La muerte se llama... Eleanor...

By Mrs-Write_

30.7K 2.5K 253

¿Y si tres días antes de tu boda, te enteras que tu pareja ha sufrido un accidente? Descubre la historia... More

Prólogo
|Noticia|
|Blanco|
|Se cancela|
|Frío|
|Confió en Ti|
|Silencio|
|Escondidas|
|Desprecio|
|Piezas|
|El Sueño|
|Ella|
|Lluvia|
|De esos días|
|CentralParck|
|Samy|
|Semana difícil |
|Bungee|
|La verdad|
|¡Vamos!|
|Lago Champlain|
|De Nuevo|
|Virtudes que no tenemos|
|Yosemite = Everest|
|¡Cumbre!|
|Tacoma|
|Cálido|
|Energía nivel 1|
|Nudillos|
|Aquarium|
|Cansada|
|Disputa|
|Energía nivel 4|
|Secretos de las Vegas|
|Cualidades|
|La duda|
|Casual|
|¡No es lo mío!|
|Votos|
|Rumbo|
|Con sabor a Italia|
|Tiempo|
|US BANK TOWER|
|Torpes|
|El frió significa el fin|
| ¡Cobarde! |
|New York|
|Miércoles|
|Energía nivel: 20%|
|Peligro|
|Pijamada|
|Buenos días|
|Verdadera relación|
|Háblame de ella|
|Eleanor|
|Hermanos|
|Insignificante verdad|
|Tal vez...|
|"Shine"|
|Adictos|
|Ataduras|
|Traición|
|Sin rodeos|
|La número 10|
|De norte a sur|
|Nacer y morir|
|Piezas|
|Baúl|
|¡Desde cero!|
|Negro.|
|¡Te amo!|
|La muerte se llama...|
Epílogo.
|¡BONO!|

|¡Advertencia!|

251 29 3
By Mrs-Write_

Eleanor.

Creí que dejaría de respirar... los brazos de Nathan eran fuertes y podían rodear todo mi cuerpo sin ningún problema; la manera en la que me abrazaba como si fuese algo precioso e incluso sentir sus latidos golpeando mis oídos. Sin embargo estaba frente a mí, tomándome con cierto miedo al mismo tiempo me hacía sentir tan cálida entre sus brazos, no me había dado cuenta de lo ansiosa y desesperada que estaba por verlo. Aun así la razón por la que había venido no era para darle un abrazo —tengo que decirle...— sabía eso, pero al menos quería disfrutar un poco más de su aroma, de su calidez, de su ansiedad por no dejarme ir,  solo quería estar un momento más y sentirme preciada para alguien.

-Nathan tenemos que hablar...-susurré con dificultad. Lentamente Nathan fue soltándome para así encontrarnos con la mirada, eran como dos imanes que no podían separarse aun cuando lo desearan- vine porque tengo que hablar contigo.

-¿Sobre?-preguntó rápidamente y con cierta desconfianza.

-En realidad...-había practicado miles de veces la forma en la que vendría a buscar a Nathan y así hablar sobre el tema, pero al final resultaba que un espejo no era igual que tener al verdadero Nathan frente a mí. Los nervios eran mis verdaderos enemigos al igual que la constante mirada del chico de cabellos rizados.

-Creo que me doy una idea...-mencionó Nathan con la voz ahogada en un extraño suspiro- aunque prefiero cenar antes de que lo digas.

"¿Eh?"

-¿Cenar?-repetí completamente incrédula.

-Bueno... en realidad no había estado comiendo muy bien-explicó el chico, quién tomaba algunas cosas del refrigerador- ¿Te quedaras o tienes que regresar con Hudson?

-M-me quedare...-respondí completamente nerviosa.

Estar así de ansiosa no era algo normal en mí, pero desde que había recibido el mensaje de Nathan esta mañana, justo cuando pensaba en que terminaría buscándolo, me había sentido realmente nerviosa. El corazón no dejaba de latirme debido a lo que ocurrió la última vez que ayude a cocinar, esta vez simplemente me limité a esperarlo sentada en el sofá. Las manos me sudaban y mi corazón latía de forma escandalosa; intentaba desesperadamente relajarme pero estar aquí se sentía diferente después de la última vez. Giraba discretamente para mirar detenidamente lo que resultaba ser la pequeña sala, no había demasiadas cosas pero aquel aroma que durante tantas noches había anhelado sentir y recordar se mantenía en las paredes, este era el aroma de Nathan combinado con algún tipo de aromatizante. —Me siento un poco extraña pero al mismo tiempo se siente cálido y hogareño... — Sin embargo, sentirme de esa forma no me era permitido, yo en realidad no pertenecía aquí y no podía darme el lujo de imaginarme bienvenida. Fue cuando ese extraño dolor en el pecho regresó, desde aquel día en que terminé en el hospital tras salir con Hudson, me había estado sintiendo un poco enferma aunque los estudios que constantemente se me hacían arrojaban que en realidad yo estaba en perfecto estado; lo cual me resultaba no solo a mi sino también a los demás un poco extraño, ya que despertaba en las noches con dolores en el pecho, constantemente me mareaba, tenía dolores de cabeza casi todo el tiempo y algunas veces vomitaba, incluso esta mañana mi nariz tuvo una pequeña hemorragia. —Tengo que apresurarme y decirle todo a Nathan—.

-¿Estás bien?-preguntó Nathan, quién se acercó con la expresión preocupada. Colocó una bandeja con lo que parecía ser un poco de huevo con beicon y un poco de café. De la nada su mano se posó en mi frente y su rostro se acercó ligeramente al mío, aquello fácilmente pudo pintarme de un hermoso tono rojo- no tienes fiebre, aun así te has puesto toda colorada.

-¡Aléjate de mí, tu asqueroso pervertido!-grité al mismo tiempo que me alejaba rápidamente de él.

-¿Pervertido? ¿Quién te ha enseñado esas palabras?-cuestionó con una sonrisa graciosa Nathan. Verlo sonreír era...-¿Escuchas?

-¿El qué?-solté de forma distraída.

-¿Qué si te gusta el beicon?-repitió con una de sus cejas arqueada- Joder, hoy estas rarísima. Bueno no es como que seas muy normal.

-Mira quien fue hablar...

-Nunca dije que esa parte de ti me desagradara-declaró con sinceridad el chico al mismo tiempo que me miraba fijamente y me obsequiaba una cálida sonrisa- en realidad era una de las tantas cosas que extrañaba de ti.

Mierda— extrañarlo... él ni siquiera se podía dar una maldita idea de lo que yo lo había extrañado, pensaba constantemente en su forma de ser, la forma en la que solía sacarme de quicio, su mirada tan fija y expresiva, sus labios carnosos, su temperatura cálida, la forma en la que podía ser amable y al mismo tiempo ser tan varonil y pesado, la curva de su sonrisa y esos hoyuelos que se le formaban en sus mejillas, el aroma de Nathan que me resultaba adictivo, sus facciones para cada situación, la estúpida forma que tenía para comer con cubiertos; así como la forma de sus brazos y esas venas que se marcaban en su mano me resultaban incluso algo sensuales; había pasado una semana y casi todo el tiempo en lo único que había pensado había sido en él y en lo mucho que necesitaba verlo. También en el sentimiento de inseguridad y temor o la reacción que fuese a tener en cuanto habláramos.

-¿Enserio estas mejor?-insistió con ese tono de angustia-apenas has comido ¿Acaso no te gusta?

-No es eso...-respondí algo distraída, la realidad era que tan sólo pensar en lo que tenía que decirle provocaba que todo el apetito se esfumara- en realidad yo he venido a hablar contigo...

-¿Sobre como cancelaste la boda sin decirme nada?-preguntó con cierta molestia en su voz. En cuanto giré a verlo, este sostenía de forma extraña el tenedor y su expresión se miraba un tanto rígida; realmente no esperaba que me saliera con algo como esto- ¿Cuando planeabas decirme que la has cancelado?

-¿Cancelado?-repetí- Yo no...

-¡No mientas!-pidió Nathan con la mandíbula tensa. Su voz se escuchaba extraña y las venas en sus manos se notaban incluso un poco más de lo normal- Yo... no esperaba con que hicieras algo así, aun cuando te pedí que esperaras a que juntos llegáramos a una solución, pero como siempre tú has tomado las riendas y has hecho lo que has querido, dejándome atrás...

-¿Dejándote atrás? ¿Cuando hice eso? Nathan yo...-intenté girarme para tomarlo de la camisa pero este de inmediato se puso de pie hecho una furia, sus ojos me miraban prácticamente como si de ellos pudiese salir una especie de láser, su respiración era lo más parecida a la de un búfalo y sus hombros subían y bajaban de forma descontrolada.

-¿Por qué lo hiciste Eleanor? ¿Por qué la has cancelado sin decirme nada? ¿Acaso no te importó nada de lo que te dije?-exclamaba Nathan con aquel rostro hecho una furia, parecía completamente fuera de sí, en realidad no tenía idea de lo que me estaba acusando ni mucho menos de como las cosas se habían tornado a este punto- Hudson me dijo que tu habías cancelado la boda... ¿por qué? Eleanor dijiste que esperarías, lo prometiste ¿Acaso no importo nada de lo que hicimos? ¿Qué paso con la promesa que hicimos en las vegas? ¿Tampoco importa?

-Te juro que no se dé que rayos me estás hablando...-el hecho de que me acusara injustamente, terminó por cabrearme y al final yo también me puse de pie para ponerme a la par del chico. Ambos perdimos el control en solo un segundo.

Yo no había venido para discutir, sin embargo sabía que aquella posibilidad existiría una vez que le confesara aquello por lo que me había decidido a buscarlo; sin embargo no estaba preparada para este tipo de conversación, en especial porque en realidad no tenía idea de lo que Nathan me estaba acusando; sabía que no era algo que se estuviera inventando, después de todo su expresión era seria y en sus palabras había algo de verdad y dolor. "Hudson me dijo que tu habías cancelado la boda" yo no hice nada por el estilo... pero ¿Por qué le dijo algo así? La realidad era que desde que Hudson se había enterado de la verdad o más bien de la parte básica de la historia, las cosas no habían ido bien y tampoco obtuve la reacción que hubiese querido, así que en realidad no me extrañaría que hubiese cancelado la boda en la primera oportunidad que tuvo. Aunque pensar que Nathan se había creído aquello de buenas a primeras me dolía un poco... y ahora incluso me acusaba sin siquiera darme la oportunidad de explicarle.

-¡¿Podrías acaso escucharme primero?!-exclamé con desesperación. Ambos estábamos gritándonos prácticamente en nuestras caras. Nathan incluso se inclinaba un poco para quedar a la par de mis ojos, nos mirábamos con furia, era como si toda la frustración de no vernos y la emoción de hacerlo se convirtieran en este sentimiento de enojo- yo no cancele la boda, lo juro yo...

-¡No me mientas Eleanor, no soy estúpido!-continuó gritando- tú siempre eres así, siempre marchando a tu paso, sin darle explicaciones a nadie, importándote muy poco lo que los demás sientan... siempre me haces a un lado, incluso cuando me miras siento que te soy indiferente, no importa lo que diga tú siempre lo tomas a tu antojo, creí que lo que habíamos experimentado en el viaje, había sido suficiente como para que recapacitaras e intentaras incluirme un poco en tus planes, pero haces lo que te viene en gana siempre y me dejas... yo...

-¡Escúchame! Yo no hice...

-¡Pero se acabo!-gritó aun más enervado que antes, asustándome incluso un poco. De pronto comenzó acercándose a mí como si de un depredador se tratase, al mismo tiempo que me miraba de una forma que me resultaba un tanto extraña- ya no voy a dejar que hagas lo que te plazca conmigo, vienes y vas, tomas las decisiones que quieres y no te importa cómo me siento.

-Yo nunca dije eso... además tu tampoco sabes de qué forma yo...

-¡Sólo cállate!- espetó Nathan tomando mi rostro entre sus manos para luego pegarme a sus labios de una forma que sin duda no me esperaba.

Sus labios me tomaban de una forma que me resultaba un poco torpe de seguir, sentía su desesperación y deseo en cada beso que me sembraba, creía que perdería el equilibrio en cualquier momento, ya que mis piernas incluso flaqueaban y amenazaban con derretirse, aprovechando aquello Nathan me tomó de los hombros y con una fuerza que no creía posible que existiera en él, me arrastró hasta el sofá en donde me dejó caer con él encima, sentía su rodilla entre mis piernas y su agarre volviéndose más y más intenso, no tenía tiempo de reaccionar; en cada pequeño segundo que se me permitía para respirar, de mi boca salían extraños suspiros y sonidos que parecían tan sólo permitirle a Nathan intensificar su ataque, su beso era muy diferente al que me dio la primera vez, de hecho aunque era un poco demandante al mismo tiempo se sentía algo sensual y cálido... nuestras lenguas se rozaban ligeramente y se unían en una danza extraña, podía incluso sentir a mis mejillas colorearse de un tono rosa; lentamente sus besos fueron bajando de intensidad para luego ir sembrando unos castos, casi como para ser unos simples y seductores roces entre nosotros. En realidad su forma de callarme no solo me había dejado con los labios hinchados y la lengua entumida, sino que además con la mente en blanco, no tenía ni idea de que Nathan pudiera ser tan atrevido era sin duda una nueva faceta.

-Vaya forma de expresar tu enojo...-susurré con la voz ahogada en una respiración trabajosa. Tenerlo encima de mí me resultaba un poco... bueno, de alguna forma me gustaba, lo hacía ver un poco atractivo y masculino.

-Eleanor...-llamó con una voz increíblemente seductora haciendo que mis bellos se erizaran- quédate por favor, quédate conmigo...-a cada palabra que decía sembraba besos posesivos y demandantes sobre mí, desde mis labios hasta mi cuello arrancándome extraños sonidos- solo quédate... 

Continue Reading

You'll Also Like

105K 17.6K 44
¿Y si es muy tarde para empezar de cero? Cuando Gia Davies se muda a Nueva York, está huyendo. Se ha dado cuenta de que su carrera no le gusta, su re...
91.3M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
4.9M 428K 80
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...