Ojos que no ven

55. Desenlace

Primero fue un golpe seco a sus espaldas, luego fueron las preocupadas voces de sus amigos las que hicieron que Izuku se volviera sin pensar, olvidándose rápidamente del villano que dejaba inconsciente a sus espaldas. Su cara palideció al ver a Kacchan desmayado en el suelo, sudoroso y pálido excepto por las múltiples manchas sanguinolentas que aún teñían de carmín su nívea piel y ropa. Izuku se acercó apresuradamente tratando de controlar en pavor que le provocaba ver a Katsuki con los ojos cerrados, su cuerpo inerte parecía tan vulnerable. Otra vez no...

"Kacchan estará bien" "Kacchan estará bien"

Una y otra vez, como si de un mantra se tratase, Izuku se repetía esas palabras en un intento por controlar sus nervios. Pero la tez grisácea y enfermiza de Kacchan gritaba que algo no estaba bien.

- Ren - Llamó Izuku preocupado, arrodillándose junto a Katsuki.

En seguida el chico se acercó a él con expresión preocupada, agachándose a su lado para examinar a Bakugou.

- Ha perdido demasiada sangre - Dijo Ren a la pregunta no pronunciada - De hecho me sorprende que haya aguantado hasta aquí.

- Tenemos que sacarlo de aquí y llevarlo a un hospital - Dijo Uraraka.

- Seguro que en una operación organizada como esta hay alguna ambulancia cerca - Dijo Todoroki.

Las voces preocupadas de sus amigos llegaban hasta sus oídos pero Izuku no les prestaba atención, solo tenía ojos para el cuerpo inconsciente de Kacchan. Con delicadeza le apartó de la frente los rubios mechones del flequillo, húmedos por el sudor frío que bañaba su piel. Al final no le hizo caso, pensó con preocupación y gratitud a partes iguales en su interior mientras veía como Kacchan respiraba fatigosamente. Le rogó que lo avisara antes de que ocurriera algo como esto pero una vez más, Kacchan hizo lo que quiso, forzando su cuerpo hasta que este colapsó.

- Eres un verdadero idiota pero... Gracias - Murmuró Izuku, bajito, muy bajito, un susurro solo para Kacchan - De verdad, muchas gracias por venir a por mí...

De repente sentía ganas de llorar pero ni siquiera él estaba seguro de si eran lágrimas de miedo, preocupación, gratitud o emoción, probablemente eran todas ellas a la vez pues todas esas emociones llenaban su pecho y amenazaban con desbordarse en sus ojos, últimamente se había vuelto un llorón. Jamás podría agradecerle a Kacchan lo suficiente el haber llegado hasta esos extremos para salvarlo. Y no solo a él, miró hacia sus amigos, todos estaban heridos y cansados, todos habían venido a salvarlo. Había llegado el momento de salir por fin de allí y acabar con aquella pesadilla de una vez por todas. Izuku se acercó despacio y besó brevemente los labios de Kacchan, sintiendo el regusto metálico de su sangre al hacerlo.

- No te preocupes, descansa tranquilo. Ahora es mi turno de protegerte - Susurró sobre aquellos labios inmóviles que no le correspondieron al beso.

Izuku se incorporó y llamó a Todoroki, que se acercó rápidamente.

- Ayúdame a coger a Kacchan - Pidió Izuku y entre los dos lo colocaron rápidamente sobre sus espaldas.

Tenía miedo, le aterraba pensar que Kacchan nunca despertara y aunque sabía que el pensamiento era fruto del miedo este se aferraba a él. Pero no iba a dejarse llevar por el miedo, en su lugar se obligó a concentrarse en el peso de Kacchan sobre su espalda, en la calidez de su piel y en el cálido aliento que acariciaba su nuca con cada respiración. No era el momento de desesperarse, tenía que concentrarse en salir de allí para que trataran a Kacchan cuanto antes. Todo estaría bien, Kacchan no lo había abandonado, seguía allí, junto a él y lo necesitaba. Izuku se acabó de enderezar y miró a sus compañeros, decidido a salir de allí de una vez por todas.