La gran mentira (Harry Styles y Kenny) EDITANDO

Capitulo 30

-Te molestaría que lo habláramos en el jardín. Necesito vigilar a mis hijos- Harry asintió y ambos cruzaron la puerta de cristal para dirigirse al jardín.

-Aún no sabemos nada, todavía lo están investigando- Le comentaba Kenny cuando salieron, Darién y Darcy estaban corriendo en el jardín.

-¿Qué vas a hacer?-

-Por el momento nos quedaremos aquí, aunque mi casa también es segura mi tío no quiere correr ningún riesgo-

-Creo que tu tío está en lo correcto-

-Eso parece-

-Si no quieres estar aquí, no deberías hacerlo-

-Yo nunca he dicho que no quiero estar aquí- Harry la regresó a ver, ella solo miraba al frente.

-¿Cómo está Gemma?- Continuó  Kenny

-Preocupada, se ha vuelto loca- dijo Harry con una sonrisa.

-No es la única- Harry no supo si lo decía por ella, o por él.

-Son hermosos tus niños- Kenny sonrió - Los cuidas demasiado ¿No es así?-

-Los cuido como toda madre cuida a sus hijos- En ese momento Kenny lo regresó a ver y sus miradas se encontraron. Harry percibió en la mirada de ella ternura, amor, felicidad. Y sabía que no era por él.

-¿Así que vicepresidenta?-

-Me ha costado, pero si-

-Y eres una Torreslanda...-

-Larga historia-

En ese momento Juanita regresaba de la cocina con una bandeja, Kenny la miró con el ceño fruncido.

-Son galletas del señor Torreslanda especialmente para los niños- Dijo Juanita a manera de justificación. Kenny sonrió.

Después les llevó leche.

Harry y Kenny siguieron platicando cosas sin importancia hasta que salió Maximino.

-¿Les han gustado las galletas a mis queridos pimpollos?- Preguntaba Maximino.

-¡Claro! Les has regalado un nuevo juguete- le dijo Kenny sonriendo. Maximino los observó y se dio cuenta de que estaban jugando con las galletas de figuritas que había pedido que les prepararan.

-¡No lo puedo creer!-

-Ya sabes como son ellos tío-

-Si, ya lo sé. Kenny ¿Ya le mostraste el jardín a Harry?- Kenny abrió los ojos de par en par- ¿Por qué están aquí parados? Hay bancas de aquel lado- dijo Maximino sonriendo mientras negaba con la cabeza y entraba a la casa. Kenny le hizo a Harry una seña indicándole si caminaban, éste la siguió.

Llegaron a una banca que estaba debajo de un árbol y ambos se sentaron.

-¿Y cómo has estado?- preguntó Harry

-Bien, gracias, ¿Y tú?-

-También, la banda sigue yendo bien-

-Me he dado cuenta. Me alegro mucho por ustedes-

-Entonces...-

-¿Entonces qué?-

-¿Por qué eres sobrina de Maximino?-

-Me dice así de cariño. Ya son un poco más de cuatro años los que trabajo para su empresa y hemos convivido tanto que Maximino y Claudio me adoptaron como de la familia-

-¿Claudio?-

-El otro socio de Empresas Torreslanda- De pronto Harry se echo a reír, Kenny lo miró extrañada.