Parte 54

94 13 0
                                    


—Voy a mi cuarto, hijo, para desempacar—. Anuncia tu abuela.
—¡Déjame ayudarte! —Exclamas.
—¿Y cuándo desempacas tú?
—Cuando terminemos con tus cosas.
—¡Ay, si no estoy tan vieja! — Responde la mujer alegremente—. Te dejo acomodar tus cosas—. Aclara, para irse tranquilamente a buscar su alcoba.

Tu abuelita siempre sabe brindarte tranquilidad, ha sido clave en tu vida y un apoyo infalible, quien te comprende, ama y respeta y si bien, parece mostrarse serena en todo este asunto, no dudas que tenga temor en su interior, también preocupación, pero seguramente no quiere alterarte aún más a ti.
Suspiras para intentar calmarte mejor. Posicionas tu maleta en tu nueva y amplia cama, es ahí cuando recuerdas las cajas que los empleados de tu padre debieron depositar en tu habitación, o eso crees, pues te lo había comentado tu abuela: cómo habían pasado por algunos elementos de la mudanza, cuando tú te encontrabas en la escuela. Efectivamente, se encuentran justo al lado de la puerta que, supones, pertenece al armario.
Una vez terminas de colgar la ropa que se encontraba en tu maleta, abres la primera caja y te alegras de ver tus libros; "Adicto a las flores", "El taller de las flores" y "Estilizando la naturaleza", son algunos de los títulos que se pueden leer en tu colección. Sonríes irónicamente al pensar en lo ridículo que suena que un/a adolescente como tú posea esos textos. Tú también lo pensabas antes, pero le agarraste un gran gusto al arreglo foral una vez comenzaste a aprender de él.
Acomodas tus ejemplares en el librero de la pared y tu curiosidad te lleva a descubrir los títulos que te esperaban en tu nuevo dormitorio: "Una corte de rosas y espinas", "Cazadores de sombras", "Trono de cristal". Todas parecen ser novelas juveniles de fantasía, bueno, al menos tendrás algo con qué entretenerte durante un par de meses. Continúas tu investigación y pones una cara de incredulidad al ver la portada del texto en tus manos: "Cómo perdonar". Lo regresas a su lugar y tomas el siguiente: "Curar las heridas del corazón". Repites la misma acción y decides detener el análisis de aquel estante.
¿Qué pretende tu padre? Bueno, con esos libros es algo obvio, sin embargo, te molesta bastante encontrarte esa sorpresa. ¿Con qué cara te pide eso? ¿No está siendo bastante violento al no respetar tu decisión de tomar ese proceso? Bueno, ya era bastante violento negarte como hij@, abandonarte, regresar con promesas, no cumplirlas, desaparecer de nuevo creando más daño, verte después de 10 años y al mismo instante invitarte a vivir con él...
Tal vez has cometido el peor error de tu vida.
Te levantas más que frustrad@, tomas aquellos dos libros del librero y los arrojas en el cesto de basura al lado de la repisa.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora