Capítulo 20

1.8K 218 18
                                    

Dejo caer mi mano.

  — ¿Qué estás diciendo?—

  Entendí mal... Si eso debe haber sido todo.

  — Leila, ella dice que tiene un hijo mío.

  — No puede ser — tiene que ser una broma de muy mal gusto.  — ¿Quiero decir como?  — que idiota soy, obviamente sé cómo.

  Me alejo de él... Estoy asombrada, prácticamente en estado de shock.

¿Tiene un hijo con otra mujer?

  — Seguro que no es cierto, posiblemente tenga un hijo pero no es mío — me dice

— ¿Estas seguro?  Quiero decir: Leila, ¿tiene un hijo o no?— estoy desconcertada.

  — No lo sé, seguro que sí, pero te puedo asegurar que no es mío, — ¿cómo puede estar seguro?— Ella se cuidaba cuando estaba conmigo— agrega.

  Tomo una respiración profunda.

— Deberías hacerte una prueba de ADN—, le digo sin siquiera detenerme a pensar lo que estoy diciendo.

  —¿Vas a creer lo que dijo Leila?— Responde indignado.

— No, pero tú debes salir de dudas— maldita sea, ¿Que más puedo decir? Ésto ha sido toda una sorpresa, aunque no es para nada una sorpresa agradable.

— Ana, cuando ella y yo ...—

  — No quiero escucharlo, no me gusta pensar en lo que tú y ella hacían cuando estaban  juntos, pero debes salir de dudas— lo interrumpo.

  —Seguro que miente, si es verdad lo que dice: ¿Por qué no me buscó antes? —No sé—¿Por qué aparece después de cuatro años?— Mmm, si estaba embarazada cuando se fue de la vida de Christian, ¿Por qué no regresó?

  — Ella tendrá que responderte—

  — No quiero verla— ni a mí me gusta la idea que tengas que verla, y tampoco quiero que ese niño sea tuyo, pero aun así, él no tiene la culpa de nada, aunque  me duele, Christian tiene que hacer lo correcto.

¡Maldición!  No quiero que tengas un hijo con otra mujer que no sea yo.

— Hagamos esto, olvidemos este asunto momentáneamente, y debemos prepararnos para nuestro viaje— , le digo tratando de mantener la calma.

No voy hacer una escena de celos, porque no corresponde, aún así me siento dolida.

  —¿Vamos a viajar?— me pregunta sorprendido.

  —Sí, estaba pensando en ir a Aspen para celebrar tu cumpleaños, pero si no quieres puedo cancelar todo— se me acerca.

— No, es justo lo que necesito— .  Envuelve su brazo alrededor de mi cintura y presiona su cuerpo contra el mío.

  Envuelvo mis brazos alrededor de su espalda y apoyo mi cara en su pecho.

—¿No estás molesta conmigo?—   Me pregunta con cautela.

  ¿Lo estoy? No, con él no.

  — No, si ese hijo es tuyo, fue concebido antes de que estuvieras conmigo... Aunque reconozco que me duele.

  Claro que duele, me hubiera encantado ser la única mujer que te diera hijos.

— Das por sentado que ese niño es mío— me recrimina.

  — Leila tiene que estar segura de lo que dice, de lo contrario no se presentaría aquí y mucho menos fingiría engañarte, tendría que estar loca para hacerlo.

MI DULCE REDENCIÓNWhere stories live. Discover now