La muerte se llama... Eleanor...

By Mrs-Write_

30.6K 2.5K 253

¿Y si tres días antes de tu boda, te enteras que tu pareja ha sufrido un accidente? Descubre la historia... More

Prólogo
|Blanco|
|Se cancela|
|Frío|
|Confió en Ti|
|Silencio|
|Escondidas|
|Desprecio|
|Piezas|
|El Sueño|
|Ella|
|Lluvia|
|De esos días|
|CentralParck|
|Samy|
|Semana difícil |
|Bungee|
|La verdad|
|¡Vamos!|
|Lago Champlain|
|De Nuevo|
|Virtudes que no tenemos|
|Yosemite = Everest|
|¡Cumbre!|
|Tacoma|
|Cálido|
|Energía nivel 1|
|Nudillos|
|Aquarium|
|Cansada|
|Disputa|
|Energía nivel 4|
|Secretos de las Vegas|
|Cualidades|
|La duda|
|Casual|
|¡No es lo mío!|
|Votos|
|Rumbo|
|Con sabor a Italia|
|Tiempo|
|US BANK TOWER|
|Torpes|
|El frió significa el fin|
| ¡Cobarde! |
|New York|
|Miércoles|
|Energía nivel: 20%|
|Peligro|
|Pijamada|
|Buenos días|
|Verdadera relación|
|Háblame de ella|
|Eleanor|
|Hermanos|
|Insignificante verdad|
|Tal vez...|
|"Shine"|
|Adictos|
|¡Advertencia!|
|Ataduras|
|Traición|
|Sin rodeos|
|La número 10|
|De norte a sur|
|Nacer y morir|
|Piezas|
|Baúl|
|¡Desde cero!|
|Negro.|
|¡Te amo!|
|La muerte se llama...|
Epílogo.
|¡BONO!|

|Noticia|

1.8K 89 18
By Mrs-Write_

Nathan

Era un miércoles por la mañana, el aroma a café lentamente se iba intensificando desde la cafetera, y el sonido del tráfico se podía escuchar claramente desde mi ventana. Trabajaba en un pequeño despacho cerca del Central Park, pesé a que se encontraba en Manhattan, siempre me había sentido atraído por la maravillosa vista que mi oficina tenía, sin importar que tan ajetreado hubiera estado el día, si me detenía un momento frente a mi enorme ventanal, me podía calmar casi de inmediato.

Me acerque a la cafetera para servirme una taza y colocarle un poco de crema, particularmente ese día se sentía un poco más tranquilo de lo normal, quizás debido a que el clima era muy agradable, era un día soleado, y teniendo en cuenta que hasta apenas hace unas cuantas semanas había estado lloviendo, tener un poco de sol se sentía bien.

Tenía muchos documentos que checar, en realidad no era un día en el que pudiera tomarme las cosas con calma, teníamos programadas varias audiencias, y oficios de términos que entregar, sin embargo, mi cuerpo se movía más lentamente de lo usual. Culpaba mi falta de energía, al hecho de que una noche antes no había podido dormir, estaba a escasos tres días para mi boda. Prácticamente ya todo estaba listo, justo apenas la noche anterior había confirmado la reservación del hotel para nuestra luna de miel, era cuestión solo de checar los últimos detalles y finalmente descansar un poco de tantos preparativos, sin duda alguna planear una boda no era tarea fácil.

-Nathan, ¿Ya has desayunado? - la voz al otro lado de mi oficina era la de mi compañero de trabajo y mejor amigo, Rafal. En ese momento tenía casi la mitad de su cuerpo asomándose en la puerta mientras sostenía unas bolsas de papel con el logo de la panadería que se encontraba cruzando la calle.

- Sería buena idea, hoy tengo mucho trabajo. Prefiero desayunar ahorita-respondí mientras le hacía una seña para que pasara. Apartamos los documentos importantes para poder colocar las dos botellas de jugo de naranja que traía y las bolsas con los emparedados. El delicioso aroma a guiso me acaricio la nariz y casi al instante se me abrió el apetito.

- ¡Esa es la actitud! - exclamo Rafael- estos días habías estado saltándote la comida, me preocupaba que dentro de poco quedaras en huesos y el traje de boda te luciera igual que una carpa de circo.

- Es posible que haya perdido un poco de peso, lo mismo para Eleanor. -comenté mientras le daba una mordida a mi emparedado.

Dentro de poco me casaría con la mujer más extraordinaria de todas, su nombre era Eelanor, un nombre tan dulce como solo una mujer tan encantadora como ella podía portar con orgullo. Me había enamorado de ella casi de forma instantánea, para cuando la conocí, no creía en esas cosas como el "Amor a primera vista", sentía que esas cosas solo eran cursilerías, mentiras que las empresas nos habían hecho creer. Pero en cuanto vi a Eleanor, no me quedo ninguna duda que, si algo parecido a las almas gemelas existía, ella sin duda sería la mía.

-Falta poco, ¿tres días? -preguntó Rafael.

-Sí, hoy vamos a reunirnos solo para detallar unas cosas- respondí con cierta emoción.

- ¿Has hablado con tu familia?

Fue entonces cuando en ese momento sonó mi teléfono, lo cual agradecí porque no me apetecía hablar de ciertas cosas a días antes de mi boda. Cuando lo saqué del bolsillo de mi saco, me di cuenta que en la pantalla se iluminaba el nombre de mi encantadora futura esposa.

- ¿Si? ¿Necesita algo señora Killer? -pregunté de manera juguetona, mientras una sonrisa bobalicona se dibujaba en mi rostro.

-Aun no soy la señora Killer-corrigió casi en el acto, al otro lado se escuchaba la voz más encantadora y amable de todas. Mi prometida Eleanor. Casi podía imaginar su rostro con una sonrisa de oreja a oreja, y sus mejillas ligeramente ruborizadas. - ¿Estabas ocupado?

-No cariño, estaba comiendo algo con Rafael- respondí- ¿Necesitabas algo?

-No, no. Hablaba para saludarte, y decirte que es posible que me encuentre todo el día en casa de Rebecca, me ayudara a checar unas cosas antes de que tú y yo podamos reunirnos- podía escuchar al fondo a la chica saludar de forma escandalosa. - ¿Vamos a vernos esta noche?

-No me lo perdería por nada del mundo-respondí.

Fue entonces cuando Eleanor soltó una pequeña risita en el teléfono, sin embargo, casi en el acto se quedó callada, permitiéndome escuchar atentamente su respiración al otro lado del teléfono. Me había dado cuenta que últimamente Eleanor se quedaba perdida en sus pensamientos, ella no solía ser una chica distraída, por lo que verla en ese estado resultaba un poco extraño.

- ¿Te encuentras bien? -pregunté con cierta cautela- ¿Has estado durmiendo?

-Si...-respondió de forma distraída. Me había dado cuenta que este estado de ánimo se le había desarrollado de una semana para acá. Eran momentos en los que Eleanor se quedaba perdida en sus pensamientos y como si nadie pudiera perturbarla en su mundo. Pensaba que era debido a que en realidad ella podría estar más nerviosa que yo, de hecho, me había sentido completamente admirado por la forma en la que ella había organizado todo sin dejar nada al aire, sin embargo, eso también me daba una ligera idea de lo ansiosa que podía estar.

- ¿Aun no te arrepientes? ¿No piensas dejarme tirado en el altar? -pregunté a modo de burla, fue entonces cuando pude escuchar una ligera risita de nuevo.

- ¡¿Qué cosas dices?!- exclamo entre risas- ¡Claro que no! Estoy más que lista para casarme contigo, no puedo evitar contar las horas para finalmente convertirme en la señora Killer. En realidad, solo te hablaba para decirte que te amo.

-Yo también te amo mi cielo, ¿todo está bien? -pregunte nuevamente con cautela.

-Sí, todo bien. No tienes de que preocuparte, solo estoy nerviosa por la boda eso es todo.

-Toda ira bien mi querida Eleanor. Ya verás que cuando todo esto termine, podremos relajarnos, además ya tengo todo listo para la luna de miel-mencione con cierta picardía, le tenía preparadas muchas sorpresas y varios destinos especiales, lugares a los que Eleanor había mencionado que le hubiese gustado ir. Por eso me había estado esforzando en dejar todo listo para no tener ningún pendiente en los días que estaría fuera por mi luna de miel.

-No puedo esperar...-contestó Eleanor. - Te amo, más de lo que las palabras pueden llegar a explicar.

-Yo también te amo mi cielo.

Después de mandarnos unos cuantos besos y llenarnos de unos últimos mismos, con la promesa de que nos reuniríamos esta noche para cenar y checar finalmente los últimos detalles de la boda, cortamos la llamada. Mientras terminaba de desayunar, se me ocurrió una idea para sorprender a mi chica quien era un manojo de nervios ese día, llame a una florería para encargar un hermoso ramo de tulipanes blanco, acompañados de gipsófilas, lavandas y unas ramas de romero, a Eleanor le encantaba que sus ramos tuvieran específicamente esa combinación, no había sido para nada una sorpresa que los arreglos de mesa tuvieran esa combinación y que incluso su ramo de novia fuera idéntico, siempre había dicho que le gustaba el aroma a romero y lavanda. Programe que el envió de las flores fuera alrededor de la hora de la comida, sabía que estaría en casa de Rebecca, así que fije que el envió fuera directamente a esa dirección, no podía esperar a que mi chica recibiera sus flores, particularmente esa florería tenía la costumbre de que en cada entrega, le tomaban fotos a los destinatarios para que el remitente pudiera tener la confianza de que las flores habían sido entregadas en tiempo y forma, era algo que me parecía encantador, la idea de recibir una foto con la cara sonriente de Eleanor mientras sostenía sus flores, era algo con lo que podía estar ilusionado el resto de la tarde, hasta que nos reuniéramos en la noche. 

-El caso de la señora Guzmán, ¿Has tenido tiempo para leer la tarjeta informativa de la audiencia? - preguntó Rafael mientras me entregaba unos sobres sellados con algunas notificaciones de juzgados. Había resultado ser un día bastante ocupado.

-No he tenido tiempo, he estado preparando el pliego de posiciones para la audiencia que tendremos dentro de dos días, será la última cosa que haga antes de la boda-mencione mientras recibía los documentos. - Además ¿puedes entregarle estos documentos a Vionel? Necesito que en mi ausencia ella se haga cargo de este asunto.

-Claro, yo le entrego- en ese momento Rafael me dedico una mirada analítica, como si estuviera tratando de escanearme de arriba hacia bajo. - ¿Te encuentras bien? Luces un poco pálido.

-No tengo idea... pero siento una pequeña opresión en el pecho-conteste, de pronto sentí la necesidad de aflojarme la corbata y tumbarme en la silla giratoria, me dolía demasiado la cabeza, y sentía como si me faltara el aire.

- ¿Necesitas alguna pastilla? -Preguntó con cierta preocupación Rafael- Debes intentar relajarte...

-No, yo creo que... - en el momento que estaba por explicarle a Rafael que no era para tanto, la puerta de mi oficina se abrió casi de un golpe, frente a mí se encontraba Carlota, mi secretaria particular.

Carlota era una chica joven y de cabellos dorados, tenía un cuerpo delgado y solía encorvarse ligeramente de hombros, siempre lucía un poco tímida y su piel era algo pálida, aun así, era una chica que siempre ofrecía una sonrisa cohibida a las personas y siempre me había parecido muy agradable. Sin embargo, en el momento que apareció en mi oficina, tenía el rostro desencajado, y sus pequeños ojos rasgados estaban abiertos de par en par, ni siquiera sabía que podía verse más pálida de lo normal, era como si acabara de ver un fantasma. Caminaba con dificultad, era como si sus piernas no pudieran aguantar su propio peso, daba la impresión de que podía desmayarse en cualquier momento. Casi de inmediato Rafael y yo nos acercamos tan rápido como pudimos a la chica para intentar sostenerla.

- ¿Qué sucede Carlota? ¿Te sientes mal? -Inquirió con prisas Rafael. Entre los dos tratamos de sostenerla de los brazos, casi como si pudiéramos comunicarnos telepáticamente, ambos tomamos la decisión de acercarla al pequeño sofá que tenía cerca del ventanal. Carlota genuinamente no podía mantenerse en piel, y de cerca podía notar como algunas gotas de sudor se deslizaban por su frente, su temperatura era fría y de verdad lucía demasiado pálida. - Hay que sentarla.

- ¿Sucedió algo Carlota? -Pregunté con la voz baja. La chica giro su rostro atormentado hacía a mí, y en sus ojos las lágrimas comenzaron a acumularse rápidamente.

-Nathan...-Pronuncio finalmente Carlota con la voz agitada. Ni siquiera parecía que estuviera del todo consciente, era como si se hubiera sumergido en un estado de shock, de pronto las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, realmente parecía demasiado afectada- Nathan... lo lamento...

Teniendo en cuenta que Carlota era en ocasiones muy sentimental, y a veces con el mínimo error podía ponerse temerosa y nerviosa, pensé que quizás se había equivocado en algo y le habían llamado la atención, solía pasar que cuando nos equivocábamos en enviar respuestas, luego los jueces llamaban para reclamar el error, en ocasiones a Carlota le tocaba recibir esos regaños, por lo que llegue a pensar que quizás a la pobre le había tocado alguna llamada de atención fuerte, eso o que quizás algo había pasado en la oficina, quizás alguna agresión o algo por el estilo. Fuera lo que fuera, verla en ese estado me estaba poniendo ansioso.

-Nathan... yo... -Carlota no podía articular ninguna palabra, realmente estaba sumergida en un estado de shock, por lo que pensé que si la chica había sufrido algún tipo de agresión en la oficina, lo importante era darle la confianza de hablar.

-Cálmate Carlota, todo está bien... necesitas tranquilizarte, dime ¿Qué sucedió? -pregunté. En algún momento Rafael se había separado para traer un vaso de agua, justo me lo estaba entregando cuando la chica de nueva cuenta hablo, pero de su boca salió algo que solo pudo dejarme desconcertado.

-Nathan... como lo siento-soltó con la voz ahogada en lágrimas, su rostro estaba hecho un desastre- de verdad lo lamento... Eleanor...

En el momento que el nombre de Eleanor fue pronunciado con esa voz llena de desesperación, solo pude dejar que la ansiedad y el miedo se apoderara de mi cuerpo.

- ¿Eleanor? -pregunté con incredulidad- ¿Qué sucede con ella?

-Eleanor... ella...

- ¡¿Qué sucede?! -exclamé con desesperación, en ese momento Rafael me sujeto de los brazos como evitando que me le fuera encima a la chica. - ¡¿Qué pasa con Eleanor?! ¡Carajo!

-Lo lamento... su hermano llamo...- Carlota parecía buscar valor para decirme lo que estaba ocurriendo, al mismo tiempo ella misma intentaba buscar las palabras correctas que le permitieran comunicarme el mensaje, fuera lo que fuera, me estaba crispando los nervios.

- ¡¿Qué ocurre Carlota?! ¡Maldición, dime de una vez! ¿Qué le pasa a Eleanor?

- ¡Cálmate Nathan! -exclamó Rafael.

-Eleanor tuvo un accidente...-mencionó Carlota mientras explotaba en llanto. Sentí que en ese momento todo el aire se congelaba, como si de pronto no pudiera respirar con normalidad, mi rostro lentamente se iba desencajando- La han llevado al hospital... se encuentra muy grave Nathan...

«Es mentira... No puede ser cierto.»

De pronto sentí como si no pudiera escuchar nada, miraba que Rafael intentaba hacer que reaccionara, luego gire para ver a Carlota y ella se encontraba llorando desconsoladamente en el sofá, era como si estuviera viendo una realidad alterna, una que no era precisamente la mía, como si todo se trata de una pesadilla... una en la que mi querida Eleanor estaba hospitalizada, quizás debatiéndose entre la vida y la muerte, nada parecía real. Sin saber cómo intentaba mantenerme de pie, buscando el momento en el que mi cuerpo pudiera reaccionar. Mi cerebro no podía mandarle indicaciones a mi cuerpo, estaba desconectado. Lo único que en ese momento podía procesar, era que Eleanor había tenido un accidente. 



Continue Reading

You'll Also Like

69.4M 3M 60
Culpa mía es una película basada en la trilogía "Culpables" - Próximamente disponible en Amazon Prime. ¡Disponible los 16 primeros capítulos! **Ganad...
133M 8.6M 65
Recién llegada a la elitista universidad Tagus, Jude Derry descubre que ahí todo gira alrededor de las fiestas, los chismes, los ligues y sobre todo...
48.4M 4.6M 83
Primer libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Inteligente, perfeccionista, competitivo, meticulo...
217K 22.8K 20
Luego de la gran era de creación de inteligencia artificial, y el primer hombre artificial, las investigaciones e inventos de los científicos de la S...