Parte 61

66 11 0
                                    


—Joven, por favor, no se altere. Su padre siempre llega ansioso después de las visitas al hospital. —Te pide Youngmi.


Respiras profundamente y te llevas tus dedos a la cien, frunciéndola.Una parte de ti quiere hacer algo más, pero tu sentido común te dice que no es nada conveniente desafiar al señor de tu nueva casa. A juzgar por el temor que propinaba en todos, no saldría nada bueno de eso.—Hij@, ¿qué pasó? — Tu abuela sale de su habitación.—N-nada, abuela. Es solo que... —Enseguida dejas de lado tu ira y te centras en revisar a Canela. Parece estar bien, pero en su mirada acuosa se ve la tristeza. Te molestas de nuevo, mientras la consuelas con caricias, pero debes respirar otra vez. — El señor de la casa quiso dejar muy en claro quién manda. —Respondes con dureza en tu voz.—¡Oh, una cahorrita! — Exclama tu abuelita, que se aproxima a ti. —¿De quién es?—Mía... — Sueltas con frustración.—Entonces fue ella la que lloró...—Así es...—¿Por qué?—El señor se molestó por la actitud de la perrita y decidió corregirla— Responde Yon, descuidadamente.—¿Qué le hizo? — Cuestiona la anciana.—La golpeó con su bastón... —Aclaras.—¿¡Eh!? ¿Era para tanto? — Pregunta indignada tu abuela.—No...no lo era... — Mimas tiernamente a tu mascota a la par que contestas con tristeza.—El señor venía estresado... — Dice modestamente Sunhee.—¡Ah, por cierto, disculpen que no me haya presentado! — Tu abuelita se dirige a las empleadas domésticas.—¡No, no! ¡Para nada! ¡Somos nosotras las que deben disculparse! — Exclama Youngmi, mientras las 3 mucamas hacen una reverencia de disculpa.—No pasa nada. —Responde amigablemente la anciana. —Soy la abuela de esta/ este niñ@. Me llamo Hye.—¡Es un placer tenerla en esta casa! — Dice Youngmi, mientras las tres sirvientas se inclinan solemnemente. — Yo soy Youngmi y ellas son Sunhee y Yon.—¡El gusto es mío! — Responde amablemente tu abuela. —Creo... — Susurra para sí misma. Tu abuela dirige su atención hacia ti. —¿Tú cómo estás, hij@?—Bien, abuelita... — La misma respuesta segura.La anciana suspira.—¿Por qué no sigues con tu cuarto? Yo me encargaré de Canela, junto con las chicas, ¿verdad? — Tu abuela les habla a las mucamas.—¡Claro que sí! — Concuerdan las tres.—¿Está bien? — Preguntas, pero Canela parece aferrarse a tu atención, al insistir en tus caricias; pues ella misma se empuja bajo tu mano. Si bien, estos son los momentos donde prefieres estar a solas y calmar tus pensamientos, no puedes permitirte abandonar a este animalito que te necesita. —No, —sonríes tímidamente. —Canela puede acompañarme en mi habitación. Tiene su cama, ¿verdad?—Así es, joven. Tiene todo lo necesario. — Dice Youngmi—Lleven las cosas de la perrita a la habitación de mi niet@, por favor. — Intercede educadamente tu abuela.—Claro, no se preocupen. — Responde de la misma forma la sirvienta.Las empleadas están a punto de ponerse manos a la obra, cuando son interrumpidas.—Que se más tarde, por favor.—Entendido, señora. — Dice dócilmente Youngmi.—Gracias. — Tratas de sonar alegre, pero sigues triste por lo que acaba de pasar. —Abuelita, ¿ya terminaste con tu cuarto?—Te dije que no te preocupes por eso. Mejor muéstrale a Canela dónde se va a quedar. — Comenta la anciana, restándole tensión a la situación.Entiendes que las cosas se han calmado y sonríes más sinceramente, pero no mucho.—Vamos, Canela. — Guías a la cachorra hasta tu alcoba.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora