Esclavos de la noche.

By xobriendrauhl

195K 8K 191

Todo iba vien en la vida de ___, hasta que Justin Bieber se cruzó en su camino. Desmoronando sus esquemas, ca... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Epílogo

Capitulo 47

2.2K 98 2
By xobriendrauhl

"Pensaba mas en él que en la persona que estaba en una estúpida cama de hospital."

_____:

“Matt, hey…” Susurré acariciando su frente. “Hola…” Sonreí cuando sus ojos me alcanzaron.

“¿Qué-qué…?” Matt parecía confuso. Se intentó levantar de la cama mientras miraba todo a su alrededor, como si estuviera perdido y a oscuras. “¿Dónde estoy…?”

“En el hospital, ¿recuerdas como llegaste?” Pregunté manteniendo mi voz en el mismo tono.

Matt acababa de despertarse después de una semana entre la vida y la muerte. Había pasado una semana desde que todo se había quebrado, desde que todo se hubo roto. Una semana sin llamadas, sin saber de él y de nadie. Una semana con el único pensamiento en la cabeza de sí volvería a ver los ojos de Matt. De sí todo volvería a su cauce.

Tal vez merecía eso, la culpa. Por confiar en quien no debía, por enamorarme de la persona errónea. Matt estaba en esta cama por mí, por haber ido demasiado lejos. Por pensar que él no sería capaz, por no lo que tenía delante.

No había tenido noticias suyas desde aquel día. Ni un mensaje, ni una llamada. Nada. Y Ryan tampoco. Ni si quiera su familia que vivía ajena a todo esto. Nadie sabía donde estaba, ni si seguía vivo. Cada vez que pensaba que podía estar muerto mi corazón dolía. Dolía como si lo arrancaran. Pero yo sabía que seguía vivo, en alguna parte, con quien fuera, pero vivo. Y eso, por lo menos, me daba un motivo para no echar todo por la borda. Le echaba de menos, mas de lo que podía admitir. Tal vez, sólo tal vez, volviera. Porque yo sólo quería una noticia suya. Que alguien me dijera que estaba bien, que no le habían hecho daño. Que a pesar de todo, seguía vivo. Con eso podría seguir adelante. Sola. Sin él. Como debería haber hecho hace tiempo.

“No, no recuerdo nada a parte de estar bailando con vosotros y… y luego…” Frunció el cejo como si se estuviera obligando a recordar. “Sa-salí con Justin… y… Joder, no puedo. ¡Maldita sea!” Matt dio un fuerte golpe al colchón con la mano frustrado.

“Para, Matt. No te obligues, ¿de acuerdo? Poco a poco.”

“Cuéntamelo, ____. Por favor.”

“Yo-“

“¡Hijo!” La voz de la madre de Matt se coló por toda la habitación. Sus padres habían salido a comer algo mientras yo me quedaba a cuidarlo. Habían estado toda la semana sin despegarse de su hijo. Casi no habían pasado por su casa y dormían cada noche en la sala de espera si no les dejaban pasar la noche con él.

Me levanté de la silla cuando Johanna, la madre de Matt, fue corriendo a abrazar a su hijo. Lloraba lágrimas de felicidad y abrazaba a su hijo como si le fuera la vida en ello. Dándole amor y cariño. Que era lo que necesitaba en este momento.

“Gracias, ____. No sé que hubiera pasado si no hubiera estado con vosotros.” Charlie, el padre de Matt, me apretó los hombros de forma cariño mientras los dos contemplábamos la estampa. Era un momento íntimo y yo empezaba a sentirme incómoda por obsérvalo. “Si ese ladrón hubiera movido unos centímetros mas el brazo mi hijo no lo hubiera contado. Gracias a Dios, vosotros estabais con él. Tiene que entender que no puede ser siempre el héroe.”

“Eso siempre se lo he dicho.” Forcé una pequeña sonrisa. Levanté la vista y le miré haciendo una mueca. “Os dejo solos, tenéis que disfrutar ahora.”

“Gracias.” Escuché la voz de Johanna antes de cerrar la puerta tras de mi.

Necesitaba café. Fuerte.

Fui caminando por los pasillos casi huyendo. No quería volver a estar en esa habitación. No quería sentir mas culpa de la que ya tenía. No quería agradecimientos. No quería nada. Le quería a él pero eso era imposible. No después de esto. No después de haber tenido que ocultar lo que realmente pasó a los padres de Matt. De inventar otra historia completamente distinta. Porque, ¿cómo iba a decirles la verdad? ¿Cómo les dices que el verdadero culpable era mi novio? ¿Cómo les contaba que lo hizo delante de mis propios ojos y que después huyó sin ni siquiera mirarnos? No puedes hacerle esos a unos padres, no podía hacerle eso a Justin.

He mentido por salvar a alguien al que no volveré a ver nunca. Alguien que no se ha vuelto a preocupar por mi ni por su familia. Y estoy defendiéndolo. Y callándome, porque si dijera algo la policía iría tras él y me preguntarían, y yo no quiero sentirme mas inútil de lo que me siento al no poder decirles nada. Porque no sabía nada. Y Matt tenía un jodido agujero de bala en el pecho.

