crystal love

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Dicho y hecho.

JinYoung mandó a derretir el oro que era su hermana y lo transformaron en un espejo redondo de oro, uno enorme. Luego sabría cómo devolverla a su estado original.

- ella está pagando por sus pecados. - le dijo el menor a JaeBum. - Kris está pagando por sus pecados, tú y yo... estamos pagando.

El más alto se puso a la altura del príncipe, mirándolo fijamente. Tomó su rostro y lo miró directo a los ojos, analizándolo, viendo en su interior.

- ¿tanto quieres que me quede?, principito.

- si no fuera por ti nunca hubiera abierto los ojos y nunca hubiera sido quien soy ahora. - respondió. - hiciste muchas cosas por mí, buenas y malas, y eres víctima de Ximena, tú me ayudarás a restaurar lo que ella rompió.

- y yo te corté de la mano para lograr matar a los caballeros de Ximena. - reprochó Im. JinYoung alzó su mano, mostrándosela sobre su rostro. No quedaba ni una cicatriz.

- yo soy más que un simple Mageía. - habló. - estoy creciendo. Estoy madurando. Soy más de lo que fui ayer. Cuando me enteré de que querías matarme enfurecí completamente, iba a ponerme del lado de mi hermana y atacar la colonia que se ocultaba, quería que vinieras y te arrodillaras frente a mí y suplicaras por tu vida. Me quitaste una venda de los ojos, vi la crueldad del mundo, pero también vi de lo que estoy hecho. Iba a dejarte morir porque querías matarme, pero luego hicistes cosas buenas y yo... yo entendí de que es supervivencia. Yo soy un Dios ahora. Hiéreme y no sangraré, atácame y no moriré, tus flechas no penetrarán mi piel. Yo puedo golpearte y enviarte al infierno. No quiero y no voy a guardar rencores, tú tienes derecho a odiarme por ser el hermano de la mujer que arruinó tu vida, no te culparé, pero yo te necesito a ti aquí para hacerme cargo del daño que ella hizo. Empecé a vivir hace poco, nunca estuve con mucha gente y dudo de que pueda hacerlo ahora, pero tú entiendes todo esto.

- ¿por qué yo?, ¿por qué no alguien de la calle?, ¿por qué no la misma Hwasa o Shownu? - preguntó JaeBum lleno de ironía.

- porque tú eres el único que me confió su secreto. - respondió JinYoung con seriedad. - eres el único que me ha dicho su dolor. Los 2 estamos solos ahora, y sé que la única flecha que podrá matarme va a ser la tuya. Tienes el poder de matarme, tienes el poder de hacerme sentir miserable y a la vez ser el mejor chico de la vida, y no quiero dárselo a alguien más. Tienes que ser tú.

El mayor volteó, dándole la espalda un momento. Necesitaba pensarlo bien. Quedarse le prometía mucho, tenía un futuro asegurado y tendría un puesto en el consejo, pero tenía sentimientos encontrados. Quedarse y servirle al hermano de la asesina de su familia sería una traición a toda su ascendencia, pero el chico no tenía la culpa y él mismo detuvo a la mujer que le provocó tanto daño, y a su vez le recompensaba todos los daños.

- los espejos son un mundo. - habló JaeBum. - cada espejo lleva un mundo dentro de sí y allí dentro es triste y lamentable. Según la diosa Anhalí, diosa de los espejos, el alma que queda atrapada en un espejo está condenada a vagar en una prisión sin luz ni oscuridad, obligada a ver la belleza que se pierde por estar condenada. - volteó a mirar a JinYoung y caminó hasta él, sin dejar espacio entre ambos. - mi esposa amaba esas historias, ella sentía que era lo justo. Esa es la condena que quiero para Ximena.

- ya... ya fue efectuada. - dijo JinYoung algo nervioso. - el espejo fue llevado al sótano para mantenarlo a salvo, cuidado. Hay muchos guardias allí.

- así está bien. - se alejó finalmente. - no tan solo quería matarte, JinYoung. También quería besarte, cuidarte y darte dulces. Esa época fue bastante oscura y mi juicio estaba nublado. Quería sobrevivir, estaba tan desesperado que encontrar algo lindo era tentable.

- pero ya todo acabó. - dijo algo confundido y rojo.

- así es. - afirmó. - así que nos veremos la próxima semana en la primera junta del consejo. Discutiremos sobre las indemnizaciones, las nuevas leyes y tu educación. Un príncipe no puede salir en pijama y zapatos con un cazador. YoungJae y YuGyeom fueron por sus cosas a su casa. Esperamos darle una respuesta a los pueblerinos este mes. A algunos les hace falta otro lingote de oro, otros buscan ayuda para abrir su comercio y empezar a exportar e importar. Además tenemos que proclamar quién será su nuevo gobernante y luego sus concejales.

Eso era mucha tarea. JinYoung asintió torpemente mientras lo miraba marcharse. De paso, también se fue de allí y fue a buscar a Mark, él le aconsejaría algunas cosas, o como mucho, obtendría algunos mimos o simplemente se recostaría en su cama, mirando hacia la ventana y pensaría en la vida que estaba comenzando ahora.

- el érase una vez empieza luego de un final. - murmuró, mirando hacia el techo. - así que este es mi vivieron felices por siempre.

Fin.

Quién diría que este fanfic acabaría tan rápido como empezó.