GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>

Parte 23

—Ya está—. Avisa Dasom, para que entres a tu cuarto. Lo haces, mientras que Yuri atraviesa la pared. Ambas chicas se ven y las caras de incomodidad surgen. —Eeemm...creo que empezamos mal, ¿qué te parece si lo hacemos de nuevo?
—¡Oh, claro! —Concuerda la fantasma. —Puedo mojarte las veces que quieras.
Suspiras.
—Me llamo Dasom—. Comenta la susodicha, tratando de ignorar lo sucedido.
El espectro la ve de arriba a abajo, con altanería.
—Yo Yuri. ¿Qué quieres?—Pregunta secamente.
—Ayudarte . TN me dijo que necesitas saber cómo moriste para trascender.
—¿Y tú cómo puedes contribuir en mi causa?
—Estoy segura de que puedo ser muy útil.
—La verdad lo dudo.
—¿Siempre fuiste así de pesada?
—Sólo con la gente entrometida.
Tu amiga de la infancia finalmente muestra una cara de disgusto.
—¡Bien! Yo quería ayudarte con buenas intenciones, pero ahora creo que entre más pronto TN se libre de ti, mejor.
Las dos muchachas se miran con ira y sientes que podrías cortar la tensión con un cuchillo.
—O-oigan...
La joven muerta cambia su rostro, debe tramar algo. Velozmente atraviesa el cuerpo de tu amiga. La esperanza de que tu compañera sienta una descarga eléctrica se difumina, cuando notan que no parece afectarle.
—¿No sentiste la electricidad?— Cuestiona Yuri.
—¡Por favor! Ya soy inmune a todos tus trucos. No creo que puedas hacerme nada que otros difuntos no me hayan hecho—.Con notable enojo, la fantasma tuerce la boca y una almohada de tu cama vuela en dirección a Dasom, la cual apenas logra esquivar ella. —¡Déjate de tonterías!
—¡No me gustas en absoluto!— Al terminar de decir esto, el espectro desaparece, no sin antes transformarse en miles de gotas de agua dirigidas a tu amiga de la infancia. ¡Rápido! ¡Protegela!
Sin pensarlo dos veces te interpones en el camino del líquido y terminas mojad@ tú. No podías dejar que tu amiga se empapase de nuevo.
—¡Ah!— Exclama tu compañera. —¡Ay, no!— Dasom va a tu closet y toma un nuevo cambio de ropa para ti. —¡Lo que me faltaba! ¡Una fantasma caprichosa!
Grita ella con intención de que la muchacha muerta escuche.
—De to-todas formas debía cambiarme el uniforme—. Tratas de disminuir su enojo.
—¿De verdad quieres ayudarla?
—¿Tengo otra opción?
—Sí, exorcizarla.
—¿Con padres religiosos y rezos? ¿Eso no le dolerá?
—Obviamente, pero se lo merece por ridícula.
—Me siento un poco mal por ella...tantos años vagando sin nadie que la escuchara.
—¡Y ya veo por qué!
—Quiero ayudarla, Dasom. Sé que no es mala.
—¿Entonces por qué se porta así conmigo?
—Es lo que yo también quisiera saber...