Esclavos de la noche.

By xobriendrauhl

195K 8K 191

Todo iba vien en la vida de ___, hasta que Justin Bieber se cruzó en su camino. Desmoronando sus esquemas, ca... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Epílogo

Capitulo 16

3.9K 184 6
By xobriendrauhl

  “Nunca nadie me había bailado de esa manera...”

Música de nuevo. El olor a humo y alcohol invadía todo el establecimiento, mezclado con el olor a perfume y sudor que la gente iba dejando. No soltaba su mano, no podía. Aún no llegaba a sentirme segura en aquel lugar y mucho menos con esta ropa. La gente bailaba separada, pegada, muy junta. No sabías donde empezaban el cuerpo del otro. Manos por todas partes, arriba, abajo, balanceándose, tocando. Apreté su mano. Al fondo el DJ ponía Bad Boy de Cascada. Vaya, venía al pego, ¿una indirecta? La música sonaba alta, fuerte, hacía retumbar el suelo y te incitaba a bailar. Poco a poco la gente nos iba dejando pasar y pudimos llegar a la pista. Justin movía su cabeza al ritmo de la música. Dio un apretón a mi mano cuando llegamos al centro.

-Remember the feelings, remember the day. My stone heart was breaking. My love ran away. This moments I know I would be someone else. My love turned around and I fell-

Siempre me había gustado esta canción, podías bailar bien con ella (en este ambiente, claro). Mordí mi labio aún no muy segura de que hacer o que decir. Justin soltó mi mano dándose la vuelta hacia mí. Sonrió de lado, con esa sonrisa tan suya. Su cuerpo se acercó a mí rozando sus labios con mi oreja. Un susurro, dos. La música nos envolvía.

“¿Sabes bailar, gatita?” Voz ronca. Piel de gallina.

Su mano se deslizó por mi mano subiendo poco a poco por mi brazo para una vez llegar a mi hombro, hacer su camino hasta abajo, hasta mi cintura.

-Be my bad boy, be my man, be my weekend lover. But don't be my friend-

“Mejor de lo que tu crees.” Respondí. Iba a ganar su juego por una vez. Iba a seguir el consejo de Danna, ese que me dió hace mucho tiempo: Se tu misma pero un poco mas atrevida.

-You can be my bad boy, but understan that I don't need you in my life again-

Se lo tomó exactamente como yo quería. Un juego. Sus manos apretaron mi cadera, ambas ya se habían colocado ahí en un movimiento rápido. Un empujón, como un golpe seco. Mi cuerpo pegado al suyo y sus manos acariciando parte de la espalda que mi vestido dejaba ver. Había electricidad pura, fugaz. Apoyé mis manos en sus brazos. Los tatuajes aún podían verse bajo la luz tenue del lugar. Fui subiendo mis manos como él antes había hecho por sus brazos. Poco a poco alcancé su cuello y subí un poco mas, colocando mis manos en su nuca, sintiendo su pelo entre mis dedos. El estribillo volvía a repetirse. Mi cuerpo quería amoldarse al suyo. Mis caderas comenzaron lentas a un lado y al otro. Mis dedos recorrían su pelo revuelto. Me dejaba llevar por la música y me pegaba aún mas a él. Cintura a cintura. Notaba su respiración, cada vez mas rápida. No se movía. Me encanta. Cerré los ojos acercándome a él, a su cuello. Y lo besé. Lo besé lento. Lo besé con un toque delicado, el cual te dejaba loco (sabéis el tipo de beso del que hablo). Oí un gemido. Sonreí, esto ya estaba hecho.

Me dí la vuelta cuando sus dedos se aflojaron un poco tras el beso. Lo estaba consiguiendo y me encantaba. Sus manos volvieron a atrapar mi cintura.

-You once made this promeise to stay by my side, but after some time you just pushed me aside. You never thought that a girl could be strong, now I'll show you how to go on-

Mi cuerpo comenzó a balancerse de un lado a otro. Manos arriba siguiendo el ritmo que Cascada me marcaba. Mi cadera acompañaba a mi cuerpo y mis manos fueron bajando poco a poco dibujando el contorno de mi cuerpo. Las manos de Justin se apretaron en torno a mí. Lamí mis labios. Comenzaba a tener calor.

-Be my bad boy, be my man, be my weekend lover. But don't be my friend-

Pegó estaba vez su cintura a la mía. Fuerte. Mis ojos se abrieron al sentirle. ¿He hecho yo eso? Con sus manos marcaba el ritmo de mi cintura y la suya. Nos movíamos lentos, sin nada de separación. Eché mi cabeza hacia un lado haciendo que mi pelo cayera en esa dirección. Mis manos fueron a las suyas.

-You can be my bad boy, but understan that I don't need you in my life again-

Sentí sus labios en mi cuello. Un beso, dos, tres. La música y el baile nos llevaba a otro mundo. Lengua, un dulce lametón.

“Gatita, ¿has visto lo que has hecho?” Susuró contra mi cuello.

-That I don't need you again, no I don't need you again-

“¿Tigre, no puedes ni contenerte en un baile?” Respondí sonriendo cuando la canción terminó.

Le miré todavía colocada delante de él. Justin se miró hacia abajo y se encongió de hombros. La sonrisa irónica volvió acolarse en sus labios.

“Lo que haga, no es problema mio. Deberías controlar a ese precioso culo que tienes.” Sus manos bajaron entonces a mi culo. Me aparté de un empujón.

“No te pases, solo estábamos bailando.” Mi voz había cambiado drásticamente. Eso no iba a pasar.

Levantó las manos en señal de rendición una vez ver mi cara. “Tranquila, ___.” Metió después sus manos en sus bolsillos. Se veía adorable si no fuera por el bulto que sobresalía en sus pantalones. Mi cara se tornó roja cuando me fijé en ese punto y aparté la mirada. La sonrisa de Justin se ensanchó.

“Voy a por algo de beber.” Pasó por mi lado para dirigirse a la barra no sin antes acercase a mi y susurrar una frase que hizo que mi bello se erizara. “Nunca nadie me había bailado de esa manera...”

Mi cara se puso aún mas roja si eso era posible. Agaché la cabeza y evité mirarlo mientras una risa brotó de su garganta mientras se alejaba. Gilipollas. Ahora me había quedado sola. Cerré los ojos y aparté mis pensamientos del baile, Justin y su estúpido empalme. Observé mi alrededor. Las parejas bailaban juntas, pegada. ¿Qué tenía mi baile de especial? Joder, pasa de eso, solo quería ponerte nerviosa. Lo había conseguido. Agh. Me abracé ami misma no sabiendo que hacer. Justin comenzaba a tardar un poco. Coloqué un mechón de mi pelo detrás de mi oreja e intenté visualizarlo por el lado en el que se había marchado.

“¿Estas sola, preciosa?”

Unas manos acariciaron mi espalda. Me alejé. Un chico alto y moreno se había acercado. Llevaba el pelo corto, rapado por los lados y sonreía con los dientes torcidos mientras sujetaba una cosa. Sus ojos negros no me gustaban nada.

“No, lo siento, estoy con alguien.”

“Oh vamos, ¿quieres bailar?” Preguntó dando un paso hacia mi. La distancia se cortó de nuevo. Negué con la cabeza y me eché hacia atrás chocándome con alguien que hizo que caminara de nuevo para adelante.

El chico pensó que me había acercado y agarró mi mano tirando con fuerza hacia él. Mis manos pararon mi golpe en su pecho. Las suyas acariciaban mi cintura bajando poco a poco al final de mi vestido.

“Así estas mejor, guapa. Bailame como has bailado antes.” Su aliento olía a alcohol. Aparté mi cara con asco de él intentando soltarme.

“Suéltame.” Espeté. Como vi que estaba borracho le pegué un fuerte empujón que hizo que se tambaleara hacia atrás soltándome. No sin antes tirarme la copa encima cuando casi se tropieza. La cara de aquel chaval cambió en un segundo y pronto lo tenía delante de mi agarrando mis hombros con mas fuerza que la de antes. Justin, te necesito.

“Puta, vas a pagar-”

“Creo que no, tío.” Su voz. Mi salvación. “Y ahora vas a soltar las manos de mi chica. ¡Ahora!”

Justin había aparecido detrás de mi. Aquel grito había asustado al chico que en seguida apartó sus manos de mi. No necesitaba ver la expresión del rostro de Justin. Sabía como debía de estar ahora. Su mano agarró mi muñeca y tiró suavemente de mí para colocarme detrás de él mientras encaraba al tipo.

“No sabía que estaba contigo, Bieber.” El chico tragó saliva alejándose poco a poco de Justin. Su expresión era de horror total. La espalda de Justin se tensó. Me pegué a él.

“Dejálo, por favor. Olvidalo y vamonos...” Supliqué. Pero no me oyó. La voz estaba muy alta y yo no podía gritar mucho más.

El puño de Justin se levantó y las manos del chico también al mismo tiempo, cubriéndose la cara. Esto no podía pasar. Cerré los ojos y apreté la mano de Justin.

“Justin, por favor, no.” Volví a suplicar. Abrí los ojos. El chico seguía con las manos en la misma posición pero Justin comenzaba a bajar su puño. Su cuerpo se relajaba. Se giró. No me dio tiempo a decir nada más.

Justin aumentó la velocidad sacándonos del local a toda prisa. Estaba asustada, preocupada. Dios, casi se monta una pelea delante de todo el lugar. Ni un solo comentario. Ni una sola palabra. La noche fría nos daba de lleno pero nosotros seguíamos caminando. Paso rápido. Mis tacones golpeaban el suelo con dureza. Casi estábamos corriendo.

“Justin, para.” Pedí. Tiré un poco de él pero no surgió efecto. El seguía andando y conmigo a su lado. Su mano sostenía con fuerza la mía. No iba a soltarme.

