Capítulo 45

1.2K 208 31
                                    

   CHRISTIAN

Espero a que Leila cierre la puerta.

  —¿Me puedo sentar?—  dice, mirando hacia el suelo mientras yo hago caso omiso.

  — ¿Puedo saber que es lo que pretendes?  — digo enojado

  —¿Qué quieres decir?— responde fingiendo estar ofendida.

  — ¿Que quiero decir?— No jodas Leila— ¿Quieres creer que somos una familia? ¡Pues no lo somos!  Eres la madre de un niño que dices ser mío...—

  — ¡Es tuyo, te hiciste las pruebas correspondientes y dieron positivo! — Me grita.

  Cuando eras mi sumisa no te comportabas así, eras todo lo contrario.

  — ¡Escucha con atención lo que te voy a decir!: no quiero que vuelvas a pedirme explicaciones sobre dónde estoy o qué estoy haciendo, no quiero que le pidas a mi mujer que te cocine  otra vez, si el niño tiene hambre tu puedes hacerle de comer, tienes la cocina disponible para ti, pero ni se te ocurra pedirle a Ana que te haga el almuerzo, ella va a ser mi esposa y te exijo que la respetes.— Le ordeno con tono duro.

— ¿Estás molesto porque le pedí a tu novia que nos hiciera algo de comer?— Me pregunta con asombro.

  — Estoy molesto por todo, has invadido mi casa sin ser invitada, tienes el descaro de pedirme explicaciones, tengo la impresión de que estás usando a tu hijo para tu propio beneficio,— le digo.

  — No puedo creer lo que me estás diciendo,—  añade consternada.  —¿De verdad crees que usaría a mi hijo?—

  — Francamente, sí —

  — Tienes un concepto muy equivocado de mí, espero que te des cuenta y me pidas disculpas— joder, parece que le hablo en chino.

  — No tengo que disculparme, eres tú quien se equivocó...— ¿No es capaz de ver sus errores?

  — Ya entendí, sé que somos una molestia para ti, no te preocupes, me llevaré a mi hijo y no te volveré a molestar — se da la vuelta y camina hacia la puerta.  —  solo te advierto que después no te quejes de las medidas que tomaré para reclamar lo que es de mi hijo — maldita hija de... — yo solo queria un buen padre para nuestro hijo, despues de todo el no tiene la culpa de nada.

  — Por supuesto que él no tiene la culpa de tus errores.

  — ¿Errores? ¡¿Qué errores?!—   Me grita.

  — Tu comportamiento de niña malcriada... Leila, puedo entender que quieras un padre para Paúl, pero lo que tú realmente quieres es otra cosa muy diferente— No estoy gritando, pero estoy furioso con ella, conmigo mismo.

  — No me puedes culpar por ilusionarme, sé que por el momento mis sueños son imposibles, pero aun así no pierdo la esperanza — ¿Ilusión?  ¿Esperanzas?  ¿Se ha vuelto loca?

  —¿Esperanza de qué?—   Pregunto con frialdad.

  — Ya sabes, querer estar contigo, que tú, yo y nuestro hijo seamos una familia, sé que es un sueño imposible en este momento, pero no pierdo la esperanza... Déjame soñar ¿Quieres? —la miro sorprendido y  disgustado al mismo tiempo.

  — ¡¿Te ​​has vuelto loca?! Es imposible, amo a Anastasia y no la dejaré por nada del mundo, ella es lo más importante que tengo en mi vida— afirmo furioso.

  —¿Más importante que un hijo?— agrega desafiante y furiosa.

  — Más importante que mi vida o cualquier otra cosa.— Le digo.

MI DULCE REDENCIÓNWhere stories live. Discover now