GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>

Parte 55

Te diriges a la puerta del cuarto para salir, tu reciente descontento no te permite seguir ahí; puedes acomodar la mudanza más tarde. Ayudar a tu abuela te distraerá, le inventarás que ya terminaste. Solo necesitas algo agradable. Agradable... ¡Dasom! Sacas su tarjeta de tu mochila y tal como le habías prometido, la pegas frente a tu cama...Uumm...tal vez se vea mucho mejor si la pones en el tocador junto al catre...efectivamente.

Te acuestas unos momentos en tu lecho, admirando ese tierno regalo y tu mente regresa al día escolar de hoy. Al principio, la interacción con Dasom fue algo incomoda; ambos seguían sorprendidos por aquel repentino gesto que había nacido de ti la tarde anterior. Pero debían centrarse en sus prioridades, habían intentado hablar algo con Dahye sobre el asunto de Yuri, pero no encontraban alguna idea tangible, la incomodidad de aquella situación y la incertidumbre del paradero de la fantasma, volvía todo un coctel de negatividad... Sin embargo, pudieron dejarlo de lado más pronto que tarde y volvieron las risas y la buena atmosfera; aunque, había algo que se sentía distinto...un ligero nerviosismo que se mezclaba con emoción y alegría cada que se acercaban; si bien, esa vibra la iniciaba tu amiga de la infancia, en segundos te la contagiaba. Volvieron a pasar por alto lo malo para centrarse en lo bueno, como cuando se reencontraron. Era lindo, agradable. Sonríes cálidamente y después volteas tu cara al techo.

Si te pones a pensarlo, has pasado por DEMASIADAS COSAS, ese hecho a veces se nubla por sí mismo. ¡Y Yuri! ¿¡Dónde demonios está!? Con todo lo de tu padre no has podido centrarte en ella correctamente y vuelven a ti las mismas preguntas: ¿¡Qué son esas horribles pesadillas!? ¿¡Está bien!? ¿¡Está sufriendo!? Y si es así, ¿¡cómo salvarla!? Te levantas con rapidez, en dirección a tu baño. Una vez ahí, te dispones a llamar a tu amiga frente al espejo.

—Yuri... —dices—. Yuri... — Nada—. ¡Yuri! — Exclamas con más ánimo. Pero el silencio no desaparece. Suspiras con tristeza y decepción, para tirarte al suelo—. Por favor, responde—. Dices, al mismo tiempo que juntas tus rodillas a tu pecho.

La reciente muerte de tu madre, la aparición de un espectro que te ha pedido le ayudes a trascender y los acertijos que esto conlleva, nuevos amigos, quienes te piden ayuda para sus intereses amorosos y tú padre...ya lo has pensado antes, pero... ¡ES TANTO EN TAN POCO TIEMPO!

El estrés, la ansiedad, el cansancio, la incertidumbre...estás considerando gritar, pero no lo haces, te frenas...otra vez...y es que, desde que recuerdas, tus emociones nunca se han manifestado en sí. Siempre las apagas. Tal como dijo Dahye, las únicas ocasiones en las que dejas que estas te dominen, han sido cuando se trata de alguien querido...cuando sientes que hay peligro. Aunque, ¿ese día que conociste a Yuri en el cementerio cuenta? No, probablemente haya sido más propia supervivencia... ¿y ese beso que le diste a Dasom? Definitivamente nunca te había pasado antes, no pudiste apagar ese impulso.

Dasom...Dahye...sus imágenes aparecen en tu mente. Ambas te han brindado su amistad y con ello apoyo y jubilo. A pesar de haber perdido contacto, Dasom ha estado ahí la mayor parte de tu vida. Dahye nunca dudó de ti cuando le contaste sobre Yuri...y Yuri...ella también...a pesar de estar muerta, te has permitido abrirte ante la morena como no lo has hecho con nadie...Llevas tu mano a tu cara, cubriendo una parte de esta, para dejarla ahí mientras acomodas tus pensamientos. ¿Por qué estas 3 chicas se han vuelto tan importantes para ti tan rápido? Claro, cada una a su manera, pero... ¿qué sientes exactamente por cada una? ¿no serán solo reflejos de todo el caos que estás viviendo? ¿un grito desesperado de apoyo? ¿o una amistad y ya? Pero si no es nada de esto último... ¿por cuál de ellas sientes algo real?