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El palacio era una hermosa prisión, desde que tenía memoria, sabía que era prisionero de las decisiones que sus hermanos tomaban. Sentía que estaba dentro de un círculo formado por un zorzal de rosa mosquera. Amaba esas pequeñas u sencillas florecillas, pero era difícil tocarlas, pues sus espinas eran pequeñas y dolorosas.

Esa noche, mientras reposaba entre los brazos de JaeBum, se imaginó el palacio envuelto en rosas mosqueta, pequeñas y sencillas flores creciendo tímidamente entre los cuartos del castillo, llegando a los aposentos de su querida hermana. Su cuerpo se relajó pensando en ello, en lo lindo que eran las flores.

Habían flores de todo tipo, de todos los colores, formas, tamaños y bellezas. Amaba la rosa mosqueta y los lilios. Ambas flores eran rosadas y tiernas. En el invernadero del palacio habían varios tipos de lilios y a su lado crecían azahares tímidos y blancos. Tampoco podía olvidarse de los gladeolos.

Entre sus recuerdos soñó cuando era pequeño y vivía con sus hermanos aún juntos. Su hermana lo había sacado a pasear al bosque, allí encontró una bella pradera rodeada de gladeolos. Ella se acercó a esas flores y cortó una, él, como el niño curioso que era, se acercó y miró el centro, allí había un pequeño capullo que sacó, se sentía rellenito, así que, su hermana, tomó otro capullo y vació en interior en su mano, de allí salió pintura rosa. JinYoung lo intentó, consiguiendo pintura color crema.

Perdido entre su mente, en lo que creía era su imaginación, logró encontrar a su hermana en medio del palacio siendo rodeada de flores. Ella le dio una fría mirada, una que lo congeló. ¿Ella se había enojado? No le gustaba hacer que su hermana se enojara.

- veo que ya lo encontraste. - susurró ella en un tono sensualmente profundo y macabro, uno que lo asustó profundamente, haciendo que su alma se estremeciera.

Era una pesadilla, lo sabía, pero no podía despertar. Necesitaba ayuda. Su mente lo estaba ahogando en un estanque de agua congelada. Por suerte, a su lado tenía un caballero de gallarda armadura.

- ¡Jinnie, despierta! - le gritaron. Él abrió sus ojos, respirando agitado. Ya era de día, bueno, de madrugada, exactamente. - tenías una pesadilla.

El chico asintió lentamente, regulando su respiración, luego se percató de su alrededor. Habían cientos y cientos y miles de flores, pero no cualquiera, eran aquellas con las que había soñado. Gladeolos, jacintas, lilios, incluso las rosas mosquetas.

Sonrió, apretando sus labios y mostrando sus hoyuelos. Inevitablemente, soltó una risa de la emoción y corrió a ver las flores, aunque era extraño, pues aquellas flores eran propias de la primavera y verano, eran sensibles al frío y sobre todo, necesitaban mucho cuidado. Miró las flore de cerca, directamente un gladeolo y le quitó un capullo, luego fue hacia JaeBum con una radiante sonrisa.

JaeBum medía aproximadamente 1.80, mientras que JinYoung iba en pleno crecimiento y solo alcanzaba los 1.60. Se puso de puntillas para estar más cerca de los labios del mayor y pintó sus labios, quedando de un lindo color rosita. JaeBum no sabía si enternecerse con el gesto de JinYoung o asquearse por tener moco de flores en sus labios. Quería hacer ambas, pero la sonrisa sincera que JinYoung mostraba hizo guardarse el asco.

Tomó la carita del menor, aún estaba pálida por el frío y algo colorada, pero no importó. Sus grandes manos le dieron el calor suficiente para su piel se enterneciera. Le sonrió débilmente, es decir, no estaba obligado a hacerlo, pero lo hizo, le sonrió.

El menor, en un intento de mantenerse más cerca de ese contacto, tomó los hombros de JaeBum y se quedaron mirando un buen periodo.

Para JinYoung, JaeBum empezaba a ser más abierto, más protector, más tierno. Eso cautivaba su alma. Sentía que le estaban dando confianza, de hecho, sentía que le estaban dando mucho más que eso, era una nueva sensación que no había experimentado en el palacio.

- deberíamos continuar... - murmuró JaeBum casi sobre los labios de JinYoung. - deberíamos ir al refugio, comer algo... descansar...

No, no, no, no y no. JaeBum no podía y no debía besar a JinYoung, bajo ninguna circunstancia. Alejó levemente su rostro para mantener la distancia. No iba a besar al hermanito de la Reina Oscura. Aunque sus esponjosos labios le dijesen, le gritasen "bésame, como si el mundo se acabara después". No, no lo haría.

Pero necesitaba que algo más sucediese para romper ese momento. Los ojos de JinYoung parpadearon como las alas de una mariposa y se inclinó. JaeBum entendió de que el chico también quería ese momento, pese a tener solo 14 años. Corrió el cabello de la frente del menor, era lo suficientemente largo para dejarlo detrás de sus grandes orejas. Pasó sus dedos por la tersa piel expuesta de su cuello.

Pese a estar en una situación compleja, recién cayó en la cuenta de que JinYoung estaba en pijama. Aún estaba con el pijama que traía en el palacio, aunque, por suerte, traía zapatos. Una pequeña sonrisa se deslizó por sus labios. Detallista nunca fue.

Un beso, solo un beso y todo acabaría, un beso tranquilo y todo volverá a la normalidad, ¿no? JinYoung no hablaba, el mismo no mencionaría el tema... necesitaba una señal del destino que les gritara...

- ¡a fin los encuentro! - rápidamente se separaron. YoungJae jadeaba cansado. Atrás de él apareció YuGyeom, también a medio morir.

- ¿y Mark? - preguntó JaeBum, algo preocupado.

- Jackson se lo llevó. - contestó YuGyeom.

- ¿a dónde?

- al palacio de la reina. - respondió YoungJae. - quiere a JinYoung de vuelta...

El mencionado bajó la mirada, ¿y si regresaba al palacio de una vez por todas? Es decir, en aquella semana había conocido la nieve, sonrisas distintas, peligro, sinceridad y el cielo en todas sus formas. Después de todo, él pertenecía al palacio, no al bosque.

- él no volverá al palacio. - dijo YuGyeom. - irá a nuestra casa, tomará un baño, cambiará esa ropa y comerá algo. Es lo que Mark querría.

- ¡no hables de él como si estuviera muerto! - exclamó YoungJae. - solo vayamos a casa. Está cerca.

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Mejor publico hoy antes de que se me olvide mañana...
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Extraño actualizar Reflejo del Alma :c
¿Les ha pasado que terminan algo que les gusta? Pero no pueden repetirlo. Deja un vacío existencial horrible.

crystal loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora