GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>

Parte 53

Bajas de aquel lujoso auto. La gran vivienda que se alza frente a ti es intimidante. Su fachada posee una arquitectura moderna y elegante. Resguardada por una valla de madera simétrica oscura y alta, las paredes son de un material parecido a la piedra caliza, con ventanas grandes en el segundo piso. El verde jardín posee un camino de piedra negra y un par de palmeras le otorgan sombra.
El chófer ayuda a tu abuela, pues tú estás inmers@ en tus pensamientos. Te sientes mal al darte cuenta de tu descuido, pero lo compensas al brindarle tu brazo a la mujer.
¿Él estará ahí? ¿Tu padre estará esperándoles dentro? 

El día de hoy, en la escuela, fuiste un desastre. No pusiste casi nada de atención en clases, no respondías con sinceridad ni intereses lo que tus amigos te comentaban y tu mente vagaba por cualquier sitio, menos el de la realidad que te guardaba tantos conflictos. Con paso lento y temeroso comienzas a avanzar.
Entras a la vivienda y observas tus alrededores.
Una cristalina fuente interior, de estructura cuadrada y baja estatura es lo primero que aprecias. Una amplia estancia, con una mesita de café y dos sillones. Al final de esta ves dos puertas que deduces pueden ser dormitorios. Frente a los sillones hay 6 escalones que terminan en un segundo nivel con un pequeño comedor y 12 escalones más adelante, el tercer nivel se asoma, con una baranda totalmente transparente; junto a unas plantas que adornan el elegante pasillo.
¡Wow! No puedes negar que es una vivienda apantállate, nada que ver con tu pequeño y antiguo apartamento o con los pequeños lugares en que estuviste antes.
—¡Vaya! Pues, debo admitir que tu padre tiene muy buen gusto—. Exclama tu abuelita—. Bueno, por algo se fijó en tu madre.
Miras al suelo con cierta tristeza, tu abue no dijo aquello con malicia; fue un pequeño resbalón.
—¿Cuál será mi cuarto?— Preguntas.
—Ve a ver—. Te permite tu abu.Sin preocupación, te adelantas a la mujer y te diriges a las puertas del primer piso.Abres una entrada que está frente a dos más, se trata de un baño. Caminas frente a esta y cuando giras la perilla y empujas aquel trozo de madera de una de las dos ya mencionadas, presentas una gran sonrisa.
Aquella alcoba es de un tamaño amplio. En una de las paredes unos grandes estantes con unos cuantos libros protegen un largo cuadro de un león. La cama cubre parcialmente un alto ventanal e incluso hay una guitarra eléctrica justo al lado de un amplio escritorio bien equipado, eso sin contar un sillón cama de color rojo—. No olvidó tu gusto por lo animales. Te diría que quizás él te dejé tener una mascota, pero ese mezquino no sería capaz de soportarla. ¿Qué opinas hasta ahora?
—¿La verdad?— La anciana asiente—. ¡Me encanta!