25. Culpa

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Izuku escuchaba las palabras de Shigaraki pero no era capaz de asimilarlas, las escuchaba lejanas, apenas un susurro para una mente que se hallaba muy lejos de allí. No quería recordar, era demasiado doloroso, pero no podía dejar de hacerlo. Como un recordatorio de sus actos, su mente funcionaba a toda velocidad, obligándolo a revivir recuerdos que desearía poder eliminar, anulando el resto de sus sentidos. No podía creerlo, no quería hacerlo, tenía que ser mentira, un sueño. Porque él jamás... Él no podría...

Pero lo había hecho, lo recordaba claramente, con sus propias manos. Había luchado y herido a sus amigos, había herido a Kacchan. El recuerdo de Kacchan en el suelo vomitando sangre acudió sin aviso a su mente estrujando su corazón, las lágrimas acudieron a sus ojos pero no las dejó caer, no allí, no delante de su enemigo. De repente un fuerte sonido captó su atención obligándolo a alzar su vista y enfocarla en el causante de aquel ruido. Shigaraki, en un arrebato de ira, había golpeado los barrotes de su ya conocida celda.

- Vaya, parece que por fin tengo tu atención Midoriya.

Aquel día Shigaraki no portaba aquella mano que habitualmente ocultaba su rostro por lo que Izuku era capaz de ver las expresiones del villano. Pero aquel hecho ni siquiera despertó su curiosidad, no le podía importar menos en ese momento, su mente solo tenía espacio para los sucesos ocurridos en la U.A. Izuku clavó sus ojos en Tomura pero no dijo nada, se limitó a observarlo en silencio, esperando a que dijera lo que tuviera que decir y lo dejara tranquilo.

- Parece que no te ha gustado el quirk de Chloe - Los ojos de Shigaraki relucieron con malicia, una sonrisa adornaba su rostro, como si la situación le resultara muy divertida.

Una risa estridente captó la atención de Izuku, quien hasta entonces no se había dado cuenta de que tras Shigaraki se encontraba la chica de cabellos rubios. Una llamarada de rabia ardió con fuerza dentro de él y por unos instantes miró a la chica con odio. ¡Todo era culpa suya y de su quirk! Si no fuera por ella él nunca se habría enfrentado a sus compañeros.

La risa despiadada de Chloe se clavaba como puñales en su pecho, no soportaba aquella risa enloquecida que se burlaba de su desgracia. Apretó los dientes con fuerza y maldijo los brazaletes que volvían a rodear sus muñecas impidiendo que activara su quirk.

- Ya debes de haberte dado cuenta pero, mediante su habilidad, Chloe es capaz de controlar totalmente tu cuerpo. No importa cuanto luches, mientras ella te controle no podrás mover ni un dedo por tu cuenta.

- No te parece increíble mi poder - Preguntó Chloe alegremente - Me permite crear un montón de lindas marionetas.

Cerró los puños con fuerza, sus manos temblaban e Izuku ya no sabía si era por la rabia, la culpa o el dolor, tal vez era por todas esas emociones al mismo tiempo. La descripción de Chloe había sido dolorosamente acertada, realmente se había sentido como una marioneta, consciente de todo pero incapaz de controlar su propio cuerpo.

- ¿Por qué? ¿Por qué yo? - Preguntó Deku con el dolor impregnado en cada palabra.

- Ya te lo dije, esto es mi venganza - Ya no había rastro de diversión en la expresión de Tomura - All Might me arrebató algo muy importante para mí y ahora voy a devolverle el favor. Y como su discípulo tú también debes sufrir las consecuencias.

La frustración y la rabia llenaban el corazón de Izuku, por un momento le pareció buena idea gritar y llorar pero no hizo nada de eso. Sabía que sería inútil y no estaba dispuesto a mostrarle a Shigaraki lo realmente herido que se encontraba.

- Pequeño Izuku espero que a partir de ahora sigamos trabajando juntos igual de bien que ayer - Dijo Chloe con voz dulce.

Izuku la miró con odio pero aquello simplemente logró que la sonrisa de Chloe fuera aún más amplia. Un aura de locura rodeaba a la chica quien jugueteaba con su cabello sin dejar de sonreír.

- Ayer cumplimos nuestro objetivo, ahora todos los héroes te reconocerán como su enemigo Midoriya. No permitiré que All Might tenga un sucesor voy a destrozar tu futuro como héroe antes siquiera de que este comience y después, acabaré con el famoso símbolo de la paz. Solo entonces mi venganza estará cumplida - Dijo Shigaraki.

- Debimos atacar en serio - Se lamentó Chloe - Los habríamos aplastado sin problemas.

- No era el momento y lo sabes. No debes subestimar a los héroes, aunque me moleste admitirlo son fuertes, especialmente All Might - Contestó Shigaraki con fastidio - Pero ni siquiera él podrá hacer nada cuando esté listo el ejército de nomus.

- E-Ejército de nomus... - Susurró Izuku, palideciendo de golpe ante la idea.

Shigaraki se echó a reír despiadadamente ante la expresión de horror de Izuku, su carcajada estalló con fuerza en los oídos de Izuku.

- Cientos de ellos. Créeme, esto no ha hecho más que empezar - Dijo Shigaraki aún riéndose - Nuestro próximo golpe será pronto y esta vez no solo iremos de visita, esta vez correrá la sangre y tú nos ayudarás.

Izuku quiso negarse pero sabía que no serviría de nada, ya no era dueño de su propio cuerpo. Tembló ligeramente ante la idea de tener que luchar otra vez del bando de aquellos villanos, contra sus amigos.

- Nos marchamos Chloe.

- Vaaaaleeee - Contestó Chloe alargando las sílabas de la palabra y ambos salieron de la estancia.

En el momento en que se vio solo, la fuerza abandonó sus piernas y cayó sobre sus rodillas. Las lágrimas que había estado conteniendo no tardaron en caer por sus mejillas y los sollozos resonaron huecamente por las vacías estancias de la mazmorra.

Si no hacía nada un ejército de nomus caería despiadadamente sobre sus amigos. La sola idea de que aquellos monstruos atacaran a sus compañeros le provocaba pavor. Debía avisarles ¡Tenía que hacer algo! ¿Pero qué podía hacer cuando ni siquiera era capaz de controlar su propio cuerpo? Se sentía traicionado por su propio cuerpo, ya no era capaz de controlar ni siquiera sus propias lágrimas.

Pero de entre toda la maraña de oscuros sentimientos que oprimían su corazón, la culpa sobrepasaba a todos los demás y su peso amenazaba con aplastarlo. Porque había sido él, él había atacado a Todoroki y a Kacchan. En el fondo, por mucho que no quisiera hacerlo, habían sido sus manos las que los habían herido.

Recordaba con dolorosa claridad la expresión incrédula de Kacchan al verlo, la sangre saliendo de su cuerpo, sus gritos desesperados intentando llegar a él. Y habían llegado, todos y cada uno de aquellos gritos llenos de dolor lo habían alcanzado pero no sirvieron de nada. Simplemente se clavaron en su corazón como puñales, hiriéndolo cada vez más profundamente. Porque no importó cuanto gritó y luchó en su mente, su cuerpo no lo quiso obedecer. Por más desgarradores que fueron los gritos de su mente, ninguno alcanzó sus labios. No fue más que un mero observador, se sentía prisionero dentro de sí mismo, obligado a ver y oír todas las cosas que Chloe le hacía hacer sin poder hacer nada para evitarlo.

- Basta - Sollozó Izuku entre dientes.

No quería recordar, aquellos recuerdos lo lastimaban, el dolor y la desesperación que había sentido en aquel momento, al verse incapaz de controlar su propio cuerpo, aún lo hacían estremecer. Habían estado tan cerca... Lo había echado tanto de menos y había estado tan cerca de él... Y aun así... Si las cosas iban a acabar así hubiera preferido que no encontrarse con Kacchan. No podía borrar de su mente la expresión de traición que vio en sus ojos y aquello lo lastimaba más que nada.

¿Qué haría la próxima vez? Cuando su cuerpo atacara fuera de su control ¿Y si la próxima vez no provocaba simples heridas? ¿Y si la próxima... acababa con la vida de alguno de ellos?

- Noooo - Sollozó con fuerza mientras sujetaba su cabeza entre sus manos.

Por unos instantes su mente imaginó el cuerpo inerte de Kacchan a sus pies. ¡No podría soportarlo! Pero no sabía que debía hacer, no sabía como escapar de aquella situación. Por más que lo intentaba no conseguía ver ningún rayo de luz, veía su futuro tan oscuro como las siniestras paredes de aquella mazmorra que lo rodeaban. Las lágrimas seguían cayendo cada vez con más fuerza e Izuku ya no intentó detenerlas.

- Ayúdame.... Kacchan... - Su voz apenas un susurro roto.

Ojos que no venWhere stories live. Discover now