Dulces de humo ✎ yoonseok.

By hobbimun

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✎ : ❝ Jung Hoseok es un trabajador social dedicado a los niños que sufrieron la misma suerte que él: el aban... More

Antes de leer;
Sinopsis;
Dulces de humo;
001. Un silencio doble.
002. Patético al cuadrado.
003. Park Jun-kyo
004. Un mes.
005. Director.
006. Sin hogar.
007. Hombre arrogante.
008. La lista de ex.
009. Nuevo hogar.
010. Un favor anti-orgullo.
011. Encuentros insufribles.
012. Detener el dolor.
013. Agua y aceite.
014. Kim Tae-hyung.
015. Vieja amiga.
016. Tabaco, dulce y alcohol.
017. Buena compañía.
018. Secreto.
019. De las cenizas.
020. Nada debería ser perfecto.
021. Herido.
022. Despedida.
023. Sólo para valientes.
024. Otra vez.
025. Un finalmente.
026. Doble latir.
027. Código 286.
028. Devora los fantasmas.
029. Haberte conocido.
030. Invitaciones.
031. Salpicar la vida.
032. Un beso en el universo (parte 1).
033. Listo por ahora.
034. Cuerda a un paraíso.
035. Buscando una solución.
036. Lee Areum.
037. Este año.
038. Tonto como tú.
039. Sobre la bruma.
040. Park Ji-min y Jeon Jung-kook.
041. Cosas de primos.
042. Compases de espera.
043. Sutil regocijo.
044. Como luces de primavera.
045. Bienvenido, mejor amigo.
046. No tiene importancia.
047. Imagina que estoy ahí.
048. Porque no es no.
049. La excusa perfecta.
050. Pastel de fresa.
051. Lluvia de estrellas.
052. Luz de luna.
053. Diez años que se fueron en uno.
054. Una denuncia fallida.
055. Adoptar a Taehyung.
056. La familia Park.
057. El dulce sonido y lo nuevo de ti.
058. Pieza de paz.
059. Hora de empacar.
060. La familia Min-Park.
061. El amor de mi vida (parte 1).
063. Cuerpos (no) dicotómicos.
064. Días fríos se acercan.
065. Sencillo de mentir.
066. Días donde no hay color.
067. Cuidar de mamá.
068. Si estás apagado.
069. Desvanecido como tinta húmeda.
070. Síntomas de posponer.
071. Vínculo desgastado.
072. Vas a estar bien.
073. El amor de mi vida (parte 2).
074. Regresar allí.
075. Un hábito que permanece.
076. Corona de estrellas.
077. Vivir tu dolor.
078. Un beso en el universo (parte 2).
079. Una noche para siempre.
080. Un montón de sueños rotos.
081. No quiero dejar de mirarte.
082. Recuerda lo que sentías.
083. El sonido de la ausencia.
084. Por un instante.
085. ¿Ha valido la pena?
086. Impulsos.
087. Como una copa rota.
088. Espera.
089. La segunda pieza.
090. Querido y roto pasado.
091. Cuando el cielo cae.
092. Lo que alguna vez.
093. Ha pasado un tiempo.
094. Somos una vez en la vida.
095. Un día que parece cualquiera.
096. Ser responsable.
097. Oportunidades innecesarias.
098. Ese hombre, enamorado.
099. Volver(te) a respirar.
100. Estado de alerta.
101. Ningún sueño está perdido.
102. Un hogar para siempre.
103. Castillo de papel y granito.
104. Ámame o déjame.
105. Entrar juntos.
106. Por el resto de mis días.
107. Un amor tan grande.
108. En brazos de él.
109. Felicidades, es tuyo.
110. Cada dos minutos.
111. Devolver el tiempo.
Epílogo.

062. Un adiós indeseado.

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By hobbimun

Las piernas de Yoongi enredadas entre las suyas, el aire golpeteando las ventanas y el canto de algunas aves revoloteando alrededor. El poco espacio para moverse en una cama tan pequeña le recuerdan a Hoseok el día en que fueron a acampar juntos. Y esa retrospectiva le recuerda cómo han llegado hasta donde están ahora, aferrados el uno al otro, con Yoongi casi encima de él y con la cabeza escondida en su cuello. Está completamente adormecido, pero el aroma del cabello de su novio lo compensa todo. Hoseok agradece cada mañana que despierta a su lado.

