MI DULCE REDENCIÓN

Capítulo 73

Hemos comido, observo a mi mujer más relajada, se ha puesto un vestido blanco de estampado liso, con volante en la falda, tirantes finos, le llega por encima de las rodillas. Tengo que hablar con Caroline Acton, para que mi mujer tenga su armario con vestido premamá.

— ¿Que estás mirando? — Me pregunta cuando ve que estoy mirando sus zapatos Jimmy Choo de cuero blanco con tacones de aguja altos, tiras en el tobillo con una hebilla y punta cuadrada.

—No debes usar tacones—. Nota mental: No permitir que siga usando zapatos de tacón.

—¿Por qué no?—Ella se sienta en el sofá.

—Porque es peligroso, te puedes caer—. Me siento a su lado. Ella rueda los ojos.

— Llevo años usando zapatos de tacón, y nunca me he caído — esta vez soy yo quien pone los ojos en blanco.

Recuerdo claramente una vez que usó Louis Vuittons y casi se rompió el tobillo.

—Olvidando el detalle del Louis Vuitton, nunca me he caído — dice como si hubiera leído mis pensamientos.

— Dejemos esa discusión de los zapatos para más tarde —digo y empiezo a ponerme ansioso, ha llegado el momento de nuestra conversación.

Nos quedamos en silencio, creo que ambos estamos nerviosos, Ana entrelaza sus dedos.

— ¿Estás asustado por el bebé? Yo también — me dice de repente y sorprendiendome de que esté asustada.—Todo ha sido repentino, no estoy preparada para ser madre, estoy aterrada.

Lo miro desconcertado mientras contengo la respiración, tratando de averiguar si está intentando o insinuando decirme algo de lo que estoy seguro no quiero escuchar.

—Nena ...—

—Déjame terminar por favor — me dice — .Supongo que es normal sentirse así, pero por más miedo que tenga quiero tener este bebé, él o ella no pidió ser concebido y a pesar del miedo, siento que ya lo amo.

—¿Qué clase de padres seremos? — me pregunto en un susurro, pero sabiendo que Ana me ha escuchado.

— No lo sé, pero te puedo asegurar que seremos muy diferentes a nuestras madres biológicas.

Tomo su mano y ella gira su cabeza hacia mí, mirándome directamente a los ojos.

—¿Qué clase de padre voy a ser? — No sé si tengo espacio en mi corazón para alguien que no seas tú. Está mi familia, pero es diferente.

-—Oh cariño. — Dice casi en un sollozo, y eso me rompe el corazón.— ¿Por qué no puedes verte como te veo yo? Vas hacer un padre que hace lo mejor que puede. Eso es todo lo que podemos hacer, como todos los demás.

—Ana... no sé si voy a poder, lo dices como si fuera tan fácil... —

—Claro que vas a poder. Eres cariñoso, eres divertido, eres fuerte y sabes poner límites. A nuestro hijo no le faltará nada.— Sus ojos se agrandan, implorándome para que me convenza.— Tendremos nuestra propia familia, tú, yo y nuestro bip.

—¿Bip?—Le pregunto sorprendido.

— Lo llamo Bip— esboza una tímida sonrisa.

—Yo lo llamaba junior en mi cabeza.

— Pues Junior será —

—Me gusta más Bip, creo que es más original — mientras no sepamos que es, no podemos elegir un nombre.

—Él te amará incondicionalmente — ¿Cómo estás tan segura? —Nunca lo dudes por favor, los niños siempre quieren a sus padres, y nuestro bip no será la excepción. — Las lágrimas llenan sus ojos, que comienzan a caer lentamente en las mejillas. —Te amo incondicionalmente, tu familia también Christian.