Parte 51

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Después de cenar con tu abuela, regresas a tu cuarto. Sigues en un ligero estado de shock por lo de Yuri y Dasom, seguramente tu abuela pensó que era por lo de tu padre y no te hizo preguntas al respecto. ¡Agh! Está pasando tanto y parece que tú sólo le sumas presión al problema. Observas la foto de ti y tu amiga de la infancia, no puedes evitar sentir vergüenza por ese beso. ¡La tarjeta de Dasom!
Sacas del cesto de la ropa tu mojada chamarra y de la misma tomas el obsequio de tu compañera. Tal como lo temías, se estropeó por el agua. Suspiras. Ya sólo queda esperar que se seque. Bueno, mojada o no, harás lo que le dijiste a Dasom.
Mañana tu padre vendrá por ti y tu abuelita, aunque sea sábado, deberás despertarte temprano para preparar todo; así que mejor te vas a dormir.
—¿Yuri?— La llamas con la esperanza de que aparezca.
Nada. Esperas que no esté en problemas.


~~~

Estás parad@ en medio de la nada. A tu alrededor no hay más que oscuridad.
—¡Yuri!— Una voz femenina y agradable suena a tus espaldas. Yoona te ve con una linda sonrisa al voltearte—. Tan terca como siempre...De verdad no sé cómo logras arrastrarme a tus locuras.
Repentinamente, él bello y dulce rostro de esa muchacha comienza a derretirse poco a poco, dejando a la vista su carne viva, la cual también escurre y termina en una aterradora calavera. Sus ojos se hunden dentro de esas cuencas y los huesos de la chica se desploman en el suelo, escondidos por su ropa.
—¡AAAAAAHHH!— Un grito desgarrador inunda tus oídos. Los restos de Yoona ya no están, pero son remplazados por algo peor.
Yuri está frente a ti, a unos cuantos metros. Su cuerpo congelado se encuentra atrapado por una capa de hielo que la mantiene en una posición incómoda y perturbante: Sus brazos se doblan en la posición contraria a la que está acostumbrada el cuerpo humano, parecen rotos. Sus pies engarrotados casi tocan sus muslos, sus ojos miran casi dentro de ella y su cuello se tuerce como si se lo hubieran dislocado. Tiene un aspecto famélico.
Aquellas pupilas se mueven, hasta que se posan sobre ti. El interior del témpano tiembla, el hielo poco a poco se rompe lo suficiente como para que la morena escape parcialmente de él. Al empujar su cuerpo fuera de aquella prisión, su mano derecha, su pantorrilla izquierda y su pie derecho son reclamados por el frío asesino y terminan encarcelados a pesar de los esfuerzos de la joven por salir.
Su cuerpo cae, o lo que queda de él, al suelo en un estrépito y alza la cara para mirarte. Ella empieza a arrastrarse, primero con lentitud; pero en un abrir y cerrar de ojos, la muchacha toca tus pies y se aferra a tus tobillos. El espantoso aspecto de Yuri sólo logra que grites de terror.
—No puedo...— Apenas y alcanza a pronunciar su boca seca.
Sin avisar, la presencia de Yoona se posa sobre los esqueléticos hombros de la morena, asomándose con cuidado. Su mirada inyectada de sangre y su piel podrida, denotando un color gris quemado.
—Fue tu culpa...fue tu culpa...— Susurra Yoona al oído de la otra chica, con una voz ronca, apenas audible y muy espeluznante; a la par que rasga fuertemente la piel de Yuri. Yoona detiene sus susurros y te ve por un segundo, para después sonreír.

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Abres los ojos con el horror inundándote. Por instinto abrazas tu almohada y tratas de calmar tu increíblemente agitada respiración. Sientes tu alma a punto de salir de tu cuerpo y tu corazón por explotar. Sueltas unas cuantas lagrimas, sientes tanto pánico. Como puedes, prendes la luz de tu habitación, aún con miedo verificas que aquellos espectros no estén ahí. Agradeces a Dios que no las veas. No apagarás la luz, no hoy.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora