Capítulo 60

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  MÍA

Papá toma el micrófono para dar la bienvenida a los invitados, brindar por los recién casados ​​e invitarnos a sentarnos en nuestras mesas.
  Sean, saca la silla para mí.

  — Gracias,— digo nerviosa.

  Trato de no mirar a la mesa donde están Ethan y su familia.

—Todo esto es hermoso, —me dice Sean.

  — Sí, mamá y Alondra han hecho un gran trabajo.—

  Las mesas tienen el misma adorno floral  que usó Ana como ramo y un hermoso mantel de lino.

  —Apuesto a que también fueron tus ideas... Eres muy inteligente, — sonrío nerviosamente ante el cumplido.

  — Tenemos una vista espectacular — digo y trato de desviar su atención y mirar una de las mejores vistas de toda la carpa.

— Tú eres espectacular,— me sonrojo, es la primera vez después de Ethan que un chico se interesa por mí o eso creo.

  Agradezco que los camareros vengan a servir el aperitivo.
  Ana quería suflé de queso de cabra y remolachas asadas como aperitivos.  Observo como Christian come con ganas, la ceremonia lo ha dejado hambriento.

  — Mía, ¿solo servirán esto?—  Me pregunta mi compañero.

  — ¿A ti no te gustó?—

  — No.

  — En unos minutos más traerán el buffet — le digo

  Él me sonríe.

  —Lo siento.

  — No te preocupes, — le respondo para tranquilizarlo.

Fingir que no le importas al amor de tu vida es una de las cosas más difíciles que hecho, pero necesito saber si aún sigue interesado en mí, no he querido mirarlo, pero podría asegurar que siento su mirada sobre mí.

Cuando mi estómago se siente lleno, me paro para dirigir unas palabras a los recién casados.
Tomo el micrófono y me aclaro la garganta.  Cuando tengo la atención de los invitados y de los novios, empiezo a hablar.

  — Buenas tardes a todos los invitados, y bienvenidos a la mansión Grey... Quiero dedicar unas palabras a los novios — digo —, puedo decir muchas cosas de mi hermano, por ejemplo lo inteligente que es,  el corazón grande que tiene, lo guapo que es, pero sobre todo lo buen hermano que es.  Todos saben que no compartimos un lazo de sangre, pero eso no importa porque él, como Elliot, son mis hermanos de corazón, y no imaginan lo orgullosa que estoy de ser su hermana pequeña... —Ana me sonríe. Continúo: — Christian, verte tan feliz con Anastasia me hace muy feliz, te mereces todas las cosas lindas del mundo.

  Mi garganta se siente seca, pero continúo.

  — Conocí a Anastasia cuando era una niña, éramos compañeras de escuela, no tardamos en convertirnos en mejores amigas, pero la vida de repente puede ser muy cruel y un día dejé de ver a mi amiga, no supe más de ella. Hace unos cinco años mi hermano Christian recibió como castigo cuidar a una adolescente muy problemática —los invitados comienzan a reírse—, yo tuve curiosidad y fui a visitarla, pero me lleve una muy grata sorpresa que ésta adolescente era mi mejor amiga.  Yo estaba feliz,  no pasó mucho tiempo y mi amiga y mi hermano se enamoraron, y a pesar de algunas diferencias nunca más se separaron, hoy dijeron que sí al aceptar pasar el resto de sus vidas juntos. Christian, Anastasia, les deseo una vida llena de alegría y felicidad... Su amor todo lo aguanta, ojalá todos pudiéramos tener una historia de amor tan linda... Sean felices, cuídense mucho y denme mucho  ¡Sobrinos!— Christian comienza a toser — ¡Salud por los novios!— Levanto mi copa.

MI DULCE REDENCIÓNWhere stories live. Discover now