Parte 25

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e encantaría escucharte, Nara, pero si no me apresuro la comida...—Dices.
—¡Ah, es cierto! Olvídalo entonces. Ve por tu almuerzo.
Tienes hambre, pero el rostro de Nara se llena de decepción.
—¿Qué ocurre?— Le das pie para que hable. Ella sonríe.
—Estos últimos días he notado que te has vuelto unid@ a Dahye.
—Sí...bueno, tenemos cosas en común.
Una fantasma que desea trascender por ejemplo.
—¿Te cuenta sus cosas?
—Eso creo...
Realmente no, pero es mejor que no se vea rara su repentina cercanía.
—¿Te ha dicho algo sobre mí?
—¿Sobre ti? ¿Qué podría decirme sobre ti?
—E-es que...— La chica duda en hablar y muerde su labio inferior, a la par que soba su hombro. —¿Alguna vez has sentido algo que sabes no debes sentir?
—¿A qué te refieres?
—Lo que pasa es que a mí...
No puede ser...
—¿¡Dahye!?—La muchacha asiente apenada.—¿¡Ella te gusta!?— Exclamas.
—¡Cállate!—Te inmutas.—Sí...desde hace algún tiempo...Y el otro día fuimos a la fiesta de una prima mayor que yo. Todos estaban bebiendo, así que para no sentirnos tan fuera de lugar nosotras también lo hicimos, pero no tenemos tolerancia al alcohol y terminamos algo mal. Así que para mantenernos fuera de peligro de los muchachos mi prima nos encerró en su cuarto...y...
—¿Y...?
—No...no sé exactamente qué hice, pero...creo que me declaré...—Diablos, eso es delicado.— Es decir, sé que no hicimos nada malo,porque mi ropa, labial y cabello permanecieron intactos. Pero desde ese día Dahye ha estado algo rara conmigo...—La joven agacha la mirada.—Por eso quiero pedirte que tú le preguntes.
—Pero, dices que tú no recuerdas, ¿por qué crees que ella sí?
—Entonces descubre que le pasa. Por favor, TN, no sé a quién más acudir.
No quieres meterte en ese tipo de asuntos, ya no quieres más drama, pero Nara se ve realmente angustiada. No debe ser tan difícil, sólo es una simple pregunta y siendo Dahye tan sincera como es...
—Bien...pero si algún día llegas a comprarle flores asegúrate que sean las de mi florería.
—¡Sí, gracias, TN!
Sonríes.
—Vámonos a sentar con los otros.

Van acercándose al sitio donde te juntas con tus amigos, cuando Nara habla.
—¡Oye! No compraste nada.
—Ya no hay nada bueno, pero no importa, me comí un chocolate hace rato.
No es cierto.
—De todas formas eso no te llena, te puedo dar la mitad de mi almuerzo.
—Está bien.
—¿Qué? ¿No te apetece la carne de perro?— Pregunta Yoseob al llegar tú y la chica, refiriéndose a la mala carne que queda al final.
—Hoy no...—Contestas.
—TN, si quieres puedes tener la mitad de mi almuerzo—. Te ofrece Dahye.
—Y del mío—. Añade Dasom.
—Oye, Dasom, yo también tengo hambre, ¿no me la regalas a mí?— Pide tu amigo.
—No—. Responde secamente tu amiga de la infancia. —Tú sí fuiste a la tienda, bien pudiste haber comprado otra cosa.
—¡Pero TN también pudo hacerlo!
Tu compañera de clases ignora al muchacho.
—Vamos, TN, a mí no me molesta.
—Ni a mí—. Insiste la experta en espectros.
—Gracias, pero Nara ya me dará la mitad de su comida...
—Ah, bueno, pues toma otra mitad para tener un almuerzo completo.
—No, de verdad...
Dasom y Dahye no ceden, agradeces su amabilidad, pero a la vez es incómodo escoger entre ambas, permaneces así, callad@ sin saber qué hacer.
—No le quites su comida a Nara—. Dice Yoseob y saca un sándwich que ocultaba detrás de sí. —Ten...
—¡Wow! ¡Gracias, Yoseob!
—Entre hermanos hay que ayudarnos.
Por eso aprecias tanto a Yoseob, puede ser tonto a veces, pero es un amigo de verdad. Te ha salvado.
—Toma—. Le ofreces el dinero que gastó en el alimento.
—No hace falta, mejor convence a Dasom de salir conmigo.
Todos ríen cuando la susodicha le gira la cara y la alza altaneramente.

Quisiste avanzar con el tema de Yuri con tus cómplices, pero tu cabeza estaba más centrada en lo que Nara te había dicho. No pudiste hablar del tema, pues no era de la incumbencia de los otros.
—¡Ya llegué!— Avisas al ingresar a tu hogar. Otra vez tu abuela no eStá, así que debe estar organizando los nuevos pedidos de las flores con Ailee y Sunmi.
—¡Hola!— Saluda Yuri al atravesar el espejo de la entrada. Te ha pegado un susto de muerte.
—¡Oye! ¿¡Quieres que me muera!?— La muerta sonríe traviesamente. La ves molest@. —No te llamé...
—¿Y? Yo puedo aparecer cuando quiera y como vi que no trajiste al renacuajo ese...
—¿Renacuajo? ¿Te refieres a Dasom?
—Me recuerda a un renacuajo.
—Los renacuajos son lindos—.Le salió el tiro por la culata a la difunta.—¿Alguna vez te gustó alguien, Yuri?
—¿¡Eh!? ¿¡Por qué preguntas!?
—Porque hay alguien a quien le gusta una amiga mía.
—¿¡Te gusta el renacuajo!? Tienes un gusto del asco.
—¡No! No me gusta Dasom, pero te repito, los renacuajos son lindos. La joven de la que hablo se llama Nara y mi amiga Dahye. Por cierto, ella sabe de ti.
—¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?
—Primero respóndeme la pregunta.
—Uuummm...gustar...¿estando viva o muerta?
Balbucea en un tono bajo.
—¿Qué?
—¡No, nada! Trato de recordar, pero te dije que no lo consigo...aunque...— La fantasma se calla.
—Aunque...
De repente su mirada se pierde en el infinito. El ambiente cambia por completo, sientes una especie de calidez y entre parpadeos te llegan imágenes borrosas de lo que parece un parque, pues hay césped muy verde, un lago y un bello roble. Al menos eso es lo que relaciona tu cerebro ante la dudosa imagen.
—¡Yuri!—Escuchas una voz dulce que llama al espectro, junto con risas. Te sientes feliz y emocionad@. Percibes unos brazos extraños que te rodean y la misma voz te susurra al oído.—¡Te quiero!
Abruptamente vuelves a la realidad. Ahora estás desorientad@.
—¿Yu-Yuri? ¿Qué fue e...so...?— Dices.
La chica muerta ha vuelto a desaparecer.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora