Parte 77

71 10 2
                                    

L@s tres se quedan mud@s ante la presencia de Yoseob. Él espera su respuesta.

¿¡Eh!? ¿Y Bora y Misung? ¿¡Por qué no las esperaste!? — Cuestionas, un poco nervios@.

—Ya saben que no quería estar ahí. ¡Yo solo fui a traerle a Dasom lo que pidió! El chico te aparta y se dirige a la susodicha, ofreciéndole un jorim empaquetado.

La castaña se aparta ligeramente ante el gesto.

—Pero qué poco caballero. Debiste esperarlas. — Comenta la chica.

El muchacho se queda pasmado. Dahye ahoga su risa y tú sonríes irónicamente.

—¿Había aún mucha fila entre ellas? — Pregunta la pelirroja.

—Pues, sí...pero ¿para qué quieren las monedas? — Insiste tu amigo. —¿Es para esas cosas que te gustan, Dahye?

—¿¡Eh!? Pu-pues...

—¡S-sí! —Interfiere tu amiga de la infancia y enseguida te mira, en busca de ayuda.

Tratas de pensar en algo, con velocidad, mientras miras todo el patio. Tu vista se detiene cuando a lo lejos observas a Nara salir de la biblioteca, con mirada triste y sola.

—¡Es para su concurso de declamación! —Sales al rescate.

—¡S-sí! ¡Para darme suerte! — Añade la fanática de lo paranormal.

—¡Ah, entonces sí es sobre fantasmas! — Dice Yoseob.

—¡Ajá, es para hacer un ritual de buena fortuna!

Los tres, Dasom, Dahye y tú, se vieron nerviosos en ese pequeño intercambio de diálogos.

—Uuhhmm... — Murmura el joven. —Lo que tiene de linda, lo tiene de rara. — Te susurra al oído y tú vuelves a poner una sonrisa insegura.

—Pero... —Comentas, al percatarte de la situación. —¿Cómo sabes que son para fantasmas?

—Ah, bueno, porque esas monedas son de mi abuelo. Dejó unas cuantas en mi casa y llegué a escucharlo hablándole a mi papá sobre ello.

—¡Y de casualidad! — Suelta la castaña. —¿No escuchaste si están bañadas por la luz de la luna llena?

—Creo haber escuchado algo al respecto, sí. — Se nota el cambio de actitud de tu amigo cuando es Dasom quien le habla.

—¿Podrías peguntarle?

—No lo sé, chicos. Esas monedas son un tesoro familiar y no se me permite tocarlas; no sé qué pase si pregunto sobre ellas. — El chico desvía la mirada al cielo, para evitar las de ustedes, al darse cuenta de que ha metido la pata.

Lo jalas hacia ti.

—¿¡Entonces por qué nos las mencionaste en primer lugar!? —Le susurras.

—¡Solo quería impresionar a Dasom! ¿¡ok!? — Te contesta en el mismo tono. —¡Bueno, escucha, Dahye! — Tu amigo vuelve a su posición para hablarles a todos. —Tal vez no haya problema si vas a mi casa y haces tu ritual ahí. Puedo decir que haremos un trabajo y te dejo usar el baño de huéspedes. Es rápido, ¿verdad?

—En realidad no. —Responde apenada la susodicha. —¡Necesito a est@s dos! — La pelirroja l@s toma de los brazos.

—¡Sí! ¡Podemos hacer una fiesta de fantasmas! — Se te ocurre decir.

—¿¡Fiesta de fantasmas!? — Objeta la castaña, quien enseguida los empuja lejos de Yoseob. — ¿¡Qué les pasa!? — Pregunta en voz baja. —¡Si ya de por sí podría ser difícil para mí protegerlos a ustedes! ¿qué piensan hacer con Yoseob!?

—¡Ya tendremos las monedas de protección! — Contestas.

—¡Y Yoseob dijo que son varias! — Añade la fan de lo extra normal.

—¡Aún así! ¡El lugar en donde realicemos la invocación se volverá peligroso! ¿¡Qué haremos con su familia!? ¡También correrán riesgo! — Aclara tu amiga de la infancia.

—Pues... — Te diriges velozmente con Yoseob y dejas a las chicas en la misma posición de secreto. —¡Yoseob! — Le susurras.

—¿Qué pasa, herman@? — Te habla igual y con confusión e indignación en su voz.

—Escucha, las chicas están muy interesadas en esa fiesta, pero dicen que les apena mucho festejar delante de tus padres.

—¿Eh? ¿Pues qué tienen pensado hacer? Mis padres son relajados, no tienen problema con que festejos, siempre y cuando ellos nos chequen de vez en cuando. A mí me parece justo.

—Es que...ellas quieren beber... —Inventas, a tu pesar.

—¿¡Qué!? No sabía que les gustaban ese tipo de cosas. ¿De dónde sacaste a estas chicas, TN?

—¿Quieres calmarte un poco, por favor? No es para tanto.

—Yo creo que cuatro menores bebiendo sin supervisión y tomando las cosas que el señor de la casa, ESPECIFICAMENTE, les prohibió tomar, sí lo es.

—Aaamm...pues... — Regresas velozmente con tus amigas. —¡Auxilio, no es tan fácil de convencer en este caso!

—¿Qué le dijiste? —Pregunta Dasom.

—Qué querían beber y por eso no querían a los padres cerca.

—¿¡Qué!? ¡Pero si tú sabes que rechazo el alcohol! — Reclama la castaña.

—¡Lo sé, lo sé! ¿¡Pero fue lo primero que se me ocurrió!

—¡TN!

—¿¡Qué hay de ti, Dahye!?

—Pues...

Recuerdas entonces lo que te había comentado Nara. Sobre el día de la fiesta en que ella y Dahye bebieron de más.

—¿Te incomoda? Si es así, será mejor elegir otra estrategia...­— Comentas.

­—Aunque...­— Responde la pelirroja. — Si es por el bien de la misión, supongo que está bien. 

—¡Bien! Yo tampoco tengo problema con ello.

—¡TN! — Repite tu amiga de la infancia, ya con sus mejillas infladas.

—¡Hey, te prometo que todo irá bien! Solo hay que fingir que bebemos. ¡Es por el bien de la misión!

—¡Ash! — La medium desvía la mirada en resignación.

—Pero ¿qué le decimos para convencerlo de romper las reglas?

—Es obvio que le gustas, Dasom. ¡Usemos eso! — Sugiere la pelirroja.

—¿¡Eh!? ¡Pero...!

—¡Ya sé! ¡Digamos que jugaremos a la botella!

—¿¡Qué!? ¡No!

—¡Descuida! No lo haremos en realidad. Solo es para convencerlo.

—¡Y-yo...!

—¡Está bien! — Le dices a tu amiga de la infancia, al ver que se ha quedado sin palabras en su nerviosismo. —Te prometo que no dejaré que pase nada que te incomode. Ella se sonroja y sientes las mariposas en el aire cuando sostienen su mirada. —¡Y lo mismo va para ti, Dahye! — La fanática de los fantasmas sonríe con ironía.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora