MI DULCE REDENCIÓN

Capítulo 28

   ANASTASIA

— ¿Qué le pasa a Christian para que reaccione así?—   Le pregunto a Jasón.

  Mi novio ha salido furioso de su oficina. No entiendo nada.

  — Eso es algo que deberías preguntarle— ahora mismo estoy dolida con él… Me trató de mentirosa, solo quería celebrar su cumpleaños con las personas más cercanas a él, ¿por qué se lo tomó tan mal? —  Iré a recoger a sus invitados.

  Ya no tengo ganas de celebrar, debería irme a Seattle y dejar a Christian aquí.

  Justo cuando Jason se va, Mía aparece en la puerta.

  — ¿Qué pasó?  Christian se ha ido,—  ¿salió?

Ha salido huyendo para no decirme que le sucede.

  — Se molestó porque no le dije que tendríamos invitados — hay algo más, apenas entré aquí, vi la tensión que emanaba de su cuerpo — me dijo en mi cara que  le mentí—de repente tengo ganas de llorar.

  — Ay Ana—  mi cuñada se acerca y me abraza.

  — Estoy pensando en volver a Seattle,— le digo y suelto una lágrima.

  —No digas eso, seguro que pronto volverá—

  — Seguro, pero no quiero que me encuentre aquí, quería celebrar su cumpleaños, y me grita— Me alejo de Mía.

  —No seas impulsiva, ya sabes cómo es mi hermano—

— No lo justifiques, por favor— , le digo.

  — No lo haré, solo te pido que no hagas algo estúpido. El servicio de catering está por llegar ¿Puedes ayudarme?—  Niego con la cabeza.

  — Iré a la habitación, encárgate tú si quieres celebrar su cumpleaños — le digo y salgo de la oficina.

  Kate viene entrando a la casa, se ve triste, me gustaría preguntarle qué le pasa pero ahora mismo no soy buena compañía para nadie.

  Después de unos minutos encerrada salgo del dormitorio y voy a buscar a Kate.

  — Pasa, —  me dice cuando llamo a la puerta.

  Empujo la puerta para abrirla y entro en la habitación.  Ella está sentada en el borde de la cama.

  — ¿Estás bien?— cierro la puerta.

  — No, pero sobreviviré, — responde ella y sonríe pero su sonrisa no llega a sus ojos.

— Es por Elliot, ¿verdad? — asiente con la cabeza.

—  Si que son especiales los hermanitos Grey—  me siento a su lado.

  — ¿Por qué dices eso?—   Me pregunta, curiosa.

  — Christian se ha molestado porque no mencioné que habría más invitados.

  — Fue una sorpresa, ¿no?  — Me interrumpe — además, ¿por qué se molesta?  Debería estar feliz.

  — Con Christian nunca se sabe, pero en éste momento no quiero saber nada de él—

Osea quiero decir, si quiero saber dónde está y si está bien, se que hay algo que le molesta y me gustaría saber que es.

  — ¿Ya no lo amas?—  me pregunta

  — Lo amo más que a mi vida,—  no puedo estar sin mi gruñón favorito,—  pero hablemos de tí ¿Has hablado con Elliot?—

  —Sí, y le rogué que no se me acercara más—no se escucha muy convencida.