No, no hasta que llegamos al coche que abrió mi puerta con un golpe seco.

“Entra.”

No discutí mas. Pero no quería verle así. Hoy era otra noche, hoy no debía haber peleas, no debía haber enfado. Eramos él y yo. Quería sentirme bien, quería que él también lo estuviera. Monté en el coche y cerré la puerta al mismo tiempo que él entraba por su lado. Cerró de un golpe e introdujo la llave de contacto. Sus manos apretaron con fuerza el volante y los nudillos se volvieron blancos. Le miré. Mandíbula apretada, mirada fija en la carretera y ojos negros, negros como la noche. Nunca le había visto así. El motor rugió y aceleró. Íbamos rápido y no sabía hacía donde.

“Justin...”

El acelerador se apretó. 100, 110, 120... La carretera recorría las ruedas del coche. Cada vez mas rápido, cada vez la mandíbula mas apretada y el ceño mas fruncido.

“Para, Justin...”

130, 140, 150... La aguja del acelerador seguía y seguía aumentando. La carretera principal estaba desierta pero tenía miedo. Tenía miedo con Justin. 160, 170, 200...

“¡JUSTIN, PARA!” Grité con todas mis fuerzas.

Entonces sus ojos volvieron a su origen, su mirada se suavizó y frenó. Frenó en medio de la nada. Le eché una mirada aún con la agitación de la velocidad. Abrí la puerta y salí. A la mierda la cita, a la mierda el vestido, a la mierda él y su enfado suicida.

“¡Estas completamente loco!” Le grité una vez que salió del coche. “¡Podíamos haber muerto!”

“No iba a dejar que eso pasara.” Su cabeza estaba agachada.

“No puedes conducir así, ¿no lo ves?” Mi pecho subía y baja con rapidez. Él levantó su mirada y frunció el ceño.

“Puedo conducir como me de la gana. No eres mi madre.”

“No, no lo soy.”

“Entonces, ¿qué coño haces?¿Eh?” Gritó acortando la distancia que quedaba entre nosotros. Levanté la vista para verle y él acercó su cara a la mía encarándome. “Eres una niña de mamá. Casi me pego por ti, ¿y así me lo pagas?”

“No te pedí que me defendieras.”

“¡NO IBA A DEJAR QUE TE TOCASE DELANTE DE MI NI DE NADIE!” Me asustó. Su voz realmente me asustó. Las lagrimas querían salir en ese instante. Mordí mi labio y agaché la cabeza.

“Estaba contro-”

“Oh, por favor, no me hagas reir, ___. Ese hijo de puta podía haberte hecho cualquier cosa ahí.” Se alejó dejándome espacio para respirar. Dio unos pocos pasos dándome la espalda con las manos sobre su cintura. Mis puños se apretaron.

“Eso nunca iba a pasar.” Susurré casi para mí.

“Dios y tu cara, joder...” Pasó una de sus manos por su cuello, frustrado.

Levanté mi cara para mirarle. “Le empujé, todo estaba bien.”

“No, no lo estaba. Y cuando me hiciste no pegarle lo que se merecía yo...”

“¿Tú, qué?” Solté enfadada.

“¡Nunca había hecho eso! Nunca había parado por nadie, ¿vale?” Mis ojos se abrieron de sorpresa y mis puños de aflojaron. “Tu me haces parar. Me haces pensar con claridad. Pero cuando Jordan te estaba tocando, yo-” Se cortó apretando la mandíbula y se dio la vuelta para no mirarme.

Di unos pasos hacia él y rodeé su cintura desde atrás con mis manos, apoyando mi mejilla sobre su espalda.

“Gracias. Gracias por parar y por haberme sacado de allí.” Susurré. Su cuerpo se relajó ante eso y continué. “Sé que no soy lo mejor que vas a encontrar y que no soy como se espera muchas veces, pero gracias por todo.”

Se giró. Mirada con mirada. Miel y verde. Suspiró y acarició mis mejillas con ambas manos. Su frente se posó en la mía y cerró los ojos. Su respiración chocaba con la mía y mi corazón aceleraba cada vez más. A mil por hora.

“Gracias a ti, por ser lo que llevo tanto tiempo buscando, una razón para parar.”

Y sus labios fueron en busca de los míos.

Continue Reading

You'll Also Like

54.7K 5.4K 20
park jimin es muy cariñoso con todos nosotros. pone el ambiente en casa y es muy cariñoso... muy, muy cariñoso con todos... pero su cariño llega a ex...
2.3K 206 9
Samuel Godoy no es el futbolista más destacado de Argentina, tampoco es el más conocido de sus hermanos, pero hace sus más grandes intentos por ocupa...
162K 6.6K 43
[Próximamente habrá una descripción aquí]
1.4K 98 12
Joel y Tn llevan 5 meses de relación como pareja. Tn hace 1 año y medio sufrió mucho, que la hizo tomar decisiones muy severas que iban a cambiar su...