Llegué a la cafetería y eché la moneda en la máquina. Un café doble me vendría de maravilla, y eso que no me gustaba el café, pero esta semana no había bebido otra cosa que no fuera eso. Tenía que estar despierta. Tenía que ser la primera que viera que Matt estaba vivo.

Cogí la pequeña taza y me la llevé a los labios. El líquido cayó por mi garganta quemándome, pero ya estaba acostumbrada. No me importaba lo caliente que estuviera. Había cosas que dolían todavía mas.

Tiré el vaso a la papelera cuando terminé y decidí salir a que me diera el aire. Si Matt recordaba todo el plan se iría al traste. Estaba segura de que Matt lo contaría. ¿Qué iba a impedírselo? Justin al final acabaría encerrado, unos cuantos años y quizá demasiados. Y yo no podía tenerlo entre rejas. No podía. Sería como tener aquello que mas deseo a centímetros de mí y jamás alcanzarlo. Nunca. Y me jodía estar tan enamorada de él. Porque incluso ahora, pensaba mas en él que en la persona que estaba en una estúpida cama de hospital. ¿Cómo podía ser eso sano para alguien?

No lo era.

Había caminado hasta la salida casi sin darme cuenta. Me senté en las escaleras de la entrada abrazando mis piernas contra mi pecho. No había vuelto a llorar. No después de la primera noche. Y mi cuerpo me lo gritaba, pero mi cabeza no le dejaba. No iba a ser débil. Había aprendido de él a no serlo, a mantenerme a flote aunque doliera infinito. Enterré la cara entre las piernas y cerré los ojos.

Tal vez ahora podría desobedecerle y llorar. Merecía hacerlo. Pero no podía.

“¿Qué voy hacer?” Susurré a la nada.

“Perdona, ¿eres ____ Sanders?”

Levanté la cabeza al oír mi nombre completo. Una chica morena y alta se alzaba delante de mi, vestida con unos vaqueros ajustados y una camiseta bastante ancha. Era muy guapa a pesar de las ojeras que tenía bajo sus ojos. Respiraba entrecortadamente.

“¿Quién eres?”

“Eso no importa. Eres Sanders, ¿si o no?” Volvió a preguntar con insistencia.

Asentí levemente. “Soy yo.”

“Te traigo un mensaje de alguien. Justin.”

Mi corazón dio una voltereta. Me puso de pie en seguida ante la mención de su nombre. Mi cuerpo temblaba.

“¿Dó-dónde está? ¿Qué le ha pasado? ¿Está bien? Dime que si, por favor, dime que sí.” Mi boca y mi cerebro actuaban con vida propia. No supe que había soltado todo aquello hasta que lo hube hecho.

“Verás, yo sólo venía a decirte que siente todo lo que te ha hecho desde el día en el que te conoció.” Lamió sus labios y tragó saliva. “Y…”

“¿Y qué mas?” Pregunté con ansia. Era lo primero que oía de Justin en mucho tiempo. Necesitaba mas que eso, mucho mas.

“Y que te quiere.”

Me quería, estuviera donde estuviera, me quería. Mi corazón se encogió haciéndose cada vez mas y mas pequeño. Sus palabras se habían clavado dentro.

Agaché la mirada intentando relajar mi respiración. Pero no quería eso. No quería que me dijera que me quería. Quería saber dónde estaba, cómo se encontraba, qué estaba haciendo. No que lo sentía. Necesitaba saber que seguía ahí.

“¿Dónde está? Por favor, dímelo, tengo que saberlo, tengo que ir-“

“No. No. Ir a buscarle es inútil.”

“No me sigas que es inútil, eso no es posible.” La encaré. “¿Dónde está?” Pregunté esta vez remarcando cada una de las palabras.

“En un lugar del que jamás va a poder salir.”

Y está vez, me permití romperte.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Siento que el capitulo sea tan corto, pero quería que vieraís como se sentía y se siente ____ en este momento y quería centrarme en este momento.

Si comentais y votaís me haríais infinitamente feliz. Gracias.

ATENCIÓN: Empezaré a subir la novela CADA DOMINGO en vez de los lunes.

Continue Reading

You'll Also Like

173K 8.1K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...
1.2K 119 21
𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒐𝒓𝒍𝒅 𝒕𝒐 𝒔𝒆𝒆 𝒎𝒆 '𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒕𝒉𝒆𝒚'𝒅 𝒖𝒏𝒅𝒆𝒓𝒔𝒕𝒂𝒏𝒅 𝑾𝒉𝒆�...
54.7K 5.4K 20
park jimin es muy cariñoso con todos nosotros. pone el ambiente en casa y es muy cariñoso... muy, muy cariñoso con todos... pero su cariño llega a ex...
524K 40.7K 141
Valentina y Lorenzo viven en el mismo edificio, uno sobre el otro. Su relación comenzó con el pie izquierdo desde el día en que él se mudó. Valenti...