MI DULCE REDENCIÓN

Capítulo 56

Estamos en nuestra cama, felices y satisfechos, hemos follado y luego hemos hecho el amor.  Nunca me cansaré de mi nena, siempre deseo todo de ella.

  — Ethan vendrá a nuestra boda, — me dice de repente.

  — ¿Como sabes eso?— Le pregunto.

  —Kate me dijo—

— Mía, ¿Ya lo sabe?—

  — Le dije— ¿Qué? ¿Y por qué quiere ir con un amigo si su novio estará ahí ese día?

  — ¿Y por qué invitó a un amigo?  —

  — No lo sé, pero creo que está herida y quiere vengarse poniendo celoso a Ethan — al parecer mi hermanita quiere jugar con fuego, espero que no se queme.

  Ana juega con el vello de mi pecho.

  — ¿Qué se propone?—

  — Seguramente lo hará recapacitar, espero que su plan funcione, no me gustaría verla sufrir.

  — Yo tampoco quiero que ella sufra y espero de todo corazón que sepa lo que hace.—

No me gustaría que quede destrozada porque su plan salió mal.

Bostezo, pero antes de dormirme quiero saber que habló con Elena.

— Por cierto, ¿de qué has hablado con Elena?—  le pregunto

  — Le dije lo que pensaba, pero no te preocupes, nunca mencioné a Leila...— me contesta.

  — Me alegro — no me gustaría para nada que Elena se escape otra vez.

  — Te preocupas por Leila, ¿verdad?—   ¿Qué?

  —No —afirmo—, lo que no quiero es que Elena esté prevenida, aunque seguro que ya se ha dado cuenta de que Leila se ha escapado.

  — ¿Qué crees que hará esa mujer ahora que se ha quedado sin la ayuda de Leila para intentar separarnos?  No creo que se quede sin hacer nada, — no lo hará, probablemente esté planeando algo, pero quiero atraparla antes de que haga algo.

  — Ya veremos qué hace, hay que tener cuidado, — le digo.

  — Espero que no envíe a otra de tus ex con un supuesto hijo—

— No nos engañará dos veces.—

  — Eso espero.

  — No pienses más en ella.— Le pido.

— Trataré — bosteza— quiero dormir, buenas noches.

— Buenas noches amor.

Le doy un beso en la frente y la abrazo.

    * * *

Al día siguiente me despierto con una gran sonrisa, Ana y yo logramos solucionar el problema de los votos matrimoniales, y lo mejor de todo, no nos acostamos enojados.

  Todo va a la perfección, durante el día Ana y yo nos enviamos mensajes muy provocativos y divertidos cada cierto tiempo.

  Llega la tarde y me sorprende que mi hermano haya venido a buscarme a mi oficina.

  — Tengo que irme a casa, necesito cambiarme de ropa y hablar con Ana,—  le digo.

  — Lo siento pero no puede ser, Ana no estará, Mía y Kate están secuestrando a tu novia en este momento— ¡Maldita sea!

  — ¿Sabes lo que han planeado?—

  — Van a comer en un restaurante chino, luego planean llevar a Ana a un bar y emborracharla, no te preocupes, mamá estará poniendo orden— si va Grace me siento más tranquilo. Además Luke estará custodiando.