Capítulo 2

3.3K 328 69
                                    

— Perdóname— es lo único que logro decir, nuevamente he perdido el control de mis emociones.

Soy una tonta, no sólo me he hecho daño a mi, también se lo he hecho al hombre que es el amor de mi vida. Si hablo con él tal vez encontremos una solución juntos, la medicina a avanzado mucho, tal vez si me arrancan el útero logren curarme, aunque nunca podré llevar un hijo de Christian en mi vientre.

Lentamente me aparta un poco de él.

— Vámonos a casa— más que una petición es una súplica.

— Pero he venido con Kate.

— Ella es adulta, se las arreglará sola.

— Pero...

— Por Anastasia, han siete días que estoy agonizando... Necesito respuestas, necesito saber por qué dejaste de amarme— añade con tono lleno de dolor.

Oh no Christian, no pienses que he dejado de amarte, eso nunca sucederá.

De repente lo veo todo claro. Debo ser honesta con él, y si moriré quiero hacerlo a su lado. Quiero que él sea lo último que mis ojos vean antes de cerrarlo para siempre.

— Por favor no pienses que he dejado de amarte— le suplico con mis ojos lleno de lágrimas— son tantas cosas, pero jamás ha sido por qué he dejado de sentir éste enorme amor que siento por ti.

— ¿Entonces Elena te ha amenazado?— 

— ¿Elena ha regresado?— Dime qué no.

Él seca mis lágrimas.

— Ven.

Jason que estaba discretamente observando, sostiene la puerta trasera.

— Hola Jason— le digo

— Que tal señorita Steele— responde con tono impasible.

Entro al coche, Christian cierra la puerta, rodea el coche y entra acomodándose a mi lado. Jason toma su lugar en el asiento del piloto, enciende el motor y el coche empieza moverse.

— No haz respondido a mi pregunta con respecto a Elena, te lo preguntado dos veces.

— Antes que llegaras borracha a mi casa, Elena Lincoln me llamó por teléfono, ya lo había hecho anteriormente pero Jason no había logrado encontrar el lugar de donde llamaba, cortaba la llamada antes.

— ¿Por qué no me dijiste nada?— Le reclamo molesta — habíamos quedado en que no tendríamos secretos, por lo visto no puedo confiar en tí.

¿Por qué no me dijo lo que estaba sucediendo?

— ¿Enserio estás hablándome de confianza, después que te fuiste sin razón alguna?—  Siento como si me hubiera dado una patada en el estómago. — Al parecer estamos en igualdad de condiciones— añade dolido

— Disculpa, pero debiste decirte lo que estaba sucediendo— le recrimino por su silencio.

— Iba decírtelo, pero llegaste ebria y me dejaste— susurra como si le doliera más que cualquier cosa.

Perdón por fallarte y haberme ido, te había prometido que nunca te abandonaría, te había prometido amarte para siempre, aunque es cierto... De eso no hay duda, te amo.

— Lo siento— maldigo haber sido tan cobarde e impulsiva, si tan sólo pudiera regresar el tiempo y haber guardado silencio.

Él toma mi mano.

— Elena me dijo que íbamos hablar libremente, al principio no entendí pero cuando me dijo que su abogado había invalidado la causa del juicio en su contra no podía creerlo, pensé que mentía.

MI DULCE REDENCIÓNWhere stories live. Discover now