Abre los ojos de mala gana. Si algo aprendió en su vida con los Kim es que en casa ajena no puedes despertar después que los dueños de casa. Aunque desearía no haberlos abierto, pues sin querer sus ojos se encuentran con un Park Jimin en ropa interior deambulando por la habitación, quien se cubre con una mueca de disculpa apenas se percata de su presencia.

—Lo siento —murmura.

Hoseok arruga la nariz para expresar que no sucede nada y vuelve a cerrar los ojos para fingirlo. Cuando Jimin sale de la habitación, Yoongi se remueve entre sus brazos y gira para darle la espalda. Él sonríe porque ya tiene aprendido lo que viene.

—Abrázame —ordena Yoongi con la voz adormilada, negándose a despertar.

Obediente como siempre, Hoseok apoya el pecho en su espalda y deposita un par de besos en su nuca a la vez que uno de sus brazos rodea su cintura.

—No puedo acompañarte toda la mañana —murmura—. No estoy en mi casa.

—Yo sí. Estoy contigo.

Con una sonrisa, Hoseok se aferra al cuerpo de Yoongi y se esconde en su cuello unos minutos, con los ojos cerrados, pero se mueve de golpe apenas está por caer dormido una vez más.

Ash, Hoseok, duérmete.

—No. —Hoseok abandona el cuerpo de Yoongi y se sienta en la cama para estirarse—. Arriba.

—No quiero.

—Amor —llama, arrastrando las letras y acercándose para picarle la cara. Sabe lo mucho que le molesta. Es su mejor estrategia para levantarlo.

Sin embargo, su expresión divertida es reemplazada por la curiosidad y luego por la preocupación, su dedo encuentra un calor intenso en el rostro de Yoongi, el cual comprueba con la palma de su mano y se percata de que está casi sudando.

—¿Te sientes mal? —pregunta, tocando todo su rostro. Como no hay respuesta, insiste—: Yoongi, estás ardiendo.

—Lo sé —murmura—. Me siento como la mierda.

—¿Te duele algo? —Hoseok intenta girarlo, pero Yoongi se resiste y sólo asiente a su pregunta—. ¿Qué te duele? Para traerte algo. Le diré a tu madre.

—Sólo la cabeza, estoy bien, no te preocupes tanto. ¿Me pasas una de esas pastillas que compras? Siempre me hacen sentir mejor.

—Te harán mal con la fiebre —dice, saliendo finalmente de la cama—. Tenemos que bajarla primero. Iré por agua fría. Espera.

—Hoseok —alega Yoongi, pero Hoseok ya se encuentra de camino a la cocina.

Mientras pone agua fría con hielos en un recipiente y busca alguna toalla o paño pequeño en los cajones, en la cocina aparece la señora Park y lo mira con curiosidad, pero a la vez sabiendo lo que sucede.

—Buenos días, Hoseok.

—Buenos días —saluda con una pequeña sonrisa—. Yoongi ha despertado algo enfermo. Lamento estar metiendo mano en su cocina.

—Estás en tu casa, Hoseok, no te preocupes. —Con una mueca de disgusto añade—: ¿No se ha tratado ese dolor de cabeza todavía?

Se siente tonto por querer preguntar cómo lo sabe. ¿Cómo no lo sabría? Es su madre.

—La última vez que lo hablamos me dijo que estaba esperando la hora en el servicio público.

—Ah, ese hombre terco. —La señora Park niega con su cabeza—. No quiso recibirme dinero para el médico.

—A mí tampoco. —Hoseok abulta los labios.

—Me preocupa. Le he dicho un millón de veces que no es normal, mucho menos si le sube la temperatura en ocasiones. Con los antecedentes que tenemos en la familia, no se puede jugar con estas cosas, pero no entiende. Es imposible. Se le olvida cómo han muerto su abuela y su tía. Es un tonto terco.

—Lo es. —Hoseok mantiene la mirada atenta a los movimientos de la señora Park, aguantando las ganas de indagar más sobre el asunto y centrándose en continuar la conversación sólo acerca de Yoongi—. Ya no sé de qué manera pedirle que vaya al médico. La última vez nos peleamos por esto.

—No me sorprende de Yoongi. —La mujer niega con su cabeza, encendiendo el fuego en la cocina para calentar agua—. Hazme un favor, ¿sí? —Hoseok asiente—. Llévalo al médico, aun si tienes que arrastrarlo. Que haga berrinche y todo lo que quiera, pero llévalo cuanto antes. Y le dices que si no va, lo llevaré yo tomado de la oreja.

Aunque es una situación que requiere seriedad, Hoseok ríe bajito con las últimas palabras de la señora Park.

—Haré lo que esté en mis manos. —Finalmente Hoseok coloca la toalla sobre su hombro y toma el recipiente entre sus manos—. Iré a intentar bajarle la fiebre.

—Pon la toalla en su estómago, no en su cabeza.

Tras un asentimiento, se dirige hacia la habitación otra vez, encontrando a Yoongi hecho un ovillo bajo las sábanas.

—Yoongi —llama suavemente, moviendo un poco su hombro—. Ya llegué.

—Pude morir aquí y tú no estabas.

—No seas mañoso. —Coloca el recipiente sobre la mesita de noche y sumerge la toalla—. Ahora ponte boca arriba. Necesitamos bajar la fiebre para que puedas tomarte la pastilla.

—No me hará daño tomar la pastilla con fiebre.

—Hay una posibilidad y no estoy dispuesto a correr el riesgo. Ahora ponte boca arriba —ordena al final.

De mala gana Yoongi obedece, tiene los ojos cerrados aún, pero cuando Hoseok le quita las sábanas para bajarlas hasta sus caderas y luego levanta su camiseta, los abre de par en par.

—¿Qué haces?

—Silencio, mi amor.

Hoseok mantiene su expresión seria, mientras escurre la toalla tan fría que hasta le duelen los dedos y luego la coloca de una sola vez sobre el vientre de Yoongi, quien se queja y estremece ante la dura mezcla de temperatura.

—Te salía más fácil meterme al congelador.

—Sé valiente. Es por tu bien. —Deja atrás su expresión tensa y se sienta a un lado de Yoongi para acariciarle la frente, quitando el cabello húmedo—. Verás que en unos minutos se te quita y te sentirás mejor con la pastilla. —Con cuidado, deja un pequeño beso sobre la frente de Yoongi, arrancándole una sonrisa de dientes pequeños.

—Creo que con eso ya estoy mejor —dice—. Me falta uno aquí. —Frunce los labios en su dirección, Hoseok deja un pequeño y sonoro beso en ellos sin protestar—. Definitivamente, estoy mejor.

El resto de la mañana, Yoongi se la pasa en cama siendo custodiado por Hoseok y obligado a comer por su madre, quien también lo regaña innumerables veces por no ir al médico. Hoseok le da su pastilla cuando la fiebre ha bajado de forma considerable y Yoongi ha dejado de tener temblores y sudar. No es precisamente como pensaban pasar su último día en Yeobo, pero la seguridad de Yoongi es su prioridad en este momento.

—¿Hoseok? —llama Jimin asomando su cabeza por la puerta.

Yoongi permanece tranquilamente dormido entre sus brazos, mientras le acaricia el cabello.

—¿Sí? —contesta.

—¿Podrías venir un momento?

—¿No podrías venir tú? —contrapregunta con una mueca de súplica. Lo último que quiere es moverse y despertar a Yoongi.

—Ah..., es que... —Con cuidado Jimin se mueve y cierra la puerta detrás de sí para acercarse como si tuviese miedo de lo que va a decir—. Es que Jungkook está pidiéndome que te saque para venir a ver a Yoongi y..., no puedo mentir.

—Puede venir a verlo cuando quiera, ¿por qué tendría que salir? —Hoseok alza una ceja, y sabe la respuesta, pero de todos modos no piensa moverse de la cama. Yoongi se remueve un poco y se aferra a su cintura, dándole a entender que está despierto y que tampoco pretende dejar que se mueva para quedarse solo junto a Jungkook—. No tengo ningún problema. A menos que Yoongi quiera estar a solas con él. —Lo deja tendido en el aire, esperando a que responda, porque es obvio que está fingiendo dormir.

—Yoongi, sabemos que estás despierto —menciona Jimin.

—No lo estoy —dice Yoongi y busca el cuello de Hoseok para esconderse.

Jimin ríe bajito y niega con su cabeza. Hoseok sólo puede encogerse de hombros y permanecer allí.

—Bien, le diré que no quieres verlo —termina diciendo para dar media vuelta y caminar a la puerta

—No es eso —ataca Yoongi, pero apenas audible, pues está cómodamente escondido y su voz sólo la escucha bien Hoseok.

—¿Qué? —inquiere Jimin

—Que no es eso —repite Hoseok. Yoongi vuelve a hablar y él reitera—: Sólo se siente cansado..., que lo verá más tarde antes de que nos marchemos.

Jimin hace una mueca que Hoseok no sabe si es de disgusto o de burla, y se marcha.

—Tenemos que hablar sobre Jungkook —susurra Yoongi.

Hoseok libera un suspiro.

—Lamento haber escuchado su conversación. No me corresponde hacer algo así. De verdad, me siento avergonzado.

—Me da igual eso. Continué hablando por algo.

—Entonces, creo que no será necesario hablar sobre él.

—¿No estás molesto por lo que escuchaste?

—«Molesto» no es la palabra correcta, sólo me siento algo incómodo con el asunto, pero nada más allá de eso. Supongo que me acostumbraré.

—Te amo a ti, Hoseok.

—Lo sé, mi amor. Tranquilo, estamos bien.






Hoseok termina de acomodar ambas maletas junto a Jimin, mientras Yoongi se da una ducha. El vuelo sale en unas horas, y él no sabe si se le revuelve el estómago por la anticipación de estar en el avión otra vez o porque en realidad no quiere marcharse de Yeobo tan pronto. Sea como haya sido, el fin de semana ha estado bien para él.

—Es una pena que no vengas con nosotros —comenta, sentándose en la cama—. Te voy a extrañar.

—Yo a ti —corresponde Jimin con una pequeña sonrisa—, pero creo que es lo mejor. Volveré a trabajar con la madre de Yoongi y tal. Estaré bien. El asunto con mi otra familia está arreglado.

—¿Y las cosas que dejaste allá?

—Te voy a pedir, como un enorme favor, que me lo envíes todo, por pagar obviamente.

Hoseok suspira y asiente, murmurando un suave «está bien». Jimin, sin duda alguna, ha sido una de las personas más dulces y maravillosas que ha conocido este último tiempo.

Cuando sale de la ducha, Yoongi deja un pequeño beso en la mejilla de Hoseok antes de salir en búsqueda de Jungkook. Le ha prometido una última conversación antes de marcharse y Hoseok de alguna forma lo intuye, pero prefiere permanecer tranquilo. Lidiar con los celos es una cuestión compleja. La presencia de Jungkook merodeando cerca de su novio, sobre todo luego de escuchar una conversación que no debía escuchar, le pone incómodo y nervioso.

Se pasa el resto de las horas antes del vuelo junto a Jimin, hablando sobre su vida y sobre su pasado, de anécdotas que se les han escapado y de las cuales hay un montón más por contar.

—¿Vendrán para las fiestas? —cuestiona Jimin, levantándose de la cama para ayudarlo a llevar la maleta a la sala de la casa, en tanto esperan el taxi.

—Me encantaría, la verdad, aunque eso depende también de Yoongi y su familia. Quizá no me quieran aquí. —Hoseok se encoge de hombros.

No sabe si quiere pasar una navidad allí, mucho menos si Jungkook va a estar presente. Al menos no ahora. No quiere siquiera pensar en ello.

—Yo sé que a mis padres les encantaría tenerte aquí en navidad, Hoseok, no tengas dudas de eso.

Con una leve palmada en su hombro, Jimin desaparece de la escena y él se queda sentado en el sofá revisando su celular unos minutos, en tanto aparece Yoongi o llega el taxi.

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