Parte 60

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Una ahogada exclamación de dolor sale de la boca de tu padre, en cuanto cruza el umbral de la puerta. Se presiona el hombro derecho y parece estar aguantando. Suspira con fuerza un par de segundos. Su mirada exhausta y amarilla se alza y te encuentra en el patio. Parece que se le escapa una ligera sonrisa, que enseguida cubre con un carraspeo intencional.

—Veo que me perdí la sorpresa. — El hombre dirige una mirada opresora a las mujeres junto a ti.
—¡Señor, discúlpenos! — Youngmi habla y enseguida, sus compañeras se ocultan ligeramente detrás de ella. —¡Seguimos sus instrucciones al pie de la letra! — Las mujeres hacen una reverencia.
—Claro...claro... — El hombre inicia su paso dentro de la vivienda; no sin antes recibir un bastón, de la mano del empleado que te trajo a casa. Tu progenitor lleva un paso lento y sombrío, casi fantasmal. —Esa inútil enfermera se ocupo en cosas banales y tardó más de lo normal en atenderme.

Si bien, la forma elegante de vestir de tu padre, lo hace ver importante, exitoso y adinerado; su aspecto raquítico contrasta en totalidad. Todo su esquelético cuerpo confunde al momento de notar su inflamado abdomen. Te recuerda a esos desamparados y famélicos niños de África. Aún así...su presencia provoca en todos sentimientos negativos.

Canela emite un ladrido de advertencia con el acercamiento de tu papá. Él sonríe modestamente.

—Ah, Hyun, sabía que elegirías al perro correcto. — La cachorra comienza a gruñir. Tu progenitor le acerca la mano y Canela le suelta una mordida, que el hombre logra esquivar. Eres testigo de primera mano, pues sigues incad@ al lado de tu mascota nueva. Solo exclamas ante la sorpresa. — Tal vez demasiado correcto. — Comenta tu padre con desprecio. —¿Con qué nombre debo castigarla?
—¿Eh? — Atinas a decir.
—¿Cómo la nombraste? — Alza un poco más la voz aquel hombre, aún con fastidio.
—Ca-canela... — Contestas, insegur@.
—¡No, Canela! —Tu padre le da un rápido golpe a la cachorra, provocando que está se queje.
—¿¡Qué haces!? — Realizas un gesto protector sobre la perra.
—¿Por qué te alteras? Si no la corrijo enseguida, seguirá con esa actitud. — El hombre continúa con su posición de superioridad.
—¡Pero no es para golpearla! — Le recriminas.
El dueño de la casa emite un chasquido irónico.
—¡No sabes nada, niñ@! — El hombre se para muy cerca de ti, con total imponencia y te mira a los ojos de forma amenazante. —Además, a mí nadie me alza la voz. —Ese simple gesto impregna en ti un gran miedo y enojo. Sientes tus manos temblar mientras las aprietas y a tu boca crear una mueca de disconformidad. —Voy a mi habitación a descansar. Esas sesiones médicas siempre me dejan exhausto...

Tu padre da media vuelta y se dirige a las escaleras. Tratas de controlarte mientras observas a Hyun ayudarlo a subir las escaleras y sientes las miradas incomodas y preocupadas de las mucamas sobre ti.

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora