Parte 52

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—TN...— Escuchas que pronuncian en voz baja. Tus ojos parecen cerrarse por sí solos—. TN...— De forma borrosa ves una figura femenina que se acerca a ti—. ¡TN!—Finalmente ese tono de voz alto te hace volver en ti.
—¡Ah! Hola, abuelita—. Te das cuenta de que la mujer te llama. Sentad@ en el comedor y con tu codo sobre la mesa, sostienes tu cara para evitar que caigas dormid@.
—¿Por qué estás despiert@ tan temprano?
—Es que tengo que hacer mi maleta.
—¿Por qué no la hiciste ayer?
—Es que...
En ese momento se escucha el sonido de un líquido evaporándose.
—¡Ay, la leche!— Tu abuela se apresura hacia la estufa, donde dejaste que el recipiente con liquido hiciera ebullición.
—¡Oh, lo siento! Quería hacer más chocolate, pero...
La mujer apaga el fuego.
—¿Que no dormiste?
—Eemm...— Agachas la mirada y rascas tu cabeza, sintiéndote descubiert@—. No...
—Sigues muy preocupado por lo de tu papá, ¿eh?
No sólo por tu papá.
—Sí.
—Ve a dormir, yo preparo tus cosas.
—No, es mi maleta, yo la debo hacer.
—No creo que seas capaz de guardar tus cosas eficientemente.
—Pero...Bueno, gracias, abue—. Te acercas a ella y le das un beso en la mejilla.

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Mientras lees escucha esto:

Abres los ojos con lentitud, acostad@ en el frío suelo, a tu alrededor no hay más que oscuridad. Te sientas y miras de un lado a otro, desorientad@.
Un fuerte llanto se apodera de esas tinieblas, seguido de otro y otro, hasta que los lloriqueos se vuelven una especie de remolino que te envuelve. Es una voz de chica la que los emite, de repente, imágenes de Yoona comienzan a aparecer flotando cerca de ti. En todas ella llora, grita o gime. Su rostro se encuentra inundado de dolor, pero no tienes idea del porqué.
Las escenas te agobian por unos momentos, hasta que frente a ti se visualiza Yuri, colgando de varios hilos que se pierden en la oscuridad. Aquel material se enreda sobre su piel y, con cada vez más fuerza, se entierra sobre la chica; cortándola y haciéndola sangrar. Hay hilos en sus brazos, piernas, tobillos, muñecas, debajo de sus pechos, cintura y cuello, de todos aquellos lugares emana el color rojo.
—Ella no se lo merecía—. Susurra la morena viendo al infinito y soltando una única lagrima.

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—¡Yoona!— Sueltas al volver al mundo real. Te sientes igual que la noche anterior, al menos ahora es de día y hay luz; pero eso no te quita por completo el terror. A pesar del frío que hace, estás empapad@ en sudor.
—¡TN!— Te llama tu abuelita al aparecer en tu puerta—. ¡Ya tienes que ir a la escuela!

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú) <Por: Kirari Ai>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora