Bad News || Derek Hale [Teen Wolf] (1)

Cap. 48

—Doce quince, de hecho, lo cual significa que es después de media noche, lo cual significa la noche-día de las travesuras—, Stiles habló con tono resuelto, al teléfono.

Observó a su hermano sacar un pequeño taladro de su bolso, y encenderlo y apagarlo un par de veces. Sonrió cómplice.

Sintió una mirada sobre su nuca y ya sabía que se trataba de Scott, sin embargo se mantuvo callada.

—Por una maravillosa coincidencia también es el cumpleaños del entrenador, así que si no llegas en cinco segundos, te voy a destruir. ¿Sí? Hablo de cinco, cuatro, tres, dos—, giró sobre su eje.

Encontrándose de improviso con la figura de Scott. Cayó al suelo por la impresión de aquel par de ojos rojos salir en medio de la oscuridad. Valeska soltó una carcajada, mirando a su hermano casi tener un ataque cardíaco. 

Scott rió. Chocaron puños con la pecosa, complacidos por aquella pequeña broma.

—Uno.

—Te odio.

( . . . )

—¡Stiles!

El grito resonó por toda la casa. Incluso llegó a las casas de los vecinos más cercanos.

Su padre, desde la cocina, mezclando el café, el azúcar y la leche en su taza: suspiró, sabiendo la pelea que se avecinaba. Pero en el fondo sonrió; eran divertidas esas peleas.

Stiles que iba por el pasillo, justamente deteniéndose frente a la puerta de la habitación de su hermana, rió, orgulloso de su trabajo.

La puerta se abrió, dejando ver a una Valeska enojada hasta la médula, con los colmillos de lobo mostrándose, con su cuello escurriendo agua jabonosa aún, envuelta en una toalla tanto su cuerpo como su cabello.

—¿Qué pasa, hermanita?—, rió, retador.

Pero la sonrisa se desvaneció tan pronto como su hermana empezó a hablar.

—Estás muerto—, gruñó amenazante. Stiles tragó saliva, ahora inmóvil—. Corre.

Y Stiles corrió por las escaleras, completamente espantado.

—¡Te voy a cortar los brazos, idiota! Corre por tu vida. Corre, Stiles, porque si te atrapo, no vives para contarlo. ¡Despídete de tu cuello!

—Es bonito tenerte de regreso, Val—, dijo, rodeando la mesa donde estaba apoyado su padre.

—Chicos, es una casa, no un campo de Lacrosse.

—¡Dañó mi maldito cabello!—, se paró frente a su padre, hablando con tono acusatorio; mientras Stiles se acercaba cauteloso por el otro lado, escondiéndose detrás del sheriff, temiendo por su integridad física.

—Oh, vamos, no puede ser tan malo...

Soltó la toalla que le sostenía el cabello. La maraña llena de nudos y aún con algo de jabón cayó sobre sus hombros; como si su cabello también mirara a su padre con mirada acusatoria.

Stiles soltó una carcajada, que ocultó y reprimió al escuchar un nuevo gruñido ahora mucho más amenazante que el anterior.

Su padre se mantuvo estático. Impresionado por... eso.

—Estás...-

—Pelirroja. Parezco un maldito fósforo. Soy la maldita lava-girl.

—No hay necesidad de sacar los colmillos—, intentó tranquilizar su padre.