Esclavos de la noche.

By xobriendrauhl

195K 8K 191

Todo iba vien en la vida de ___, hasta que Justin Bieber se cruzó en su camino. Desmoronando sus esquemas, ca... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Epílogo

Capitulo 49

2.3K 108 2
By xobriendrauhl

"Te quiero a ti..."

Sus labios volvieron a invadirme. El calor llenaba todo mi cuerpo, la habitación. Y su respiración iba rápida, como la mía, a mil por hora. Nuestras lenguas disfrutaban de su pequeña batalla, sin vencer, sin derrota, solo disfrutando del sabor del otro. Sus manos apretaban mi cintura, pegándome mas, queriendo mas. Y yo también lo deseaba, llevaba deseándolo mucho tiempo. El corazón a mil revoluciones y no importaba, daba igual. Sólo quería sus labios en contacto con los míos.

Justin me levantó lo suficiente como para enrollar mis piernas alrededor de su cintura, apretándome, haciendo que soltara un pequeño suspiro que se unió a mi gemido. Mi espalda chocó contra la pared. Sobraba ropa, mucha ropa y a los dos nos incomodaba. Mi pecho chocaba contra el suyo. Una de sus manos subió lentamente por mi tripa dedicándome caricias, amor. Subió hasta mi pecho y allí ya no fue delicado. Sus labios descendieron por mi cuello haciendo un pequeño camino hasta mis labios para después volver a recorrerlo hacia abajo, hasta mi pecho, haciendo que viera las estrellas en cuestión de segundos mientras él chupaba y mordía y yo perdía totalmente el control de mí misma. Volví a apretarme contra él, restregándome un poco para regalarme otro de sus gemidos que me hacían volar muy muy alto. Su cintura estaba totalmente apretada a la mía y diablos, si eso no se sentía bien.

Mis manos se entrelazaban con su pelo, tirando de él en el momento justo en el que sentía que iba a alcanzar el clímax. Pero todavía no, todavía era pronto, quería mas de él. Le había echado de menos, mucho. Y ahora le tenía aquí, conmigo y lo demás no importaba. Solo disfrutar, solo él y yo.

"Joder, gatita, no me provoques." Susurró contra mi cuello.

Me incliné hacia delante y volví a hacer el mismo movimiento, notando como él cada vez se ponía mas duro, y susurré: "Quiero mas, Justin, mucho mas..." 

Un profundo gruñido del fondo de su garganta cobró vida. Reí contra su oído y mordisqueé su lóbulo mientras nos dirigía a la cama con una velocidad increíble. También tenía prisa, como yo, pero ambos lo queríamos despacio. Profundo. Lento. Nuestro.

Me dejó caer sobre la cama colocándose él entre mis piernas. Y mas besos, mas caricias. Mas besos de los que nos dejaban sin respiración, de esos suaves, calientes y malditamente sexys. Mordí su labio mientras sentía como la única pieza de ropa que tenía se deslizaba por mis piernas. Sus labios volvieron hasta mi pecho, atrapando uno de mis pezones mientras no dejaba solo el otro. Masajeaba uno mientras el otro era atrapado por el inmenso placer que producía su lengua contra mi piel.

"Justin..." solté en un suspiro ahogado.

Mi cuerpo se arqueaba hacia delante sintiendo el calor que su boca desprendía. Y es que casi no podía mas, le había echado de menos, infinitamente. Y ahora estaba aquí, era mío, todo él. Y yo suya, como siempre había sido.

"Tranquila, gatita, sólo acabo de empezar..." Murmuró con la voz grave y una sonrisa maliciosa.

Sus palabras hicieron que mi bello se erizara. Me ponía nerviosa, todo él, entero. Me hacía débil y temblorosa a la vez que fuerte y segura. Él, sólo él, hacía que fuera yo misma.

Dibujó un camino de besos hasta la parte baja de mi cintura. Mi corazón se aceleraba, a toda ostia. Mi cuerpo ahora mismo era gelatina bajo sus manos. Me dejaba hacer, disfrutaba. Maldita sea, si lo hacia. Con un dios como él, ¿cómo no iba hacerlo? 

Sus labios besaron mis muslos, bajando por cada uno, primero una pierna, luego la otra. Provocándome, tentándome. Y yo me retorcía de sumo placer y aún no me había tocado ahí. Justo cuando iba a llegar cerré un poco las piernas, no sé por qué lo hice, fue instintivo. Levantó la vista y sus ojos coincidieron con los míos. Acarició con las yemas de sus dedos la parte exterior de mis muslos regalándome tranquilidad.

"Déjame probarte, ____. Seguro que estas deliciosa." Susurró con la voz rota.

Joder, como me tenía. No era normal.

Asentí y volví a abrir las piernas. Él se inclinó sin apartar los ojos de mí. Cuando su lengua tocó mi feminidad, fue el paraíso. Cerré los ojos y me dejé llevar. Su lengua estaba haciendo maravillas. Lamía, chupaba. Y cuando sus dientes actuaban yo no podía mas. Mis manos se agarraron de su pelo mientras gemía. Esto era otro nivel, otra sensación de placer completamente distinta. Noté su lengua adentrándose en mí y arqueé mi cuerpo queriendo mas. Mas de él. Mas de nosotros.

"Que bien sabes, ____..." Pronunció llevándome con él a otro lugar. Lejos, muy lejos.

Dio otro fuerte lametón que hizo que mi cuerpo temblara. Joder, joder.

"Justin, voy a..." Murmuré mientras mis manos agarraban las sábanas con fuerza.

"No, no, aún no..."

Noté como dos de sus dedos se colaban ahora donde hace un momento estaba su lengua. Siguiendo el juego, haciendo que me mareara, sus dedos siguieron el movimiento de vaivén. Hacia delante, hacia atrás. Yo no podía mas. Iba a llegar en cualquier momento. 

Me incliné hacia delante y rodeé su cuello con mis manos para atraerle hacia mí y besarle. Besarle con unas ganas infinitas, respirando su aire, probando mi sabor. Justin me respondió con la misma voracidad, sin dejar de hacerme sentir aquella explosividad. Le quería dentro. A él. Ahora.

"Por favor, Justin..." Supliqué contra sus labios antes de volver a unirlos.

"Por favor, ¿qué...?" Apoyó su frente contra la mía. Nuestras narices se rozaban y yo solo dejaba escapar gemido de placer.

"Te quiero a ti..."

"Me tienes a mi." Dijo deslizando sus labios sobre los míos.

"Te quiero dentro de mi."

"¡Pues vamos a follar como locos!" Gritó una voz distinta a la de Justin.

Y entonces abrí los ojos.

Justin:

"¿Estamos todos?" Preguntó Tony.

Asentimos. No había salido últimamente de allí. De aquel edificio. Su base secreta. No aquel en el que me habían encerrado desde un principio. Su edificio general. Su terreno.

Desde que había llegado (sí, ahora lo digo así), había estado metido en aquel edificio perdido, sucio y apestoso. Esta era la segunda vez que venía a la empresa de Tony. La primera para llevarme una buena paliza... Todavía recordaba los golpes... por ella.

Negué con la cabeza y me obligué a estar atento. Esto era importante. Íbamos a coger el envío de uno de los grupos mas importantes de todo Estados Unidos, y no era un juego de niños. Iba a ser peligroso, muy peligroso, y debía poner mis cinco sentidos en la misión que me toca ejercer.

Había muchas caras que había conocido desde que estaba aquí. Algunas mucho mas agradables que otras. Derek, Shaw, Travis, Lucas... Habían hecho que fuera uno de ellos, un monstruo. Y había empezado a acostumbrarme a la sensación de ser temido, de ser odiado, de ser poderoso. Y empezaba a gustarme, a gustarme mucho.

Estábamos en la Sala B, una de las últimas salas, en el sótano, rodeando la mesa central que iluminaba la única luz que había en el techo. Preparando lo que sería el mejor contrabando de la historia. Y yo quería participar. Yo quería estar en el juego, en la acción.

"Bien, empecemos." Anunció Tony, que se encontraba a mi derecha observando todos y cada uno de los mapas y papeles que se encontraban en la mesa. "Esto es lo mas importante que hemos hecho, chicos. No permitiré ni un puto fallo. Ni uno solo. Todos tendréis que representar vuestro papel a la perfección, si veo que alguno se desvía, será sustituido. Y seguro que nadie quiere ser sustituido." Su voz ronca por el tabaco entraba de lleno.

"El barco llegará en dos días. En dos días todos estaréis en vuestros puesto esperando ordenes y acatándolas. Scot, tu recibirás la mercancía junto con cuatro hombres: David, Shaw, Dylan y Oliver."

"Entendido." Confirmó Scot.

Scot agarró uno de los papeles que Tony le ofrecía. Supuse que ponía la hora, el barco y el código del envío junto con el número de embarque y de cajas.

"Travis, te quiero en la retaguardia junto con tus chicos. No quiero que nadie estropee el plan. Nadie puede acercarse a menos de 10 metros del barco sin mi consentimiento, ¿queda claro?" Ordenó señalando el perímetro en el mapa que había justo en el centro de la mesa.

"Captado jefe." Anunció Travis con una sonrisa de orgullo.

"Derek, Lucas y Greg iréis en los camiones a esperar la mercancía. Los chicos os la llevaran hasta este bunker y vosotros la recogeréis una vez la hayan colocado todo dentro." Marcó la cruz en el lugar indicado.

Los tres asintieron sin decir una sola palabra. Todavía no había dicho que sería lo que me tocaría hacer a mí, pero lo intuía. ¿Estaba preparado? No lo sabía. Pero lo haría. Como siempre. Porque no soy un cobarde.

"Justin, tú conmigo." Asentí sin mirarlo.

"¿Qué haremos?" Sí, me atreví a hacer la pregunta después de todo.

"Vamos a matar a todos y cada uno de los tripulantes de ese barco."

Tragué saliva. 

"A todos." Murmuré.

_____:

"¡RYAN VETE A LA MIERDA!" Grité lanzando la almohada hacia su cara.

Mala suerte la mia que la cogió al aire antes de que impactara mientras se volvía a reír con mucha mas fuerza.

"Eso te pasa por soñar cosas que no debes y encimas comentarlas en alto." Comentó riéndose como si en cualquier momento le fuera a faltar el aire.

"Que te jodan." Comenté mientras me cruzaba de brazos sentada sobre la cama de Justin.

Esa noche nos habíamos quedado hasta muy tarde trabajando sobre los posibles lugares en lo que podría estar Justin, y como íbamos a lograr reunirnos con él. Yo acabé tan cansada que tuve que quedarme a dormir en su casa. Al menos había una cama vacía. Asi que esa noche me dormí en la habitación de Justin, que tantas otras veces había compartido con él y cuando todo estuvo sumido en un completo silencio y Ryan estaba completamente k.o, lloré. Lloré cuando su olor me invadió y me hizo echarle mucho de menos. Me recordó donde podría estar, que estaría haciendo y como sería. ¿Habría cambiado mucho? ¿Pensaría en mi de la misma forma que yo en él? ¿Habría intentado escapar? La chica que vino a verme, dijo que nunca saldría de allí. Pero, ella escapó, ¿no? Tiene que haber una salida y si la hay, tiene que haber un modo de entrar.

Ryan y yo vamos a conseguirlo. Voy a conseguirlo.

"No, gatita, te joderé yo a ti, grrr" Dijo imitando la voz de su amigo desde la puerta de la habitación.

Me levanté de la cama y fui directa hacia él. Pareció tardar en ver a donde iba y su risa se paró cuando se fijó en mi cara, completamente serie salvo por una sonrisa perversa.

"Te vas a cagar, Butsy."

Y los dos echamos a correr por toda la casa, riendo, por primera vez después de muchas semanas. Y nos sentíamos bien, nos sentíamos libres.

Porque íbamos a conseguir traer a Justin.

Continue Reading

You'll Also Like

167K 20K 52
Elladora Black es la hija menor de Orion y Walburga criada para ser una sangre pura perfecta, sin embargo no es lo que planearon. Narcisista, egoíst...
524K 40.6K 141
Valentina y Lorenzo viven en el mismo edificio, uno sobre el otro. Su relación comenzó con el pie izquierdo desde el día en que él se mudó. Valenti...
36.6K 1.3K 18
Libro registrado en safe creative : 1904140648131 Ann Jones Es una chica qué cursa el último año de escuela. Ella no es la típica nerd, simplemente e...
358K 33.2K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...