me puede ir peor-

-Por favor- la muchacha miró con lastima a Kenny quien le imploraba que los ayudara. Ella salió rápidamente de la habitación.

-Diga-

-¿El señor Styles?- preguntó una voz en un susurro.

-Sí, soy yo. ¿Quién habla?-

-Yo sé dónde tienen a su esposa- el cuerpo de él se puso en tensión al escuchar aquellas palabras.

-¿Dónde está?- casi gritó.

-En Holloway, al norte en medio del bosque-

-Pero necesito más datos- un ruido se escuchó al fondo- ¡Necesito más datos!-

-Por favor no llame. En cuanto pueda me comunicaré con usted- la llamada se cortó y Harry se quedó con el corazón en un hilo, sus manos estaban temblorosas y sentía que las piernas le fallaban. Inmediatamente llamó a Steve.

***Mañana subo otro cap :)

La gran mentira (Harry Styles y Kenny)  EDITANDOWhere stories live. Discover now