Capitulo 38

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-Esto no está bien- le dijo Kenny en un susurro.

-Ya lo sé- le contestó en voz baja mientras la volvía a besar.

Harry la levantó y la sentó en sus piernas sin dejar de besarla, comenzó a acariciarle las piernas pero no pudo llegar a más debido a que Kenny llevaba un pantalón de mezclilla ese día, una blusa blanca con el logo de Torreslanda y un saco color naranja.

Harry comenzó a subir de tono el beso y Kenny se puso tensa en el momento que él comenzó a buscar el botón de su pantalón, inmediatamente comenzaron a pasar por su cabeza imágenes de la última vez que tuvieron intimidad, la noche en que la lastimó, la noche en que había lastimado su corazón y  su cuerpo.

Kenny se levantó de él dando por terminado el beso, ella tenía miedo, después de todo Harry seguía odiándola y podía volver a lastimarla, cosa que ella no permitiría.

Harry se quedo desconcertado ante la reacción de Kenny pero no dijo nada, después de todo no tenía que pasar nada entre ellos, eso tendría como resultado volver a estar a los pies de ella, Harry no quería eso.

Kenny comenzó a revisar los archivos de su computadora y después encendió la cámara que estaba en la oficina de Marino.

Harry se acercó a observar.

-Está revisando que hicimos en tu oficina-

-Es un desgraciado-

Observaron por unos momentos más hasta que Marino volvió a salir de su oficina, de pronto el celular de Kenny sonó, ella atendió la llamada y colgó.

-Dice Marino que hay un repartidor de comida buscándote- dijo Kenny.

-Yo iré por ella- Harry salió de la sala y Kenny aprovecho esos momentos para pensar bien las cosas.

El hecho de que Harry la estuviera ayudando no significaba que la había perdonado, simplemente, jamás había soportado que le faltaran el respeto a una mujer, fuese quien fuese. Tenía que ser más precavida sino quería poner en juego una vez más su corazón. ¿Pero de qué estaba hablando? ¿Poner en juego su corazón? No lo creía, hacía mucho tiempo que Kenny había dejado de creer en el amor, al menos para ella, no necesitaba otra pareja mucho menos a Harry, la peor pareja que pudo haber tenido, simplemente las cosas se estaban confundiendo entre ellos, él era hombre, y teniendo una mujer en frente no se detendría ante una situación de sexo, porque eso era, SEXO.

 Ya no era la misma joven tonta que tenía dos formas de ver las cosas: hacer el amor y tener sexo, ¡ya no!, se había dado cuenta que en realidad siempre había sido sexo, que todo era sexo, hacer el amor era simplemente una cursilería que inventan los que creen estar enamorados, cuando entras una vez más al mundo de la realidad te dabas cuenta que todo había sido creado por tus ilusiones, ilusiones que definitivamente ella ya no tenía.

Pero ella era inmensamente feliz, ella ya no vivía en un mundo de engaños, ahora vivía en el mundo real, en el cruel y verdadero mundo real, el cual podía ser comparado con las leyes de la selva, ¿Cazar o ser cazado?, ella había resultado ser cazadora y se sentía inmensamente orgullosa de eso, la venda se había caído de sus ojos y ahora era una verdadera mujer.

Harry entró con la comida alejando a Kenny de sus pensamientos.

-Espero que te guste- le dijo mientras la colocaba en la mesa.

-Gracias- Le dijo Kenny sonriendo. Después de todo no tenía que tratarlo mal, él la estaba ayudando, simplemente tenía que interponer distancia entre ellos.

Los dos se dispusieron a comer mientras platicaban animadamente, Harry estaba muy interesado en saber que era lo que había hecho ella desde su partida.

La gran mentira (Harry Styles y Kenny)  EDITANDOWhere stories live. Discover now