Parte 40

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Después de cenar vas directo a tu cuarto, estás muy cansad@ debido al estrés de lo que te espera mañana. Sientes miedo. Tantos años sin ver a ese hombre, tantos malos recuerdos y tantas malas sensaciones a su nombre. Cierras la puerta y suspiras con preocupación, recargad@ en ella.
Sólo quieres dormir, pero te encuentras tan tens@ que será una tarea realmente difícil.
Te tiras sobre tu cama y te recuestas encima de tu hombro, con una posición retraída, mirando a la nada de tus sábanas. Tu celular suena, indicando que acabas de recibir un mensaje. Lo sacas de tu bolsillo para saciar tu curiosidad.


Dasom: Hey! Cómo estás?

Sin ánimos de responder. Estás a punto de escribirle, cuando una voz familiar te interrumpe.
—¿Estás angustiad@?— Yuri se materializa al borde de tu cama, mirándote con intranquilidad.
—Creo que no es necesario preguntar—. Desvías tu mirada del fantasma.
—Hay que pensar que las cosas saldrán bien—. Dice el espectro, quien ahora se haya sentada cerca de ti, sobre tu colchón. Te incorporas y te sientas a su lado.
—Amb@s sabemos a la perfección que miles de cosas pueden ir mal. Más si se trata de ese hombre.
—No...— La muerta aproxima su mano a la tuya, recordando su estado enseguida; por lo que termina con esta sobre su pecho. Igual que la vez anterior que trató de hacer lo mismo—. Lamento no tener una idea concreta de cómo reconfortarte.
—Descuida—. Respondes con una muy ligera sonrisa.
La verdad es que te habría agradado mucho sentir la mano de Yuri sobre la tuya, pero comprendes que sólo recibirías una descarga eléctrica. Aunque...¿qué hay del accidente en el que se materializó físicamente? Tal vez si...
Aproximas tu palma al rostro de la difunta, quien retrocede unos centímetros al percatarse.
—Si haces eso, no sentirás más que una descarga.
—Está bien, quiero intentar algo.
A la par que te acercas a la cara del anima, la chica va cerrando los ojos, deseosa de sentir tu tacto. Pero cuando tu mano llega al sitio donde se supone sentirías la piel de la joven, simplemente la atraviesas. Y, si bien la electricidad se hace presente, esta vez su potencia ha disminuido.
La muchacha abre los ojos con decepción, cosa que tú compartes.
—Te lo dije.

Resignad@, te recuestas sobre tu cama nuevamente y tapas tus ojos con tu brazo por un momento.
En el pasado y cuando eras un/ niñ@ pequeñ@; siempre que tenías miedo, tu madre solía acariciar tu cabello tiernamente y te tarareaba una canción de cuna.
¡Cómo te gustaría volver a esa época!
—Realmente la extraño—. Susurras sin pensar.
—¿A tu mamá?— Pregunta la muchacha muerta momentos después de oírte.
—Sí. Justo estaba pensando en cuando era pequeñ@ y me cantaba antes de dormir.
—¿Te cantaba todas las noches?
—No, sólo cuando yo estaba asustad@ por algo.
—Y ahora, estás asustad@—. Asientes sin mirar a Yuri—. Quizás yo pueda ayudar.
Le diriges la mirada.
—¿Vas a cantarme?
—¡Sí! ¿Te parece?
Sueltas una triste sonrisa.
—¿Por qué no?
—¿Qué te cantaba?
—Desearía poder recordarlo.
—¿Entonces está bien si elijo cualquier canción?
—Adelante.

—Once in a while, You are in My mind—. La chica comienza a cantar con un bello timbre de voz—. I think about The days That we had.
—Tienes una voz muy dulce.
La joven se calla un segundo.
—Gracias—. Dice de forma tímida—. And I dream That these would all come back to me—. Ella sigue cantando.
—¿Qué canción es?
—Aamm...No lo sé, la letra está fluyendo en mí de manera natural, pero no siento que la esté inventando. Supongo que en vida la escuché.
—Ya veo.
—If only you knew every moment in time, nothing goes on in My heart...—Mientras la muchacha continúa con su canto, cierras los ojos y dejas que la suave melodía te atrape.
La voz de aquella fantasma es parecida a la voz de tu progenitora. En cierto modo, es como si la mujer estuviera ahí. Sientes la misma calidez y seguridad que tu madre evocaba.
Tienes un ligero nudo en la garganta y, sin poder evitarlo, de tu ojo cae una lagrima.

Te sientes tranquil@ finalmente. A la par que Yuri continúa su canción, el sueño te vence y logras dormir.
Quizás fue tu imaginación, pero, entre sueños; te pareció percatarte de unos acogedores brazos que te resguardaban en la noche.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora