MI DULCE REDENCIÓN

Capítulo 23

    ANASTASIA

Mía se deja caer en el sofá, está bastante borracha.

  —¿Quieres que te haga un café?—  Le sugiero.

  — No quiero nada, estoy bien— mmm, no lo creo.

—¿Dónde está Ethan?—  Pregunto, viendo que Ethan no está por ningún lado.

—Debe estar en la habitación.

  —Discutieron, ¿no?— Es obvio que han discutido, lo he visto distanciados.

  — Lo hicimos antes de subir al avión,—  por eso Ethan estaba tan callado durante el viaje y luego en la cena.

  —Pensé que todo iba bien, se supone que te vas a vivir con él, ¿no?—

  — Le dije que mi padre no me dejaba salir de casa a menos que fuera para llevarme al altar, no se lo tomó bien— tal vez Ethan no quiere casarse, ¿Debería preguntarselo yo?

  — ¿Y tú qué quieres?—

  — Casarme con Ethan y tener bebés. — ¿Hablas en serio?

  —¿En serio?—   La última vez no estabas feliz de saber que ibas a tener un bebé.

  — Tal vez le estoy exigiendo demasiado a Ethan, no sé— tengo la impresión de que hay algo que no me está diciendo.

  — ¿Qué es lo que te tiene tan mal?  ¿El hecho de que Ethan no te pida que te cases con él?—

  — Sí... No— Me siento junto a ella —se va a Oxford a hacer una maestría en psicología— ajá, aquí está el meollo de la cuestión.

—No lo sabía,— le digo sorprendida.

  — Ni siquiera su familia lo sabe.— Seguramente es una decisión que ha tomado recientemente.

  — ¿Cuánto tiempo estará fuera?— Tal vez no sea por mucho tiempo, no creo que Ethan tenga la intención de estar lejos de Mía por tanto tiempo, ¿verdad?

  — Dos años— dos años es demasiado tiempo.

  — ¿Qué pasará con ustedes?  — Tal vez tengas una relación a distancia, aunque no creo que funcione.

  — Quiere que vaya con él.  — ¡Lo sabía!  Ethan no puede estar lejos de Mia, en eso se parece mucho a mí, yo tampoco puedo estar lejos de Christian por mucho tiempo.

  — ¿Ya decidiste lo que vas a hacer?  — No hay nada que pensar, vete con tu amor.

  -— Ana, aquí tengo mi vida, mis padres, mis hermanos, mis abuelos, mis amigos... ¿Qué haré en un país que no conozco?—Dice desesperada y al borde de las lágrimas.

  —¿Romperás con Ethan?—

  — !¡No!  Pero no sé qué hacer, no es fácil tomar una decisión.— Por supuesto que no.— ¿Que se supone que debo hacer?¿Dejar que se marche?—

— Si lo amas, vete con él, — interrumpe Christian.

  —¿Estabas escuchando?—  Mía lo regaña.

  Mi novio lleva pantalones de pijama azul y una camiseta blanca.

  —Sí, — camina alrededor del sofá y se sienta a mi lado.

  — Es de mala educación escuchar las conversaciones de otras personas,— agrega Mia.

  — Es de mala educación interrumpir lo que una pareja de enamorados está haciendo en una habitación— ¡Christian, le estás diciendo a tu hermana lo que íbamos a hacer tú y yo!