Parte 66

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Han pasado unos momentos desde tus mensajes con Dasom y tu estomago comienza a reclamar su recarga. Ya viene siendo hora de la comida, al menos así lo era en tu antigua casa. Incluso Canela parece estar expectante. Te levantas para buscar a tu abuela y preguntarle qué procede en esta situación.

—Abuelita. — La llamas mientras te paras en el marco de su puerta, con Canela detrás de ti.

—¿Sí, hij@? — Ella acomodaba un par de suéteres sobre su cama.

—Disculpen, —Sunhee aparece tras de ustedes. — La comida está lista, pueden sentarse a la mesa cuando lo deseen.

—¡Muchas gracias! — Responde tu abue.

—Justo quería preguntarte eso. — Contestas.

Te encaminas hacia el comedor y te alegras de pensar en el sabroso platillo que te servirán...hasta que entiendes que, seguramente, tu padre estará con ustedes. Diriges a la perrita hasta el patio.

—Lo siento, Canela; pero dudo que se te permita estar con nosotros en la mesa.

La pequeña ladea su cabeza, mientras se para frente a ti. Tu bloqueas la puerta del patio, para que ella no regrese a la casa. Ella alza su patita un par de veces. Tal vez alimentarla la mantenga distraída. Te encaminas de vuelta a tus aposentos.

—¡Ah! Joven, su padre está por sentarse a la mesa. — Anuncia Yon, amablemente.

—¡Sí! Solo quiero alimentar a Canela antes de dejarla afuera.

—Es mejor si yo me encargo de eso. Al señor no le gusta esperar.

Te diste cuenta ante los comentarios que soltó sobre esa enfermera. Es verdad, debe ser lo más sensato no hacerlo molestar.

Y, efectivamente, tu cara de alegría se borra al ver cómo es ayudado para sentarse en la cabecera del comedor. Su mirada dura no se borra, a la par que tu abu y tú se le unen en la mesa.

El silencio incomodo no se hace esperar; mientras tanto, la anciana y tu persona, hacen tímidos ademanes para tratar de distraerse. La comida es servida y a la par que tu progenitor acaba con el primer bocado, habla.

¿Qué te ha parecido la casa, hij@?

Das un ligero brinco al entender que exige tu atención.

—Aún no la he visto por completo, pero...

—¿Por qué? — Te interrumpe enseguida.

—Y-yo, preferí seguir acomodando mi habitación— Te sorprende ese pequeño tartamudeo al inicio de tu oración. Notas que a tu padre también, por su vista severa.

—Sal de tu alcoba. No construí esta casa para que solo un cuarto fuera apreciado.

S-sí. — Bajas la cabeza, pero sientes su incomoda mirada unos segundos más.

—Pero, bueno. ¿Te gustó tu pieza?

—Sí. Es muy cool, me gusta mucho; sobre todo ese león en la pared. — dices con sinceridad, pero contenid@.

—Tu abuela me hizo el favor de contarme sobre tu gusto por los animales.

—Ah, ¿sí? — Volteas a verla y te sonríe.

Así es. A veces puede traer cosas buenas a la mesa.

Las sirvientas llegan con la comida y le sirven a tu progenitor. Tu mantienes sobre él una mirada molesta, debido a su comentario, pero él no le da importancia más que a los alimentos.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora