Capítulo 96

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Harry clavó su mirada en la dirección donde momentos antes le había señalado su esposa.
-Es mejor que nos vayamos- le dijo una de las compañeras de Steve. Harry asintió y comenzó a caminar junto con ella pero después regresó sus pasos pues la duda lo perseguía.
-Tenemos que irnos, pronto oscurecera-
-Sí- le respondió él - Solamente quiero revisar una cosa- comenzó a acercarse a donde se encontraban algunos escombros. Busco con la mirada por todo el lugar una y otra vez. Ya estaba por retirarse cuando lo detuvo algo parecido a un sollozo. Harry se giró bruscamente revisando una vez todo el lugar. El mismo sollozo se hizo escuchar una vez más y él se dirigió al tubo que se encontraba tirado. Se agachó para observar hacia dentro pero la oscuridad no lo ayudaba, entonces le pareció ver una silueta.
-¿Darien? - preguntó Harry esperanzado. Fue en ese momento que la silueta que estaba observando se separó dejando ver que eran dos personas las que se habían estado abrazando.
-¿Darien? ¿Darcy? - volvió a preguntar. Su voz estaba a punto de quebrarse.
Las sombras comenzaron a acercarse a la entrada y Harry soltó un sollozo cuando una cabeza se asomó. ¡Era su hijo!
Él rápidamente lo tomó por la cintura y lo ayudó a salir para después asomarse una linda niña. Harry repitió la misma acción que con su hijo y una vez que los tuvo fuera los abrazó fuertemente. La compañera de Steve lo observaba completamente sorprendida.
Harry tomó a los niños y los cargó para llevarlos consigo.
-¿Quiere que lo ayude? -
-Yo los llevaré, gracias- la verdad era que los niños pesaban demasiado juntos pero Harry no quería separarse de ellos. Ella asintió.
-Tenemos que irnos pronto, algunos compañeros nos esperan fuera- él asistió y comenzó a caminar lo mas rápido que pudo.

-¿Y mamá? - preguntó el niño una vez que viajaban dentro de una patrulla. Un policía les había dicho que era más seguro de ese modo y otro de ellos se había llevado el coche de Harry.
-Ya hablaremos de ella en cuanto lleguemos a casa- le contestó mientras los abrazaba protectoramente hacia si pero lo horrible de aquello era que el tampoco sabía que había pasado con su esposa.

(...)

-¡Eres una estúpida! - le gritó Sonia con fuerza al momento que la volvía a bofetear. Kenny no dijo nada.
-Por tu maldita culpa ahora tendré que estar encerrada en éste lugar- le dijo con coraje.
Estaban en una antigua fábrica abandonada. El ambiente era repulsivo, la suciedad era demasiado notoria y el olor no era exactamente el más agradable.
-¡Pero ésta me la pagarás!- siguió diciendo mientras sacaba una vez más aquella fusta- Y ahora no sólo serás tú- Kenny levantó el rostro rápidamente mientras la observaba con los ojos demasiado abiertos.
-¿Qué quieres decir? - Sonia la miró burlesca.
-¿Qué creías Kennycita? ¿Qué no iba a encontrar a los molestos de tus hijos? - ella la miró espantada.
-¿No serías capaz de...? -
-¿Crees que no? - la interrumpió- A menos que quieras parte del castigo- Kenny bajó su mirada.
-¿Perdóna? No te escuche-
-Sí- dijo Kenny.
-¿Si qué?-
-Si lo quiero-
-¿Qué tanto? -
-Todo-
-Perfecto- Sonia sonrió de satisfacción. Disfrutaría mucho engañandola.

(...)

Kenny estaba sentada en aquel lugar tan frío y oscuro al que ya estaba acostumbrada atada de pies y manos.
El cansancio era evidente en su rostro. Estaba palida, el cabello sucio igual que su cuerpo, su piel se encontraba completamente seca como sus labios; partidos y sin color. Estaba más delgada que antes y eso era preocupante debido a su estado.
Varias marcas, varios moretones e incluso algunas cicatrices estaban presentes en ella. Su mirada ya no demostraba alegría, ya no demostraba nada. Tristeza, melancolía... Muerte; era lo que pasaba por su mente.
Sonia la había vuelto a golpear presa de su coraje. Si no tenía nada roto sería un verdadero milagro.
Lágrimas ya no recorrían sus mejillas, ella sabía que no podía llorar más.
Marino había muerto, Kenny había sido testigo de aquel brutal arrebato un par de dias antes; el cual sería incapaz de olvidar. Aún podía escucharlo pidiéndole perdón mientras se desangraba a su lado. La siguiente en la lista de Sonia era ella, lo sabía perfectamente. Sólo estaba prolongando su dolor; probando su resistencia de la cual ya no quedaba ni el menor rastro. Llevaba días sin comer pero ya ni hambre sentía.
Muchas veces se preguntaba si el bebé que llevaba dentro seguía con vida, pero el solo ver su vientre abultado la hacía conservar la esperanza. Sonia no tardaba en darse cuenta y sabía que en cuanto lo supiera llegaría el fin de los dos.
Su cuerpo ya no podía ofrecerle nada a su hijo, los pocos nutrientes que había en ella, el ya los había absorbido, no quedaba nada más. El fin estaba anunciado.
Era casi un mes, casi un mes en el que no veía a sus hijos, a Harry, su madre, sus amigos.
Era un mes aproximadamente; casi un mes desde que ya no veía ni la luz del sol.
Sonia los había vencido.

***Holis... votos + comentarios= Yo feliz (^o^)

La gran mentira (Harry Styles y Kenny)  EDITANDOWhere stories live. Discover now