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No sabía bien lo que sentía, pero algo quemaba en su interior. Era algo que lo consumía desde el cabello más largo hasta la médula del hueso más oculto de su cuerpo. Dejó de escuchar, dejó de sentir. Ya no había, ni siquiera, dolor.

- Jackson... - se limitó a murmurar.

No pudo caer de rodillas para llorar gracias al fuerte agarre en sus brazos. Miró a Mark llorar desconsolado en los brazos de YoungJae y YuGyeom, luego su mirada saltó a YiFan. Él se acercó hasta JinYoung con una mirada maligna, sosteniendo un cuchillo.

- ¿quieres ir con tu hermano? - preguntó Wu, burlándose. - allí va a llegar tu hermana también.

- mis hermanos... - murmuró, con sentimiento nulo en su voz. - mis hermanos estarían vivos si tú estuvieras muerto. La oscuridad no existe sin luz. - la tierra tembló, los agarres en sus brazos se deshicieron. Volteó a ver. Todos cayeron agonizando, gritando al ver y sentir cómo su carne era cercenada por los rosales con espinas enormes. - tú me quitaste mi luz. - Kris alzó su espada contra JinYoung, pero él lo miró a la cara, sin miedo. - y me dejaste en la oscuridad. - la espada que estaba a punto de degollarlo se detuvo. -  me quitaste a mis hermanos, ¡yo no te quité nada!, ¡nosotros no les quitamos nada!, ¡me quitaron a mi mamá, a Astred!, ¡a mi Jackson!, ¡Pude quitar a mi hermana de tu camino, pero ahora yo te quitaré de mi historia!

Kris intentó mover su mano, pero un tallo envuelto en su muñeca lo detuvo. Miró sus pies. Los tallos gruesos de un zorzal se empezaron a envolver en sus piernas, clavándose brutalmente hasta llegar a sus huesos.

- frente a una noche sin luna ni estrella, sin que ningún alma te acompañe, te condeno a vida eterna con tus huesos llenos de espinas, tu carne molida y los cuervos picarán tus ojos hasta que asumas que asesinaste a los hermanos de tu futuro Rey y Dios.

No contuvo sus lágrimas, las dejó caer en la tierra para sentenciar la condena. Cientos de tallos gruesos de rosales blancos atravesaron a Wu YiFan, torturándolo, reflejando el dolor del alma de Park JinYoung. Pronto, los cuervos revolotearon, pero no se acercaron al cuerpo de Jackson, su Rey, sino que atacaron directamente a los humanos.

Los cuervos picaron sus ojos hasta reventarlos como 2 globos con agua, vaciando las cuencas YìFán, cada segundo agonizando de dolor, esperando una muerte que jamás llegaría.

- la muerte se ha vuelto un regalo muy generoso últimamente. - murmuró JinYoung con una mirada fría sobre el cuerpo sin muerte. - lástima que hayas quitado esa parte de mí.

Alguien tocó su hombro. Inmediatamente supo que era JaeBum. Volteó lentamente, mirando al cazador. Él, con un semblante triste, se mostró desalmada y extendió sus brazos. Rápidamente se refugió en ellos, dejando salir todo su dolor, toda su rabia, toda su pena.

- yo estoy contigo. - le susurró en el oído, sobando la espalda del menor. - mi príncipe, mi dios.

- quiero a mi hermano... - susurró entre llantos. - no puedo hacer esto sin Jackson.

- no tienes que hacerlo... - mintió. JinYoung tenía que hacerlo, pero no podía ahora, no con una herida tan reciente como lo es perder a un hermano de esa forma. JaeBum pasó año tras año intentando superar la pérdida de toda su familia, es más, aún intentaba no llorar cada vez que recordaba algo de ellos. - ya nadie te puede hacer daño. Nosotros estaremos aquí para ti, dispuesto a dar la vida para defenderte.

JinYoung se separó lentamente de los brazos de JaeBum para ir a ver el cuerpo de su hermano mayor. Mark lloraba sin consuelo, como si el aire le faltara, así que YoungJae tomaba sus hombros para consolarlo, a su vez, guardaba algo con recelo. 

Entendía ese dolor. Tomó suficiente fuerza para cerrar los ojos vacíos de vida de Jackson. Aquello lo mató por dentro. Tenía que hacer un último esfuerzo, usó sus poderes para convertir el cuerpo sin vida de su hermano a una hermosa estatua de mármol pulido.

- volveré por ti... - murmuró en un sollozo. - juro que hallaré la manera de salvarte...

Se unió a Mark, llorando desconsoladamente, aferrándose a los brazos de su cuñado. Tenía tanto que compartir con su hermano, tanto que decirle, tanto que enseñarle. Amaba a su hermano con todo su ser. Le habían quitado algo importante.

Su pecho estaba apretado. Dolía todo. Su cuerpo quemaba desde lo más dentro de su corazón.

- ¡tiene que despertar!, ¡tiene que despertar! - el llanto de Mark se intensificó, escapando de los brazos de YuGyeom para abrazar a su esposo. - ¡por favor, despierta!

- Mark... - YoungJae se acercó para tomar al viudo, aunque éste se alejó rápidamente, aferrándose a su esposo muerto. - él ya se fue...

- ¡él debe despertar! - volvió a gritar. - ¡yo lo amo!

JaeBum se quitó su chaqueta, cubriendo a Jackson y tomó a Mark a la fuerza, alejándolo pese a su insistencia. JinYoung necesitaba aire. Sentía que algo en su cuerpo faltaba, que existía un vacío en él, y sabía cuál era. Al voltear, miró a los pueblerinos que habían escapado del reinado de su hermana. Sabía que ellos estaban felices por la muerte del hermano de la Reina, pero su vida se acabaría pronto sin un líder.

- huiré con mi hermana. - murmuró. - ya no soporto a los humanos. - las palabras apenas salían en un hilo de voz. Su garganta estaba apretaba. - Jackson... él solo quería... es mi culpa...

- no, Jinnie, no. - JaeBum tomó sus brazos con cariño, sobándolos. El menor apenas podía respirar, estaba sofocado. - YìFán es el culpable de todo esto.

- yo debí haber hecho esto antes que nada. - y allí estaba otra vez.

- escúchame. - JaeBum lo tomó en brazos para sentarlo en una piedra, incándose frente a él para limpiar sus lágrimas. - todavía queda tu hermana. Ve por ella y huye. - ese era el plan, pero, Jackson... él lo era todo en su mundo. - en mi mente hay 3 opciones para ti. La primera es que vayas al palacio y tomas a tu hermana para huir lejos de aquí y la gente arregle esta mierda. La segunda es que te unas a ella en su reinato y aceptes que todo lo que está sucediendo será una constante guerra y tendrás que proteger a tu última familia de todos. Y tercero... sé el rey, mejora toda esta situación, detén a la reina y toma el trono a la fuerza y acabas con todo esto. Como un príncipe, como un Dios.

crystal loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora