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Solo caminaron media hora y ya estaban frente a una pequeña choza. JaeBum rió un poco, pensaba que esos chicos vivían bajo un puente o algo parecido. Ellos no parecieron inmutarse ante su clara burla, pues, quién ríe al último, ríe mejor. Ambos se miraron cómplices y abrieron la puerta.

- bienvenidos a nuestra humilde morada. - dijo YoungJae, fingiendo una reverencia. Los 4 entraron a la casa y cerraron la puerta. - ¿les parece si vamos al salón principal?

JaeBum rodó los ojos. Antes del reinado de la reina oscura, vivía en lo que podría considerarse una mansión. Su padre fue parte de la aristocracia, por ello, tenía una gran fortuna. Es más, JaeBum ni siquiera vivía con su padre, él vivía en la otra mansión, en la mansión del campo. Allí iba a tener una familia, pero lo perdió todo.

Ciertamente, le daba crédito a esos chicos por tener casa. Los hijos de las flores abrieron la puerta del sótano y dejaron ver una gran escalera en espiral.

JinYoung sonrió al ver eso, era algo nuevo y bonito.

- adelante. - lo invitó YuGyeom.

Ambos bajaron, JinYoung detrás de YuGyeom. JaeBum dudó en bajar, ¿y si era una trampa? Tuvo sus dudas, pero no se iría de allí hasta que tuviese a JinYoung otra vez en sus brazos.

Bajó con algo de desconfianza, y al llegar abajo, todo cambió. Era una casa elegante, pero bajo el suelo. Estaba iluminada por un candelabro de lágrimas repleto de flores. Y eso solo era el corazón. YuGyeom se encontraba dándole un recorrido a JinYoung en aquel piso. Estaba dividido en 4 partes, la cocina, el living, el comedor y un lavatorio.

Abajo estaban los cuartos distribuidos y el baño. Habían 3. Un cuarto para cada uno y para la ocasión en la que Mark los visitara.

- nada mal. - admitió Im.

- es mucho para un simple cazador. - ambos rieron. - iré a prepararle un baño a JinYoung, se ve mucho peor que tú.

-  probablemente, no ha comido en días, fue atado varias veces, se ha arrastrado, recibido golpes... - enumeró Im. - cuídalo bien.

Luego de un par de horas, ambos chicos estaban listos.

JinYoung estaba vestido completamente para soportar el frío y unas botas gruesas que abrigaban sus pies. Tenía una camisa blanca que iba dentro de sus pantalones y una gran gabardina roja lo cubría hasta la mitad de su pantorrilla, por dentro era suave, pues era piel de oso, y por fuera era tela sintética. Sus pantalones negros eran de algodón, lamentablemente, le quedaban muy largos, pues era ropa de Mark, y él era alto, así que tuvieron que cortarle un poco de tela y las botas, que llegaban a la mitad de su pierna, se encargaba de cubrir ese detalle. Se miró en el espejo, era extraño verse vestido así. En el palacio acostumbraba a no usar mucho encima, solo una camisa, pantalones sueltos o de monjes y unos zapatos, aunque sus únicos paraderos eran la biblioteca, cocina, comedor y el cuarto de su hermana para jugar ajedrez. Ahora, verse de una manera más... ¿amenazadora? No, eso no era, pero algo en su estilo había cambiado.

YoungJae llegó con unas tijeras y un cepillo. No sabía si era necesario, pero no le molestaría, pues su flequillo cubría un poco su vista, aunque no fuese de importancia. Se sentó en el banco que el chico indicó y empezaron a cortar un poco de cabello.

- eres muy tierno. - exclamó el chico con una sonrisa, mientras cortaba su cabello. - si hablaras, sería muy divertido.

Abultó su labio levemente, restándole importancia, aunque también extrañaba hablar. De pequeño, le gustaba cantar lo que sus hermanos le enseñaban o decirle que los quería mucho. Pero lo que sucedió esa noche fue difícil de olvidar.

Esa noche, no tenía idea de qué era lo que sucedía, solo iba de la mano de su hermano entre toda esa masacre y luego estaba en el piso, observando cómo una mujer era asesinada frente a él, y en su desesperado intento de que todo acabara, empezó a gritarle a futuras víctimas que también cayeron, hasta que llegó su turno. Suplicó, lloró y pidió piedad, una que nunca llegó, solo fue su hermano despedazando el cuerpo. Desde ese entonces entendió que las palabras no sirven en un mundo sordo.

Por otra parte, estaba JaeBum, recién saliendo de un reconfortante baño, donde dejó el agua negra, hacía demasiado tiempo que no se bañaba. Se miró en el espejo, admirando su propio cuerpo desnudo. Hace años, cuando era un adolescente, se dedicó mucho en mantener mucho su figura, acorde a su tamaño. Un leve pensamiento de un delicado chico se le vino a la mente y lo notó cuando se vio en el espejo, ¿qué? Ah, no, no. Solo se cubrió con algo de dificultad. Ni siquiera quería vestirse, solo quería verse en el espejo más tiempo. YuGyeom le pasó de su armario, eran casi del mismo porte, así que la talla sería algo similar.

Se puso una camisa roja y una chaqueta sin mangas negra, unos pantalones negros de cuero al igual que sus zapatos. Se veía alguien imponente. Peinó su cabello hacia atrás, sintiéndose mucho mejor, un macho.

Sonrió para sí mismo y fue al comedor, encontrándose con JinYoung y quedó aturdido. Su cuerpecito parecía más pequeño, pero más grande a su vez, como un gatito envuelto en 3 toallas. Y el corte de cabello le quedaba muy tierno, dejando ver sus ojos de siervo. Con su pijama no se daba mucho la idea de cómo era, aunque pudo haber sido más fácil imaginárselo, pero ahora, su cuerpo era un misterio que quería averiguar.

Carraspeó su garganta, aclarando sus pensamientos. JinYoung era un principito, tendría sus 16 años, posiblemente. No, él era muy pequeño, frágil, tímido y miedoso para su gusto. A él le gustaba una figura más... más temeraria, que lo hicieran verse mucho más imponente. Sentía que al estar con el chico, quizás lo quebraría o estaría maltratando un papel chino.

- se ven muy tiernos juntos. - chilló YoungJae con una sonrisa. - a Mark le gustaría ver esto. - un silencio recayó sobre ellos 4.

Mark era especial, Mark era Mark. Era una pena que estuviera a  merced de Jackson.

JinYoung bajó la mirada, se sentía culpable por la ausencia de Mark, es decir, debió separarse de JaeBum antes de haber sido secuestrados.

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Me estoy riendo en silencio porque se me ocurrió la segunda temporada de toda esta mierda y ni siquiera he escrito el final. AAAAHHHHH. NO TE CREO, WEÓN.

PUTA LA WEONA WEONA WEONA WEONA, WEONA

Por cierto, compartan esta historia a cualquier amiga AhGase y en su grupo de whatsapp pa que me haga famosa y vius como los yutubers chilenos que son wena onda y son piola y quiero ser wattparera más regia y me gusta el apoyo y aguante el JJP y abajo el JYPE y JYPArk y eso 👁👄👁👌

crystal loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora