Bad News || Derek Hale [Teen Wolf] (1)

Cap. 58

Entraron al departamento, tal y como esperaban, justo ahí estaba Stiles. De pie, con simpleza, en la mitad de la sala, mirando por el enorme ventanal.

Allison se acercó por un costado, apuntando con su taser al castaño, al nogitsune. Pero, claramente, esto significó nada para aquel espíritu bromista, pues tiró del arma que lanzaba choques eléctricos como si se tratara de un juguete para bebés, lanzándolo hasta el otro lado del departamento.

Miró a su derecha, sintiendo a Derek tensarse, principalmente porque lo había sentido soltar su mano -la cual en todo el camino jamás soltó, ni una vez, ni por un segundo. Duró todo el camino pensando que Derek sabía algo, que Derek sospechaba, que Derek... tal vez no sabía cómo pedirle que hablara con él.

El beta se lanzó a Stiles, con garras y colmillos fuera. Nuevamente, no era desafío para el nogitsune. Enredó el brazo del ojiverde, llevándolo hasta la espalda, en una llave -que ella conocía bien, pues ella misma se la había enseñado a Stiles- seguidamente empujando la cabeza de Derek contra la mesa metálica que había junto una columna. Finalmente, como si se tratara de un simple animal de felpa, lanzó a Derek por la sala, hasta que su espalda impactó contra una pared.

Valeska corrió a socorrerlo. Lanzándose de rodillas a su lado. Miró su rostro, analizando y buscando heridas, preocupada. Aunque de qué se podía preocupar, de cualquier forma, él sanaría con rapidez.

Sin embargo, no dejó de estudiar sus facciones.

Derek por un segundo temió que lo que ella hacía no era buscar heridas, sino detallar su rostro. Memorizarlo.

Derek temía que estuviera tratando de memorizar su rostro... como si se tratase de una cruel, gélida y muda despedida.

El seguro de un arma chasqueó en la sala, seguido de las palabras de advertencia de Noah: —Argent, baja eso.

—Ya lo he hecho antes. Hombres lobo, berserkers. Con gusto añadiré un nogitsune a la lista.

Derek se levantó con rapidez del suelo, ignorando el dolor en su espalda -el cual desapareció con una rapidez impresionante, sin sospechar siquiera que había sido Valeska quien le había quitado el dolor. Se acercaron con cautela, viendo al jefe Stilinski alzar su arma hacia Argent.

Empezaron a discutir. Bueno, más que nada eran los gritos de Noah a Chris, ordenándole bajar el arma que apuntaba directamente a la cabeza de Stiles.

—Papá, quiere dispararme. Quiere matarme, papá—, sonó con tanto temor. Aterrorizado. Era el Stiles ansioso, el hijo, el hermanito. Era él. El chico giró su vista, ahora a Argent. Y ahora era el nogitsune, arrogante, oscuro, tenebroso—. Aprieta el gatillo. Dispárame, vamos. ¡Dispárame!

Los gritos de Noah se hacían más fuertes. Igualmente los de Stiles.

—Conflicto—, dijo en voz baja, chocando su vista con la de Allison.

—¡Baja el arma!

—Hey. Alto.

—Paren, es lo que él quiere—, habló más fuerte Allison.

—No exactamente. Esperaba que Scott estuviera aquí, pero me alegra que me hayan mostrado sus armas. No están aquí para matarme. Están aquí para protegerme.

El sol se había oculto, y los oni ya habían llegado.

Chris y Noah disparaban sus armas a los oni, mientras que Allison, Derek y Valeska se paraban detrás de ellos, formando un círculo -y justo en el centro de éste, Stiles.

( . . . )

—Mírame. Oye, estás bien. Sí—, casi sonaban como súplicas. Descansó su cabeza en la mano de Valeska, quien sostenía su rostro con gentileza y cariño. Cerró los ojos sintiendo la calidez de la mano de la teñida.