En este mes que ha pasado no he derramado ni una sola lágrima, nadie sabe porque lo hemos dejado, solo saben que lo hemos hecho, no voy a dejarlo mal, no voy a dar pena, no quiero, prefiero reinventarme, ser más fuerte y demostrar que puedo con esto y con mucho más.
-¿En qué piensas? -pregunta Adele.
Estamos en el avión camino de Grecia, en nueve días es la boda y yo voy como ayudante, junto al capullo de Cameron, que por cierto se ha dado un tiempo con Sol. Cosas raras de mi mejor amigo.
-En nada. -sonrío.
-Ya, será eso... -ríe.
-¿Y tú en que piensas? -pregunto mirándola fijamente.
-En la boda, estoy muy nerviosa, quizás soy demasiado joven.
-Adele, sois jóvenes los dos pero eso no significa que no debáis hacerlo, mira Lucy y Matt, ya con dos hijos, mira Shawn y Diana con una hija, mira Amanda y Julie comprometidas, no eres demasiado joven si te sientes segura sobre lo que vas a hacer. -digo cogiéndole la mano.
Cameron que se acaba de despertar nos mira.
-Adele. -dice mirándola. -Carter te quiere más que a nada y le da igual la edad que tenéis, para él solo existes tú.
-Gracias chicos. -dice y nos abraza a ambos.
Aún nos quedan tres horas para llegar a Grecia así que decido dormir un rato ya que últimamente he perdido bastantes horas de sueño, Adele me despierta poco antes de anuncien que vamos a aterrizar. Una vez en el aeropuerto cogemos las maletas para coger otro avión que nos lleve a Santorini. Carter no llegará hasta dentro de dos días y él viene con Marie y Taylor, él es la razón por la cuál Carter no vebndrá hasta dentro de dos días ya que Adele prefirió no juntarme con él en el avión y no habían más vuelos, pero bueno, creo que ha sido la mejor, si él hubiese venido en el avión probablemente ya estaría muerto.
Por fin llegamos al hotel, en cuánto nos dan las llaves de las habitaciones me despido de Cameron y Adele que piensan ir al SPA y me voy a mi habitación, a dormir, porque ahora mismo solo me apetece dormir. Dejo la maleta a un lado y me desnudo quedándome en ropa interior, me tumbo en la cama y miro al techo. Siento una punzada en el pecho y noto como las lágrimas se acumulan en mis ojos, ¿a qué viene llorar ahora? Ni siquiera yo lo se, solo se que tengo ganas de llorar, quizás por la emoción de la boda o por Taylor, o quizás por nada, no lo sé. Me levanto de la cama y abro la maleta, saco mi cuaderno de dibujo y empiezo a trazar lineas sin sentido, al rato me doy cuenta de lo que estoy dibujando, hay dos siluetas y una le entrega un corazón a la otra, creo que es uno de los dibujos más bonitos que he hecho sin lugar a dudas. Miro la hora, no me había dado cuenta de que el tiempo había pasado tan rápido, dejo el cuaderno y el lápiz a un lado y me tumbo en la cama cerrando los ojos, ahora sí que voy a dormir. Son los golpes en la puerta lo que me despierta, me froto los ojos y miro la hora, no me lo puedo creer, me dormí a eso de las siete de la tarde y son las diez de la mañana, que locura. Voy hacía la puerta y abro encontrándome con Cameron y Adele, ambos vestidos para ir a la playa.
-¿Vamos a la playa? -pregunto frunciendo el ceño.
-Si, pero primero deberíamos desayunar. -dice Adele. -Así que vistete.
-Vaaale.
Voy hacía mi maleta y busco que ponerme, al final me decido por uno de los bikinis que me compré hace poco y encima un vestido blanco totalmente transparente, unas sandalies marrones, el capazo donde guardar la toalla y el neceser con el monedero, el móvil y demás y mis nuevas gafas de sol de givenchy.
Entro al baño con la ropa en los brazos y me lavo la cara y los dientes, me peino y me recojo el pelo en una trenza a un lado, después me visto y salgo.
-¿Qué tal? -pregunto a mis amigos.
-Fabulosa. -dice Cameron. -Pero va, que tengo hambre.
Me aseguro de haberlo cogido todo y salimos de la habitación.
-No te preguntamos como has dormido porque se ve que bien. -dice Adele.
-La verdad es que sí, además lo necesitaba.
-Las camas son muy cómodas, estoy deseando probarlas. -dice mientras bajamos al comedor.
-Eres un capullo. -digo dándole un golpe en el hombro.
Cameron nos pasa un brazo por encima del hombro a ambas y sonríe.
-Pero las dos me adoráis.