Bad News || Derek Hale [Teen Wolf] (1)

Cap. 19

—Buenos días.

—Cállate.

—Sabes, no estarías de ese terrible humor si no hubieras llegado a casa hace tres horas y dormido solo dos.

—Vete de aquí, Stiles. No estoy de humor.

—¿Estabas con Derek, verdad?

—¿Celos?—, se levantó finalmente, tomando sus gafas de la pequeña mesa de noche.

—En lo absoluto...- ¿de quién exactam...-? ¿de ti por estar con...-? Oh, por Dios, voy a vomitar—, tropezó sobre sus palabras, generando una minúscula sonrisa en la pecosa -que desapareció casi al instante. Golpeó el marco de la puerta en un último intento por sacarla de la cama—. Vamos, hoy te llevaré. Si conduces así seguramente algún venado podría salir herido.

Algo anda mal. Pensó, levantándose de la cama. Es extrañamente específico. Caminó hasta quedar frente a él.

—¿Qué pasó?

—Nada.

—Stiles—, habló severa.

—Nada, lo juro.

—Stilinski.

—Stilinski—, respondió él no dando su brazo a torcer.

—Sabes qué, eres desesperante, ya no quiero verte—, quitó sus gafas y caminó hasta el baño a tientas.

( . . . )

—Entonces quieres pedirle ayuda a Derek.

—Sí, bueno, él...-

—Tiene un trisquel tatuado en la espalda—, la teñida terminó la frase de Scott, hablando ambos al unísono.

Ambos la miraron casi incrédulos.

—O sea que... ya... ustedes... ¿ya?—, Stiles se enredó con su propia lengua, no queriendo tener la imagen mental de Derek y Valeska...-

—¿Que si ya tuvimos sexo?—, dijo ella, naturalmente—. No, hermanito. En cuanto a tu problema, Scott, él sabrá ayudarte...

—Así que debe haber una manera de hacerlo sin sanar, ¿cierto?

—Sí. Pero ¿no crees que está ocupado buscando desaparecidos?—, Stiles señaló los dos pequeño avisos con las fotos de Erica y Boyd.

Una vez solucionado todo el asunto del Kanima y Gerard. Nuevos problemas no tardaron en crearse, esta vez se trataba de la desaparición de los dos betas de Derek. Erica y Boyd.

La teñida bajó la cabeza al recordar la abrumadora sensación de impotencia de la noche anterior. Casi pudo sentir físicamente su buen ánimo acabarse.

"—Estarán bien.

—No hay ningún rastro. Nada.

—Los encontraremos, ya verás que sí. Pero tómate esta noche, o bueno, lo que queda de la noche. Estuviste horas buscándolos. A ciegas. De día tendrás más visibilidad—, intentó convencerlo—. Además, estás cansado, intenta descansar y verás cómo todo se esclarece.

—Pueden estar muriendo ahora mismo—, alegó.

—Y tu morirás si no descansas un poco. Mañana yo misma te ayudaré a buscarlos, como hoy. Será más sencillo si vamos los dos, recuerdas.

Derek miró a la teñida que lo abrazaba por la espalda. Giró su cuerpo -con algo de duda en sus movimientos pasó uno de sus brazos sobre los hombros de la menor.