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Se paseaba de extremo a extremo, analizando toda la situación. Todo se les fue de las manos.

- hice... ¡hice lo mejor para los 2!, ¿¡y así es como me pagan!? - gritó Ximena con enfado. - ¿¡acaso no te lo di todo!?, ¿¡acaso no te di un reino, poderes y una familia!?

Jackson estaba cabizbajo, escuchando los regaños de su hermana. JinYoung había escapado con Mark, y no tan solo eso, sino que había hecho crecer una planta venenosa con sus poderes.

- ¡él y tú me deben la vida! - le gritó la mayor nuevamente.

- ¿¡acaso no fuiste tú la que hizo que asesinaran a Astred!? - gritó Jackson, desahogando su rabia.

- ¡tú prometiste ir a verlos! - contraatacó ella. - ¡ya no hay lealtad!, ¡no hay fidelidad!, ¡tú eres tan culpable de esto como yo!

- ¡yo no quería llevar esto tan lejos!

Oh, sí... una fuerte disputa entre ambos hermanos. Jackson se apartó, pasando su mano por su cabellera. Intentó respirar tan desesperado, como si se estuviera ahogando. Volteó a ver a su hermana; ella había vuelto a su postura de monarca, mirándose a sí misma en los extensos espejos que tapizaban el muro.

- JinYoung está afuera, está en peligro. - murmuró ella. - ¿te das cuenta de lo que puede pasar si logran ponerlo en nuestra contra?

Inmediatamente pensó en la bofetada que le había dado en la tarde. Él intentaba convencerlo en dejar el poder en manos de otra gente y huir, pero no quiso escuchar y volvió a huir.

- JinYoung es incapaz de, siquiera, matar un mosquito, aunque lo picara. - dijo Jackson, intentando recuperar algo de paz. - yo estoy seguro de eso.

- hizo florecer una planta para liberar a Mark. - dijo la Reina. - ¿qué hice mal?, ¿qué no le di para ser traicionada de esta forma? - preguntó con decepción.

- no nos traicionó. - dijo Jackson en medio de un suspiro. - solo... quiere sacarnos del poder para "salvarnos" de YiFan.

- ese mocoso... - exclamó en voz baja. - debí matarlo apenas se me dio la oportunidad.

- de haberlo capturado ese día...

Ambos hermanos empezaron a idear un plan para intentar traer de vuelta a su hermano menor y ganar a su vez la guerra que se les venía encima.

- nuestra madre nos dio poderes, debemos usarlos para hacer un bien. - dijo Jackson. - pero... ¿qué han hecho ellos por nosotros? Cuando éramos pobres y rogábamos por una hogaza de pan.

- por suerte logré sacarlos de esa mala vida y les di lo mejor. - agregó ella. La hermana tomó el rostro de su hermano y, con delicadeza, la acunó en su pecho, donde su corazón latía en un silencio gélido. - ¿por qué Jinnie no lo vio así?, ¿qué hice mal?

- él... él es un niño. - respondió Jackson, abrazando la cintura de su hermana en busca de su afecto. - no puedo obligarlo a volver, tiene que hacerlo por sí mismo.

- se viene una gran guerra, ¿qué piensas hacer para mantener a nuestro único niño?

- yo... - habló Jackson. - yo haré lo que sea. No decepcionaría a nuestra mamá ni a ti.

La mujer se separó lentamente, caminando con tranquilidad. Al llegar a la pared, tiró de la capa que la cubría, dejando al descubierto un gran espejo de agua. No estaba congelada, solo estaba allí, siendo gloriosa y capaz de reflejar su imagen.

- ¿qué es eso? - preguntó Jackson impresionado.

- no tan solo muestra nuestra imagen, sino que también muestra lo que queremos ver. - contestó Ximena, tocando con fineza el agua de cristal. - nuestro Jinnie es muy inocente, pero ya no más. Debe aprender de que hay consecuencias en lo que hace. Él debe madurar. Ya conoce lo que es capaz de hacer, ahora debe saber cómo usar su poder.

Jackson tenía que hacer un hincapié en esa parte. JinYoung no tan solo era un chico con poderes como las hadas o los hijos del bosque o los dioses... JinYoung... él era un autentico Dios.

- él no va a aprender a usar sus poderes en contra de la gente. - dijo el hombre, tomando la mano de su hermana con algo de rudeza. - muerte trae más fuerte. Nosotros sabemos eso. JinYoung puede ser la respuesta a todo el mal que hemos hecho.

- JinYoung tiene el poder suficiente para poner el mundo a nuestros pies. - le interrumpió ella, poniendo su mano en pectoral izquierdo de su hermano y lo apretó con un poco de fuerza. - ¿no es eso lo que deseamos?, ¿reinos, tierras, súbditos?

- lo deseamos para estar seguros. - contestó Jackson, intentando apartar a su hermana, pero ésta renegó. - vamos a morir si seguimos así. - agregó. - todo tu plan me costó a Mark, a Astred, ¿qué más debemos hacer para aprender que nuestra magia sea usada para prosperar y no lastimar? Nuestro hermano vio cómo murió su gemelo. Nosotros sabemos cómo murió mamá. ¿Qué más debemos pasar para saber que nuestros poderes no nos protegen sino las acciones que hacemos?

Su corazón latió rápidamente, sintiendo cómo su energía vital era drenada lentamente y su piel se secaba. Sentía mucha sed, necesitaba aire y comida, su hermana le dio u a mirada gélida, con sus ojos zafiros ardientes en fuego blanco. Luego se detuvo y lo soltó lentamente, dejándolo en el piso sin fuerzas para, tan siquiera, voltear a verla.

- nuestra magia es lo que nos mantiene con vida ahora. - respondió ella, hincándose frente a él. - todo lo que he hecho, todo lo que he planeado es para que ustedes estén a salvo. Y no me detendré ahora.

- no quiero que te acerques a JinYoung. - dijo Jackson con la fuerza suficiente para ser oído. - él no es alguien para manipular. Si intentas algo... él se dará cuenta. Ya dejó de ser nuestro hermanito, él ya dejó su inocencia. Él va a venir aquí para sacarte del palacio a como dé lugar.

- y lo estaré esperando. - dijo ella. - por la fuerza más oscura perecerá y por la energía más pura renacerá.

Se levantó para salir del cuarto. Mandó a un par de guardias a levantar a su hermano para llevarlo a su cuarto y darle de comer. Lo necesitará entrando el alba.

crystal loveWhere stories live. Discover now