50. Despertar

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A medida que sus amigos se acercaban, corriendo precipitadamente hacia él, Izuku pudo observarlos mejor. A lo lejos, la tenue iluminación del almacén le había impedido darse cuenta pero ahora veía claramente que sus amigos no lo habían tenido fácil para llegar hasta él. Lo que al principio le parecieron simples heridas y suciedad, de cerca reflejaban la árdua lucha que debían de haber atravesado. Sus cuerpos lucían sus esfuerzos como medallas, algunas en forma de heridas sangrantes, otras como golpes amoratados, y aun así, todos le sonreían con alegría y alivio en sus miradas. Un sentimiento cálido creció en el pecho de Izuku, apartando los últimos retazos de las oscuras palabras de Shigaraki.

- ¡Midoriya! - Gritó Kaminari, saludandolo con la mano.

- Tsk... - Chistó Shigaraki, alejándose para evaluar la situación - Siguen apareciendo como moscas molestas.

En seguida lo alcanzaron y Uraraka se tiró a sus brazos, abrazándolo con fuerza mientras lloraba.

- Uraraka-san - Dijo Izuku incómodo pero devolviéndole el abrazo emocionado.

- Me alegro tanto de que estés bien - Dijo la chica entre lágrimas, soltándolo tras unos segundos.

- Chicos - Advirtió Todoroki con la mirada seria.

Ciertamente aquel no era el lugar para felices reencuentros. Delante de ellos aún se encontraban Shigaraki y el nomu, y aunque este último aún se hallaba en el suelo. Izuku estaba convencido de que no tardaría en ponerse en pie.

- Oh no... - Susurró Kaminari, palideciendo de repente - Mierda nos ha seguido...

Confuso, Izuku siguió la mirada de Kaminari, extrañado de que esta no se dirigiera hacia los villanos. En su lugar, sorprendente se dirigía hacia Aizawa-sensei, que justo los acababa de alcanzar y los observaba furioso. No entendía porqué estaba tan enfadado pero incluso Izuku se sintió intimidado.

- Habéis desobedecido todas y cada una de las órdenes que os he dado - Dijo furioso cuando los alcanzó - Y ahora encima os metéis de lleno en la guarida del enemigo cuando específicamente os ordené que os marchaseis. Espero que estéis preparando todas las disculpas que sepáis por qué ya os adelanto que no van a ser suficientes.

Ninguno de los presentes fue capaz de replicar nada. Izuku los observó a todos, cabizbajos y pálidos, sin acabar de entender la situación. No sabía que estaba pasando pero si se habían metido en alguna clase de lío por ayudarlo tenía que hacer algo por evitarlo.

- Aizawa-sensei... - Intervino Izuku.

- No es el momento Midoriya - Interrumpió Aizawa, poniéndose en guardia - Al parecer nuestro enemigo se cansó de esperar.

Era cierto, el nomu con la rodilla rota había conseguido ponerse finalmente en pie y los atacó. Izuku se disponía a esquivarlo cuando, de repente, otro nomu impactó brutalmente contra él, enviándolo lejos. Ambos nomus cayeron al suelo con un fuerte estruendo y ya no se volvieron a mover.

- Aizawa - Exclamó All Might, aterrizando de un salto entre ellos - Permite que te ayude en tu lucha contra los villanos, ahora que me he deshecho de dos de esas bestias.

Aizawa suspiró resignado al ver que los dos nomus contra los que aún luchaba All Might se unían a Shigaraki.

- Desde mi punto de vista - Dijo Aizawa - Antes me enfrentaba a un nomu y a Shigaraki. Mientras que ahora lo hago contra dos nomus y a Shigaraki. Ha aumentado el número de enemigos.

- ¡Pero ahora cuentas con mi inestimable ayuda! - Replicó All Might sonriente.

- Supongo que es una forma de verlo - Contestó Aizawa desganado.

Ojos que no venWhere stories live. Discover now